Capítulo 1 Desde que era un niño, Do Kyungsoo nunca habló

Descripción:

Jongin está frustrado porque Kyungsoo no es mudo, sólo no habla…

Capítulo 1

Desde que era un niño, Do Kyungsoo nunca habló. No era porque es mudo o algo así, sólo es un chico tímido.

Muy tímido.

Tan tímido que muchos estudiantes de su clase lo molestaban y él no decía nada. Esto o hacía el blanco de todos los matones, y él seguía sin decir nada.

Ellos tomaban sus zapatos y los tiraban al barro en los días lluviosos y, se reían de él cuando el profesor lo tenía que escoltar porque pensaba que estaba jugando en la lluvia. Ellos también lo empujaban, le escondían las cosas, nunca lo escogían como compañero en los trabajos, ni siquiera consideraban su existencia en lo absoluto excepto cuando lo usaban como saco de boxeo o un trapo sucio.

Aun así, no decía nada.

Sus padres una vez le dijeron a su profesor que la razón detrás de la timidez de Kyungsoo era porque su niñera lo regañaba al grado de herirlo psicológicamente. Sus padres estaban demasiado ocupados en sus trabajos que siempre dejaban a Kyungsoo en cuidado de una niñera de confianza. Pero, resultó que a la niñera no le gustaban los niños y siempre abusaba de él por cualquier pequeña razón, así como hablar. Tan pronto como sus trabajadores padres se dieron cuenta de ello, despidieron a la malvada niñera, pero era demasiado tarde. Kyungsoo tenía mucho miedo de pronunciar una palabra, hasta a sus propios padres.

Desafortunadamente, el tema del acoso en la escuela no cesó, sino que avanzó hasta la escuela secundaria, hasta empeoró. Do Kyungsoo creció como un chico bajito con una adorable figura, la cual escondía debajo de su ropa de gran tamaño, también poseía unos gigantescos ojos cubiertos por un delgado marco de anteojos. Su cabello es café oscuro, corto y suave, como un bonito duendecito y también, era más tímido que nunca. Era por seguro que eso lo hacía un blanco fácil para los acosadores.

Lo tomaban de su ropa, lo jalaban y lo empujaban de un lado a otro, haciendo su que su suéter se hiciera más grande al final del día.

Le arrojaban el borrador lleno de polvo de tiza a su rostro y se reían como si no hubiera un mañana, lo llamaban “estúpido payaso” cuando los ojos de Kyungsoo le quemaban y dolían como el infierno.

Le tiraban un balde de agua y escondían toda su ropa de repuesto.

Tomaban sus libros y los botaban al bote de basura casi los quemaron en una ocasión porque el señor de limpieza estaba encendiendo el basurero.

Hasta lo arrinconaban en la biblioteca o el rincón más profundo de la cancha escolar para golpearlo como el infierno, a veces hasta que ni pudiera caminar, pero cojo y con sangre, sudor y lágrimas al mismo tiempo…

Kyungsoo seguía sin decir nada.

Un día, cuando Kyungsoo estaba tomando sus libros de su casillero, un grupo de rubios idiotas –que siempre estaba acosándolo- vino de la nada y lo rodearon como unos lobos hambrientos a su presa. “Miren, es el chico mudo”. Uno de los chicos, el que se miraba un poco femenino dijo con una repugnante voz. Era bajito y su cabello estaba igual de corto, pero con un largo flequillo que puede oscilar animadamente cuando el viento soplaba, casi se miraba como un duende homosexual. Era conocido con el nombre de Yongwan, el sobrino del director.

“Eres tan desdichado, imbécil. Eres mudo…“, pausó mientras analizaba con sus ojos a Kyungsoo desde su pies a su cabeza, “-Y feo como el infierno.” Otro chico rubio habló mientras reía aburridamente y machaba su goma de mascar de forma ruidosa.

“Hey, al menos debería prestar atención cuando alguien está hablándote. Tienes que considerarte muy afortunado porque Byungsik y Yongwan están hablándote, ¡zorra nerd!” Otro chico con un cabello ondulado, también rubio, jaló el cabello de Kyungsoo para capturar su atención. El chico rudo tomó a Kyungsoo desprevenido y botó todos sus gruesos libros al piso y sus propios pies. “¡Ouch, ten cuidado, idiota!” Molesto, empujó al pequeño chico realmente fuerte, tanto que su cabeza chocó contra la superficie de metal del casillero.

Kyungsoo hizo una pequeña mueca de dolor ante el golpe en su frente, pero seguía en silencio.

“¡Estúpido, Jinhu!” Los chicos rubios se empezaron a reír de su amigo pues estaba sobando sus pies adoloridos.

El susodicho estaba realmente molesto, Miró a su adverso y agradeció que no había ningún otro estudiante en el corredor en ese momento. Las personas probablemente estaban muy ocupadas llenando sus bocas y estómagos en la cafetería pues era el tiempo libre. Así que tomó el cabello de Kyungsoo y lo empujó nuevamente para luego lanzarle un buen golpe en su estómago. “Come esto, maldito enano”, pateó las piernas del tímido chico y luego pisoteó con sus botas los zapatos de Kyungsoo. Ignorando por completo el leve gemido de dolor que daba el pequeño chico, el acosador lo empujó tan fuerte que uno de sus zapatos se zafó de su pie mientras caía al duro piso de mármol.

Kyungsoo cerró sus ojos y esperaba al menos una nariz rota cuando cayó boca abajo en el piso, pero había algo muy extraño, no sintió nada. Sólo un par de fuertes brazos que rodeaban su pequeña cintura.

“¡Buena atrapada!” era la voz de otro chico, brillante y ronca, así lo había escuchado. Los ojos de Kyungsoo se abrieron de golpe sólo para encontrar a un pequeño y elegante chico de pie a su lado. Es el vicepresidente del consejo estudiantil, Byun Baekhyun. Parpadeó rápidamente, finalmente miró hacia abajo y encontró un fuerte y bronceado brazo rodeando su pecho. Siguió el camino de aquel brazo con venas resaltadas, el pequeño chico miró detrás de su hombro y, se sorprendió al notar que estaba en los brazos de un chico, el mejor amigo de Baekhyun, el presidente del consejo estudiantil, el único e inigualable, el encantador Kim Jongin.

“¡B-Baekhyun!” Yongwan y Byungsik tartamudearon al unísono.

“¡Jongin!” Jinhu jadeó.

“Sí, sabemos nuestros propios nombres.” Jongin se burló de los tres.

“Y ustedes chicos saben que no podemos tolerar ninguna forma de violencia. No digan que no se los advertí. La próxima vez, me aseguraré de que los expulsen de la escuela si los encuentro haciendo esto de nuevo. Hasta a ti, Yongwan.” Decía Baekhyun mientras veía a los tres chicos, los cueles se pusieron pálidos en un santiamén. “Ahora. ¡Lárguense!” Los mandó a volar mientras ondeaba su mano.

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