Como saber que nuestros alumnos están aprendiendo
Enviado por Agustín Busquet • 19 de Agosto de 2020 • Monografía • 2.396 Palabras (10 Páginas) • 348 Visitas
Instituto de Profesorado CONSUDEC (V-5) [pic 1]
Esmeralda 759- C1007ABG Buenos Aires
“Desde 1949 prestigiando la formación docente argentina”
ATENEOS ACADÉMICO – PEDAGÓGICOS
PRESENTACIÓN
DEPARTAMENTO: Educación primaria.
PLAN DE ESTUDIOS: EV
CURSO: 2°
CICLO LECTIVO: 2020
ALUMNO/A: Busquet Agustín
Fundamentación
El informe que a continuación desarrollaré pertenece a un ciclo de conferencias virtuales que brindó el Instituto del Rosario para la mejora de la formación docente en tiempos de pandemia.
En esta oportunidad, la disertante, Rebeca Anijovich abordó un tema que es de suma importancia para la comunidad docente en el actual contexto de suspensión de las clases presenciales, invitándonos a reflexionar sobre el siguiente interrogante: “¿Cómo sabemos que nuestros estudiantes están aprendiendo?”
En el siguiente trabajo desarrollaré y explicitaré algunos de los instrumentos que nos dan evidencia de que los alumnos están aprendiendo, dejando al margen la tan instaurada, evaluación sumativa. Hoy en día se requiere de otros instrumentos de evaluación y seguimiento que nos brinden información acerca de los aprendizajes que están realizando los estudiantes desde sus casas.
Por ello, en el transcurso del informe se abordarán conceptos claves como evaluación formativa, metacognición y retroalimentación.
Elegí esta charla porque su contenido es de gran valor y utilidad para mi práctica como docente, ya que actualmente atravesamos un contexto educativo en el que debemos implementar más que nunca la evaluación formativa de los alumnos. Si bien se trata de un paradigma que ya estaba puesto en práctica en mayor o menor medida, hoy es el que predomina; por eso mi objetivo de aprendizaje es enriquecer mi mirada sobre dicha evaluación, obteniendo herramientas para saber cómo implementarla, actualizar los recursos e instrumentos con los que contamos y de qué manera implica al estudiante, para que realmente sea una experiencia formativa en su rol como protagonista de sus propios aprendizajes.
Con el objeto de enriquecer el aporte de Rebeca Anijovich, complementaré el desarrollo del marco teórico con bibliografía consultada de las cátedras de Psicología educacional, en conexión con la práctica metacognitiva, desarrollada por la disertante, como herramienta para la autorregulación de los propios aprendizajes y del desarrollo de la autonomía.
También abordaré el sentido de la evaluación formativa y su funcionalidad en el aprendizaje consultando bibliografía leída de la cátedra Pedagogía y Contextos Socioculturales.
Desarrollo
Al comenzar la conferencia, previo al desarrollo del contenido a explicar, se ha realizado una puesta en común sobre los criterios, la realidad escolar en la que nos encontramos y los aspectos a tener en cuenta en la modalidad de educación virtual. Estos puntos no son menos, sino que son un punto de partida para pensar las nuevas prácticas e intervenciones docentes, que estarán muy relacionadas con las evidencias de aprendizaje que luego recojamos.
Entonces, ¿qué sabemos hasta ahora? Partiendo de la premisa que la educación virtual no puede ser una réplica del formato escolar, los docentes han debido repensar sus planificaciones; pero no solo por una cuestión de tiempos, sino también por plantear que los contenidos a enseñar en esta coyuntura cobren sentido para los estudiantes, que sean necesarios y prioritarios; Rebeca Anijovich plantea el interrogante “¿Qué habilidades debe adquirir el alumno hoy?”
A su vez, esos contenidos a enseñar deben estar articulados, de manera que cobren un sentido significativo para los alumnos, es decir, que pueda relacionarlo con su estructura cognitiva; o como señala Ausubel, cuando “puede relacionarse, de modo no arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe” (Ausubel, Novak y Hanesian, 1978, pág. 37).
Introduciéndose al tema a desarrollar en la conferencia, destaca de la situación actual la oportunidad para que se empiece a emplear la evaluación formativa, para valorarla como herramienta de evaluación; en la que, según Gvirtz y Palamidessi (1998) es una herramienta que se orienta a recolectar los datos del proceso de enseñanza y aprendizaje, combinando diferentes tipos de instrumentos que luego serán expuestos por R. Anijovich; y de pensar en conjunto el proceso de metacognición, es decir, de aprender a aprender.
En este tipo de evaluación, se debe tener en cuenta que hoy en día la heterogeneidad de las “aulas” se diversificó, debido a las diferentes realidades socioeconómicas de las familias, y los diferentes trayectos de aprendizaje que tendrá cada uno con variables como la conexión, la ayuda o no de los padres, etcétera.
Previo a contestar el interrogante “¿Cómo saber si el alumno está aprendiendo?” es preciso recordar cuál debe ser el escenario o ambiente que se le debe proporcionar al estudiante para que aprenda mejor:
- Ser protagonista de su aprendizaje (no alcanza con ser activo).
- Desarrollo de habilidades metacognitivas.
- Cuando tiene opciones para elegir.
- Cuando recibe propuestas desafiantes y con sentido.
- Cuando sabe qué es lo que se espera que aprenda.
¿Cuándo nos damos cuenta si los estudiantes aprenden?
Podemos identificar que el alumno está aprendiendo cuando deja en evidencia las siguientes pistas: es capaz de explicar con sus propias palabras lo aprendido, da ejemplos, se formula preguntas, analiza, crea y experimenta con el contenido. Estas pistas mencionadas son muy útiles para realizar una evaluación formativa.
Aquí, la disertante, expone el concepto de metacognición, haciendo referencia a “la capacidad de los alumnos para autorregular su propio aprendizaje, planificar, monitorear sus avances, las estrategias, logros y obstáculos que tuvieron” (Anijovich), insistiendo en que es a través de la evaluación formativa que, como docentes, le brindamos esta capacidad a los estudiantes.
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