Cabildeo Y Manejo De Crisis
Enviado por egarciav87 • 25 de Marzo de 2012 • 2.263 Palabras (10 Páginas) • 799 Visitas
Cabildeo
Para los profesionales de esta Asociación el concepto de cabildeo de define como "Informar para Influir", con los distintos agentes con poder de decisión, de manera lícita y transparente a favor de los intereses representados por el cabildero.
Existen diferentes definiciones del cabildeo, desde su definición estricta de la raíz de la palabra, hasta la interpretación que se le ha dado en cada país de acuerdo a la naturaleza de su legislación.
El cabildeo, al mismo tiempo que ayuda a dinamizar los procesos de toma de decisión política, hace posible que un número mayor de organizaciones y grupos representativos de la sociedad participen en dichos procesos; en ese sentido, el cabildeo promueve la democratización de las decisiones públicas.
En la medida en que haya mayores participantes en las deliberaciones de la toma de decisiones de los poderes públicos, habrá mayores condiciones para transparentar el ejercicio de las mismas, para distinguir cuál es la orientación que poseen y para valorar el beneficio público que generarán; así contribuye a la discusión sobre esos aspectos de la agenda colectiva.
• El cabildeo nace en los Estados Unidos en el año 1829.
• Los primeros antecedentes normativos se remontan al año 1876, cuando la Cámara de Representantes adoptó una resolución que exigía el registro de los cabilderos en su secretariado.
• La actividad del cabildeo en algunos países se da bajo el abrigo constitucional del derecho de petición.
• El grado de participación, se debe a las características del sistema político.
1. Sistema parlamentario, los parlamentarios se someten una disciplina de partido.
2. Sistema presidencial, los legisladores tienen un margen de libertad al emitir su voto.
• La tendencia de ambos es hacía la reglamentación de la actividad, y su encuentro con la transparencia.
¿Qué es el Cabildeo?
El cabildeo o lobbying es la actividad sistemática para informar a personas o instituciones cuyo poder de decisión o presión puede afectar la actividad de una empresa, institución o comunidad, con el propósito de persuadirlas para que consideren o apoyen los argumentos o puntos de vista de los mismos en torno a un asunto controversial.
El cabildeo es un medio que utilizan las empresas para aportar a las autoridades información que sustente sus decisiones. Se basa en una metodología consistente en tres etapas: recopilación y sistematización de la información, establecimiento de alianzas y diseño e implantación de campañas de comunicación.
El cabildeo se lleva a cabo en tres etapas. La primera de ellas, recopilación y sistematización de la información, debe iniciar con la definición del problema y, a partir de ella, del establecimiento del objetivo a conseguir, mismo que puede consistir por ejemplo en la derogación de una medida, en la promoción de una iniciativa para la modificación de alguna ley o reglamento, o en que una iniciativa de modificación a una ley sea rechazada por los legisladores, basándose en las implicaciones que ésta tendría para un sector determinado y finalmente para la propia comunidad..
En esta primera etapa se llevan a cabo el monitoreo y el análisis de la información que se ha publicado sobre el asunto en cuestión y sobre aquellos que pudieran estar relacionados con él, tanto en sentido positivo como negativo, en relación con el punto de vista que pretende defenderse. Conocer la información que se ha difundido sobre el tema nos permite profundizar tanto en el conocimiento del mismo como en el del tratamiento que los medios de comunicación colectiva han dado y están dando a dicha información. Con ello podemos saber si la opinión pública ha sido o no, y en que medida, enterada sobre el asunto y sobre otros afines o conexos.
El monitoreo de información nos permite conocer los argumentos en favor o en contra que se han externado sobre el asunto ante la opinión pública.
En esta etapa se recopilan también experiencias, cifras y datos técnicos que sustentan la posición que pretendemos defender. Por ejemplo, si creemos que la implantación de cierta medida desincentivaría la inversión productiva, tendríamos que acercarnos a un experto capaz de proyectar el impacto de la retracción de la inversión en actividades productivas, en el corto y en el largo plazo, para los diferentes sectores de la sociedad..
Una vez que se cuenta con el panorama completo de la problemática que rodea al asunto, debe prepararse un Mapa de Actores, basándose en la definición de las audiencias y en la determinación de la influencia que éstas tienen sobre el mismo. Es necesario considerar como audiencias a aquellas personas o instituciones que han tenido en el pasado, tienen y pueden tener en el futuro alguna relación con el asunto (que resulten afectadas en forma positiva o negativa, que participen o influyan en las decisiones, etc.). Las audiencias pueden ser autoridades federales, estatales o municipales; diputados o senadores, organismos empresariales, sindicatos, grupos ecologistas, representaciones vecinales, organizaciones no gubernamentales, etc. En todos los casos depende del ámbito geográfico, temática, e interés público que tenga el asunto que entrará a la discusión. Es necesario que la definición de las audiencias sea producto de un ejercicio minucioso. En la medida en que se determinen con acierto las audiencias, puede construirse un mapa de actores completo, para no correr el riesgo de omitir a alguna audiencia influyente en el proceso.
Identificadas las audiencias, se procede a la determinación de la influencia que éstas tienen en relación con el asunto a discutirse. Esto es, se construye un Mapa de Actores en el cual se determina y esquematiza el grado de influencia, así como la postura que cada una de las audiencias tiene sobre el mismo. A partir de este mapa podemos establecer prioridades para el acercamiento con cada una de las audiencias. Estas prioridades son la base para determinar los tiempos y la intensidad en la comunicación que debe entablarse con dichas audiencias, así como la orientación que debe darse a los mensajes en función del destinatario.
El conocimiento del problema, de los actores y de la postura de los mismos en torno a éste, nos permite construir los escenarios prospectivos que pueden presentarse en torno al asunto en discusión. Esto es, la evolución del mismo a la luz de las variables, susceptibles o no de control, que se presentarán a lo largo del proceso, mismas que determinarán la forma en que el asunto culminará.
Deben construirse tres escenarios prospectivos: uno deseable, uno catastrófico y otro probable. En cada uno de ellos debemos proyectar las acciones y reacciones positivas y negativas
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