CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS EN TORNO A LA ENFERMEDAD TERMINAL Y SU RELACIÓN CON LA DIGNIDAD HUMANA

CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS EN TORNO A LA ENFERMEDAD TERMINAL Y SU RELACIÓN CON LA DIGNIDAD HUMANA

Lic. Carlos Félix Llanque Choque 1

Resumen

El objetivo del presente trabajo ha sido establecer los contenidos mínimos de forma analítica, sobre la determinación de la enfermedad terminal, mediante un cuestionario validado realizado a profesionales médicos especialistas.

Ha prevalecido en el criterio de los profesionales de la salud, sobre que los elementos de sustento de la enfermedad terminal, no se encuentra en los anales de un documento o manual, sino en distintos criterios objetivos y subjetivos de acuerdo a cada proceso patológico y cada paciente. Se ha reconocido que los criterios subjetivos en particular, tienen un valor singular con la dignidad humana.

Palabras clave: enfermedad terminal, dignidad.

Introducción

La enfermedad terminal , es un proceso clínico en la persona se encuentra con un estado patológico que afecta su salud, con una evolución progresiva e irreversible, comprometiendo su pronóstico de vida en un tiempo inferior a los seis meses por la afectación de distintos órganos y el compromiso de sistemas; es de carácter incurable que afecta a la calidad de vida de la persona.

En este sentido no existe un documento bibliográfico que respalde de forma íntegra y completa, los parámetros de la determinación de la enfermedad terminal, a manera de catálogo, sino que se deben derivar en cuanto a la determinación, parámetros individuales de cada paciente de acuerdo a su afectación patológica, su situación biológica y el compromiso de distintos órganos y sistemas de su economía humana e indudablemente en relación de la misma manera con el aspecto psicológico.

No es menos cierto que todos los elementos mencionados supra, inciden en la calidad de vida que tiene como sustento en definitiva a la dignidad humana, por ende a la dignidad del paciente con enfermedad terminal; ello conlleva a sustentar que la dignidad humana como base de todo derecho fundamental. (Landa, 2002)

En relación a los parámetros que deben ser considerados para el sustento de la determinación de enfermedad terminal, pueden ser encontrados en dos ámbitos de estudio clínico, el primero en relación a las enfermedades oncológicas y el segundo en el resto de patologías de orden no oncológico.

Las patologías de orden oncológico tienen asidero en la proliferación de células anormales a las del tejido orgánico típico, afectando a la funcionalidad normal del órgano o sistema; estas pueden hallarse en dos fases: la primera en relación a una mitosis celular anormal cuantitativa o cualitativa, pero que en definitiva afecta en la fisiología del tejido, órgano o sistema, y la segunda la invasión celular o metástasis, de donde deviene el denominativo de cáncer, cancerígeno o carcinoma, término que se añade al tejido u órgano afectado. (Harrison, 2012)

La incapacidad para la diferenciación celular mitótica, sea a partir de la incapacidad genética celular en los ciclos de la mitosis, origina nuevas células morfológicamente anormales, modificando la anatomía micro y macroscópica del tejido al que pertenecen, sea por su forma estrictu sensu o por el número celular.

Asimismo, se debe tener en cuenta que la fase invasiva a partir del aumento de la proliferación celular anormal, o por la capacidad migratoria mediante vía sanguínea o linfática, van a dar lugar a mayor alteración de órganos y sistemas ya no primarios sino secundarios o mestatásicos .

Por otra parte están los procesos graves en el sentido patológico, diferentes a la patología cancerígena, que son disfunciones orgánicas y/o funcionales que afectan la normalidad atribuida como salud del ser humano; dichas patologías son evidenciadas por las complicaciones propias de la patología en cuestión; pero de manera sintética pueden entenderse como la enfermedad pulmonar avanzada, la enfermedad cardíaca avanzada, la insuficiencia renal crónica avanzada, la hepatopatía crónica con insuficiencia avanzada, y por último la enfermedad cerebrovascular con afectación de la cognición. (Navarro, 2005)

Pero todos estos procesos que conllevan a dirimir los parámetros de la enfermedad terminal, tienen como sustrato al conjunto de signos y síntomas, que son expresión de la disfuncionalidad de tenidos, órganos o sistemas, los cuales son elementos evidenciables de la patología catalogada como terminal; dichos signos y síntomas son los que exteriorizados manifiestan la calidad de vida del paciente y por ende su estado de salud y el grado de su afectación. Así la insuficiencia renal en el ámbito semiológico se caracteriza por la presencia de edemas generalizados, tanto en piel, faneras y cavidades, con artralgias y mialgias en extremidades en especial; asimismo, el aumento de los valores séricos de la creatinina, úrea como el aumento del clearans de la creatinina, lo que lleva a determinar que la funcionalidad del glomérulo está afectada y por ende los elementos tóxicos van a dar en cerebro la toxicidad como en el resto celular orgánico del paciente.

En la patología cardiaca, la manifestación ostensible es la disfunción irrigativa manifestada con palpitaciones, precordalgia, cefalalgia, disnea y fracción de eyección menor al 20%, vértigos y acufenos; todo ello por la funcionalidad sistémica tiene repercusiones tanto en la órgano primario afectado como en los secundarios como pulmones, cerebro y otros, sin dejar de lado que en el nivel terminal, el o la paciente no tiene posibilidades de respuesta a tratamiento clínico ni quirúrgico, porque las consecuencias resultantes de la afectación, han evidenciado lesiones irreversibles en otros órganos. Así sucede en la enfermedad pulmonar que tiene directa relación con la patología cardiaca, donde la hipoxia es menor a 55 mmHg, más de 110 ppm en reposo y, otros que evidencian que la perfusión está totalmente alterada.

En relación a la enfermedad hepática, son las alteraciones funcionales con aumento de elementos tóxicos en sangre al sobrepasar los límites normales los compuestos que son elaborados en la propia funcionalidad del hígado, ellos son las bilirrubinas, las enzimas degradantes metabólicas y la afectación funcional en el sistema de la coagulación sanguínea; siendo la encefaolopatía como el síndrome hepatorrenal, los procesos que evidencian la complicación de la patología y por ende su catalogación en virtud de todos los síntomas y signos presentes de enfermedad terminal.

Finalmente se debe tener en cuenta a la patología cerebral, que en relación al carácter primario de enfermedad terminal, se consideran a los accidentes vasculares masivos, malformaciones congénitas y disfunciones tóxicas, que se

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