Comunicacion Comercial
Enviado por claudia528 • 7 de Febrero de 2012 • 433 Palabras (2 Páginas) • 726 Visitas
En primer lugar debemos reconocer que la burocracia pública no es tan ineficiente y autocrática como le señalan, ni la burocracia privada es tan eficiente y productiva como tratan de representarla. En ambos mundos existen islas de eficiencia y de ineficiencia en iguales proporciones dentro de un continuo bastante extenso. Además, a los panegiristas de la administración privada y a la vez detractores de la administración pública (por lo general neoliberales) se les olvida que los funcionarios y empleados de ambas provienen de la misma sociedad y del mismo sistema educativo, con todos sus aciertos y desaciertos. Y que no se obra ningún milagro en las organizaciones privadas, para superar las mediocridades, la ausencia de formación y cultura, y los vicios sociales.
En segundo lugar, tanto en una como en la otra, la carencia de formación en administración en todos lo niveles, y no solamente en los niveles intermedios encargados de la supervisión y el control de las operaciones, es una enfermedad endémica. En parte porque la gran mayoría de los que dirigen las organizaciones públicas o privadas, por lo general, no tiene formación administrativa aunque posean títulos en otras disciplinas; y en parte porque la formación en administración que se recibe en las universidades, salvo rarísimas excepciones, es bastante superficial, de "recetario" como acostumbran los anglosajones, y en la mayoría de los casos desfasada en el tiempo e impartida por profesores carentes de excelencia académica y debidamente actualizados en su ramo.
En tercer lugar, la prepotencia burocrática no es un fenómeno propio de la administración pública, existe también y en igual proporción en la burocracia privada, y tampoco lo es como "característica" inherente a la burocracia, sino que es un producto cultural de la sociedad, fruto a su vez de la ignorancia, la falta de clase y el aldeanismo propio de los ciudadanos de aquellos países en donde las nuevas generaciones son escasamente la siguiente a la que emigró del campo a las ciudades en los últimos decenios.
En cuarto lugar, el burocratismo, en el mal sentido de la palabra, es también producto de la no participación de la sociedad en la toma de decisiones, ya sea por indiferencia o porque el sistema está diseñado para que el Estado y por ósmosis lar organizaciones privadas actúen de manera autocrática, paternalista y clientelar, dejándole a los políticos en cargos de gobierno y a los ejecutivos en empresas privadas, la responsabilidad de decidir por los ciudadanos y clientes. Si los ciudadanos participaran más en las decisiones públicas, cuando el sistema lo permite, y presionaran más a las empresas privadas, muy probablemente la relación burocracia-ciudadano/cliente sería totalmente diferente
...