¿CÓMO QUIERO MI UNIVERSIDAD?

¿CÓMO QUIERO MI UNIVERSIDAD?

La educación ante todo es un derecho fundamental que tiene cada ciudadano, así es como lo designa la constitución política de Colombia y es considerada como un proceso de formación permanente   fundamentada   en  una estructura de  conocimiento  para desarrollar  en cada individuo una transformación a nivel intelectual,  espiritual y personal con el fin de ampliar las capacidades  necesarias  e n cada  sujeto  de tal manera que  se  pueda contribuir  a la construcción de un mejor país  y de esta manera poder enfrentar las exigencias del mundo  contemporáneo.

Por ende, para lograr una extraordinaria  formación, se hace necesario cuestionar acerca de cuál es la universidad que queremos  construir y como hacer realidad esta visión de universidad.

En primera medida, ha de comprenderse que son muchas las perspectivas acerca del prototipo de universidad que se desea, partiendo de que para hallar una calidad  educativa se requiere de un establecimiento al 100%, no obstante mencionaremos algunos aspectos básicos con los cuales se puede brindar un aprendizaje  óptimo en los educandos, se  diría pues que un primer aspecto a mencionar es la calidad educativa, puesto que desde este factor es que depende la verdadera transformación del mundo intelecto-cultural, dado  que, si se  trata de desarrollar el entendimiento del hombre se requiere de una base fundamentada en la excelencia de los servicios a prestar como institución, mirándolo así, se debe partir desde la filosofía, la cual fundamenta la visión integral  de la persona. De esta manera también es indispensable la relevancia de la misión y visión; respecto a la primera, cuya intención está encaminada a la integralidad formativa de los individuos y el desarrollo axiológico, especialmente la solidaridad, convivencia y justicia social. En cuanto a la segunda, se pretende que nuestra alma mater sostenga su acreditación social de forma permanente, además que este dirigida enfáticamente al servicio del desarrollo de nuestra región.

También es cierto  que una necesidad  imperante  es la de profundizar  en la formación integral de los estudiantes, siendo esta un proceso que conlleva a la búsqueda del desarrollo de cada una de las dimensiones del ser humano desde su parte  ética, cognitiva, espiritual y afectiva, entre otras.

De aquí que, la universidad debe  asumir  un gran compromiso en cuanto a ética se refiere, ya que es esta considerada la columna vertebral de dicha formación, puesto que ha de saberse, esta es quien establece el comportamiento humano, adoptando actitudes correctas o incorrectas, de tal modo que se  generen dignos espacios de convivencias armónicas y ejemplares ciudadanos.

Por otro lado, también es de suma importancia mencionar la parte cognitiva, dado que se estimulen y dinamicen cotidiana y reiterativamente  los procesos de enseñanza-aprendizaje, de tal modo  que se fortalezcan los conocimientos, haciendo notoria su formación intelectual, sobresaliendo en cualquier   ámbito  sociocultural en que   resida. Así mismo, la parte espiritual también juega un papel importante, pese  a que es un factor muy individual, se suele tener la creencia que  se debe orientar y profundizar en este tema  para ayudar a enriquecer esta faceta humana, lo cual contribuye a crecer interiormente logrando un equilibrio a nivel psíquico-emocional armónico  entre su propio ser, sus semejantes y su entorno.  También es necesario recalcar que la afectividad, es una parte influyente que nos proporciona la capacidad de amarnos a nosotros mismos y por ende ser capaces de amar a nuestro semejantes alcanzando así el altruismo  y estar siempre en pro de la hermandad procurando siempre el bien propio de los demás.

El siguiente aspecto a tratar es  el exigir al máximo en docentes y estudiantes; ya que, como se dice por ahí, la exigencia hace la excelencia, en esta ardua labor  es extremadamente necesario que tanto estudiantes como docentes  sean conscientes de su propia autoexigencia  en la realización de sus deberes; que desempeñen sus quehaceres académicos con sentido de pertenencia y pertinencia; los docentes con el ánimo de impartir   conocimientos propios de sus áreas, esmerados  por la óptima y máxima de sus resultados.

Es conveniente, fortalecer el proceso de acreditación de cada programa, ya que es deber de la institución velar por la constante vigencia y supervisión, para de este modo poder garantizar la calidad, tanto de los programas académicos como de la misma; todo este sistema permite subir el nivel de imagen de la universidad y día tras día obtener mayor cobertura académica y reconocimiento.

 Comprendemos que dentro de todo este proceso no hay que dejar en el olvido el manejo y fortalecimiento de las TIC, como es sabido giramos en un mundo acelerado, impulsado por las nuevas tecnologías en los cuales se debe vivir al compás de las misma, por esta razón es tan indispensable centrar la educación entorno a estas; puesto que desde la más mínima actividad está inmersa en computadoras y las telecomunicaciones, por eso hay que abordarlas e implementarlas desde el programa educativo que sea; y así disfrutar de la magia digital y no quedarnos presos en la ignorancia. Con esto en mente, la idea de un mundo mejor a través  de las tecnologías y humanización, quizás la combinación perfecta para un mundo ideal; además, es  una  forma dinámica de obtener conocimientos por medio de las TIC, el  estudiante se interese más, ya que los jóvenes de hoy en día se la pasan en las redes sociales y navegando en la red, se han evidenciado casos que demuestran que ellos  aprenden con más rapidez lo que en ellas se refleja.

Consideremos ahora, la posibilidad de crear convenios con universidades de calidad,  con el fin de compartir sus recursos, en este caso, ofertar las carreras por la que algunos sujetos están interesados, pero a causa de  que la universidad no cuenta con ellas, su única alternativa es escoger entre las que nuestra alma mater ofrece  o dejando  sus hogares para ir en busca de sus sueños. En relación con esto, vemos que muchas personas estudian una profesión porque “les toco” mas no porque fuera la que realmente  anhelaban, por el contrario habrán  personas que si tienen   la posibilidad de  salir a lugares donde   puedan adquirir los conocimientos del área en el que desean desempeñasen.

Viéndolo desde  otro punto vista, con un poco de trabajo y esfuerzo, la universidad podría ejecutar acciones para alcanzar un máximo de programas académicos sin necesidad de recurrir a dichas alianzas.

Es necesario recalcar que la universidad  también debe enfocarse hacia la formación y educación para la paz, con miras a una convivencia social más justa y equitativa; por ello, una meta precisa es dar apoyo al proceso de paz con aras de contribuir positivamente a la construcción de un  convivir pacifico, tranquilo, donde todos se preocupen por los demás, es decir, donde uno seamos todos, apoyándonos siempre en la buena fe, la  filantropía y el bien común.  

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