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Comunicación Jesús Martín-Barbero


Enviado por   •  9 de Marzo de 2014  •  5.970 Palabras (24 Páginas)  •  282 Visitas

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Comunicación

Jesús Martín-Barbero

Advertencia sobre este texto

Este es un documento de trabajo que busca trazar un mapa de aproximación a algunas de las transformaciones que atraviesa la “sociedad del conocimiento” desde una perspectiva latinoamericana. Esta organizado en tres partes que no se sitúan en un único y mismo plano sino en forma trasnversal unas a otras: la primera recoge la reflexión que se plantea en el ámbito académico, la segunda tematiza las agendas de varias instituciones de integración latinoamericana (Convenio André Bello, OEI, SELA) y la tercera proyecta una mirada desde el ámbito de la intervención social de la Universidad en nuestros países.

I. La nueva centralidad de la cultura en la sociedad

“Lo que está cambiando no es el tipo de actividades en las que participa la humanidad sino su capacidad tecnológica de utilizar como fuerza productiva lo que distingue a nuestra especie como como rareza biológica, su capacidad de procesar símbolos”.Manuel Castells

1. La mediación tecnológica del conocimiento en la producción social

El lugar de la cultura en la sociedad cambia cuando la mediación tecnológica de la comunicación deja de ser meramente instrumental para espesarse, densificarse y convertirse en estructural: la tecnología remite hoy no a unos aparatos sino a nuevos modos de percepción y de lenguaje, a nuevas sensibilidades y escrituras. Radicalizando la experiencia de des-anclaje producida por la modernidad, la tecnología deslocaliza los saberes modificando tanto el estatuto cognitivo como institucional de las condiciones del saber y las figuras de la razón (Gh. Chartron, A. Reneaud) lo que está conduciendo a un fuerte emborronamiento de las fronteras entre razón e imaginación, saber e información, naturaleza y artificio, arte y ciencia, saber experto y experiencia profana. Lo que la trama comunicativa de la revolución tecnológica introduce en nuestras sociedades no es tanto una cantidad inusitada denuevas máquinas sino un nuevo modo de relación entre los procesos simbólicos –que constituyen lo cultural– y las formas de producción y distribución de los bienes y servicios. El nuevo modo de producir, inextricablemente asociado a un nuevo modo de comunicar, convierte al conocimiento en una fuerza productiva directa. La “sociedad de la información” no es entonces sólo aquella en la que la materia prima más costosa es el conocimiento sino también aquella en la que el desarrollo económico, social y político, se hallan estrechamente ligados a la innovación, que es el nuevo nombre de la creatividad y la creación humanas. Todo lo cual nos aboca a la investigación de tres procesos claves:

a. Aparición de un entorno educacional difuso y descentrado. Un entorno de información que recubre y entremezcla saberes múltiples y formas diversas de aprender, y descentrado por relación al sistema educativo que aún nos rige, y que tiene muy claros centros en la escuela y el libro. Desde los monasterios medievales hasta las escuelas de hoy el saber ha conservado ese doble carácter de ser a la vez centralizado y personificado en figuras sociales determinadas. De ahí que una transformación en los modos de circulación del saber es una de las más profundas transformaciones que puede sufrir una sociedad. Es disperso y fragmentado como el saber puede circular por fuera de los lugares sagrados que antes lo detentaban y de las figuras sociales que lo administraban. La escuela ha dejado de ser el único lugar de legitimación del saber, pues hay una multiplicidad de saberes que circulan por otros canales, difusos y descentralizados. Esta diversificación y difusión del saber, por fuera de la escuela, es uno de los retos más fuertes que el mundo de la comunicación le plantea al sistema educativo. Saberes-mosaico, como los ha llamado A. Moles, por estar hechos de trozos, de fragmentos, que sin embargo no impiden a los jóvenes tener con frecuencia un conocimiento más actualizado en física o en geografía que su propio maestro. Lo que está acarreando en la escuela no una apertura a esos nuevos saberes sino una puesta a la defensiva y la construcción de idea negativa y moralista de todo lo que desde el ecosistema comunicativo de los medios y las tecnologías de comunicación e información la cuestiona en profundidad.

b. Nuevas figuras de razón que interpelan a la tecnología inteligente. Con el computador estamos no ante una máquina con el que se producen objetos sino ante un nuevo tipo de tecnicidad que posibilita el procesamiento de informaciones y cuya materia prima son abstracciones y símbolos. Lo que inaugura una nueva aleación de cerebro e información que sustituye a la tradicional relación del cuerpo con la máquina. De otro lado, las redes informáticas al transformar nuestra relación con el espacio y el lugar movilizan figuras de un saber que escapa a la razón dualista con la que estamos habituados a pensar la técnica, pues se trata de movimientos que son a la vez de integración y de exclusión, de desterritorialización y relocalización, nicho en el que interactúan y se entremezclan lógicas y temporalidades tan diversas como las que entrelazan en el hipertexto a las sonoridades del relato oral con las intertextualidades de la escritura y las intermedialidades del audiovisual. Una de las más claras señales de la hondura del cambio en las relaciones entre cultura, tecnología y comunicación, se halla en la reintegración cultural de la dimensión separada y minusvalorada por la racionalidad dominante en Occidente desde la invención de la escritura y el discurso lógico, esto es la del mundo de los sonidos y las imágenes relegado al ámbito de las emociones y las expresiones. Al trabajar interactivamente con sonidos, imágenes y textos escritos, el hipertexto hibrida la densidad simbólica con la abstracción numérica haciendo reencontrarse las dos, hasta ahora “opuestas”, partes del cerebro. De ahí que de mediador universal del saber, el número esté pasando a ser mediación técnica del hacer estético, lo que a su vez revela el paso de la primacía sensorio-motriz a la sensorio simbólica.

c. Cambios en los mapas profesionales y laborales que se avecinan. Aunque nuestras universidades no parecen darse por enteradas está en marcha una transformación en profundidad del mapa “moderno” de las profesiones, un mapa más ligado cada día a la configuración de nuevos oficios que vienen exigidos por las nuevas formas de producir y gestionar, y por las nuevas destrezas mentales que la revolución tecnológica introduce en la alfabetización al mundo laboral de hoy ya. Pero hay otro plano en que el cambio de cartografía se halla aún mas lejos de nuestras universidades: el nuevo estatuto del trabajador en la sociedad que, si por un lado presenta la cara socialmente más dolorosa

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