CRISIS ECONOMICA EN EL MUNDO

CRISIS ECONOMICA EN EL MUNDO

Por definición una crisis económica constituye una etapa de profundas perturbaciones que caracterizan una situación gravemente depresiva dentro de un ciclo económico. Esto se refleja en la caída de la actividad económica de un país o región. La expresión de lo anterior es la temida recesión que trae consigo disminución de la oferta laboral y fuerte caída del consumo.

Lo anterior implica que todas las actividades de un país se vean en mayor o menor grado afectadas por la depresión de la economía. Se deberá redistribuir las finanzas de manera de proteger lo más vulnerable y lo más probable es que los recursos asignados para la investigación de nuevas tecnologías sufran restricciones.

Las decisiones que se tomen a nivel de los gobiernos tendrán repercusión en la forma de manejar las economías de las empresas públicas y privadas del país afectado.

¿Qué ocurre entonces con la innovación? La falta de recursos representa una amenaza para la introducción de nuevas ideas y/o tecnologías, o es más bien una oportunidad de atreverse.

El presente documento pretende, analizar qué tan factible es el cambio y la innovación en el escenario mundial actual, en tiempos de crisis económica.

El mundo por estos días vive una depresión económica que se originó en los Estados Unidos cuyas causas principales son una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados. Estados Unidos es un país líder en innovación, sin embargo, la crisis que los afecta podría disminuir su competitividad en este aspecto. La pregunta que surge de esta afirmación es si esta disminución en la generación de tecnología representa en verdad una amenaza para la prosperidad de esta nación. La respuesta según Amhar Bhidé de la Escuela de negocios de Columbia es no, el argumento es que la comercialización, difusión y uso de los inventos es más valioso para las empresas que el chispazo inicial. Es decir, si no se puede invertir en crear cosas nuevas por falta de recursos económicos, se puede innovar en función de lo que otros crearon. Un buen ejemplo de esto es Henry Ford, el no creo el motor, sin embargo, fue capaz de crear un imperio en base al invento de otro. La crisis puede entonces considerarse una oportunidad no una amenaza detectando en que ámbitos existe la posibilidad de innovar. La extensión de este axioma puede ser infinita, desde las organizaciones más pequeñas, por ejemplo: un equipo de trabajo maduro que por reducción de personal de la empresa pierde a algunos de sus miembros y debe redistribuir las funciones de estos entre los que quedaron, hasta los gobiernos que por problemas económicos deberán repensar sus prioridades. En ambos casos la obligación será revisar los procesos y atreverse a explotar el potencial innovador que posean.

El escenario de la crisis económica angustia al punto de hacer perder la visión a largo plazo. La misión de los lideres es sin lugar a dudas tratar de mitigar los efectos de la misma evitando que el sistema colapse. No debemos desconocer que la innovación la mayoría de las veces requiere de una inversión inicial que se verá afectada por las medidas de protección asumidas tanto a nivel público como privado. El contrasentido es que esta limitación tendrá impacto en la competencia que la empresa o el país tendrá en el futuro cuando la crisis haya concluido. Un ejemplo de visión al respecto es el Reino Unido, cuyo gobierno ha dispuesto una

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