CASO PARA OBLIGACIONES

CASO PARA DISCUTIR EN CLASE:

PEDRO ALEJO SÁNCHEZ es un campesino medianamente acomodado, con una finca igualmente de mediana extensión, en zona rural del municipio de Chocontá, Cundinamarca. Teniendo en cuenta las fluctuaciones en el mercado del tubérculo que cultiva, se ve obligado a ahorrar en las buenas cosechas, para hacer frente a las épocas en que el precio de su cultivo se deprime, lo cual sucede con frecuencia. Sin embargo, en el año en curso calculó que sus ahorros, invertidos en depósitos a término, alcanzaban ya una buena suma que le posibilitaba, dejando una reserva suficiente para atender a las fluctuaciones de su producto, hacer una inversión distinta de su dinero.

Para este fin entabló conversaciones con su vecino, NEPOMUCENO, GÓMEZ, igualmente cultivador de papa, pero con unas tierras muy grandes y con unos cultivos prósperos, con quien había trabado una buena amistad en razón del vecindaje y al calor de unas buenas cervezas en las tardes de los sábados. Unas de las preocupaciones de PEDRO ALEJO consistía en que el acceso desde su predio a una carretera vecinal, por la cual debía ingresar los insumos de sus cultivos y sacar al mercado su producción, se estaba haciendo a través de una servidumbre de tránsito muy estrecha, que sólo permitía el paso de un vehículo en forma muy incómoda. No eran pocas las ocasiones en que se habían presentado atascos en la vía, especialmente en la época de lluvias. Para remediar esta circunstancia tenía la esperanza de adquirir un área colindante con su predio y a la vez con la vía principal, área a través de la cual podía organizar un camino cómodo para la comunicación de su lote.^[a]

Habiendo tomado contacto con su vecino y amigo, éste aceptó la propuesta de venderle entre cinco mil y diez mil metros cuadrados de tierra, según las necesidades respectivas.^[b] Para este fin NEPOMUCENO, luego de las largas conversaciones sostenidas con su vecino, le envió a PEDRO ALEJO una carta en la cual, mejor que en sus conversaciones personales, él quería precisar las bases del negocio, dejando por escrito todas las condiciones del mismo. En dicha carta, fechada el día 1º. de agosto de este año, proponía la venta deseada por PEDRO ALEJO, pero invocando su ignorancia en materia de precios de la tierra, de las necesidades para que la vía deseada fuera cómoda sin afectar mucho su finca y su deseo de que el recorte de su terreno fuera el menor posible, le comunicó su voluntad de vender parte del predio, siempre y cuando esta venta estuviera entre los cinco mil y los diez mil metros cuadrados, según las necesidades del tránsito deseado, y que el terreno vendido fuera de una configuración que afectara lo menos posible su predio. Para determinar todos estos factores, así como el precio de la tierra, propuso que de establecer todos estos aspectos se encargara el agrimensor del pueblo cercano, FACUNDINO RODRÍGUEZ, muy conocido de los dos vecinos y de plena confianza de ambos. Como PEDRO ALEJO estaba ausente realizando unas diligencias en la capital, entregó la carta al hijo de éste el día siguiente a su fecha, 2 de agosto, y dicho hijo llamó inmediatamente por teléfono a su padre para leerle el contenido de la carta. Habiendo regresado de su viaje el día 19 de agosto, PEDRO ALEJO, igualmente por escrito, se refirió a la carta recibida por su hijo, aceptando haberse enterado telefónicamente de su contenido el día 3 del mismo mes y expresando su acuerdo con todos los términos de la propuesta recibida. ^[c]

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