Con la evolución del mercado y el comercio, los consumidores han buscado cada vez más soluciones hechas a la medida de sus propias necesidades

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

ENSAYO

Introducción:

Con la evolución del mercado y el comercio, los consumidores han buscado cada vez más soluciones hechas a la medida de sus propias necesidades, mundos individuales, con los cuales puedan satisfacer todos sus gustos y preferencias.

Dada la ansiedad de complacer al ser humano se ha creado el reto de formar los Centros Comerciales, donde cada individuo encuentra un ambiente de consumo extremo y un nuevo espacio de socialización.

Por lo tanto, lo que se pretende es desarrollar una argumentación crítica y reflexiva, acerca de uno de los nuevos paradigmas de las sociedades contemporáneas, y como estos se han convertido en sitios de alienación social, o en enajenación mental, donde todos acudimos en un divertido carnaval para hacer nuestras compras. A pasar el tiempo libre o los ratos de ocio, a pagar los servicios o al cine. En fin, definiremos al centro comercial como el nuevo fetiche mercantil, donde la sociedad de consumo se da su banquete.

Desarrollo:

Desde tiempos antiguos, comenzando con las sociedades tradicionales se ha dado la necesidad de consumir, únicamente para satisfacer las diferentes necesidades que como individuos tenemos día a día.

En la última década ha aparecido intensas transformaciones y cambios de carácter económico, social, cultural y ambiental que caracterizan la denominada era posmoderna. Definiendo subjetivamente al centro comercial, podemos decir que es el nuevo fenómeno de la sociedad, el cual probablemente se lo considera como uno de los mejores laboratorios donde se detectan grandes claves de una sociedad global que, en su estandarización cultural, tiende de manera incontrolada hacia pautas de consumo exagerado.

La idea básica que tienen los centros comerciales en común no es más que atraer la mayor cantidad de personas adictas o fieles al consumo, ya que estos nos brindan todo lo que carecemos y nos ofrece la compra como medio de interacción comunal, los individuos encuentran en estos lugares grandes centros de interacción ya que, aquí encuentran más actividades como la alimentación, salidas al cine o indiferentemente entretenerse con solo mirar lo que contiene una tienda, la sociedad se involucra con mundos ficticios en busca de objetivos ilusorios y de remedios que palien una existencia aquejada de un inconformismo crónico.

Los centros comerciales, en este sentido, se han convertido en el escenario más evidente de la posmodernidad en todos sus sentidos como lo mencionamos anteriormente, pero también en la clave a partir de los cual se ha articulado con toda su fuerza los procesos de globalización económica, social y cultural, así como sus contradicciones. Posmodernifsmo y globalización se dan la mano en los centros comerciales.

Como nos menciona José Saramago en su famosa novela “La Caverna”, conceptualiza a los centros comerciales como centros de recreación y finanzas, donde se suplen prácticamente todas las necesidades, así mismo como el manejo del tiempo libre o del ocio, atraídos por el concepto de seguridad que brindan a su interior, entonces el centro comercial, se convierten en una especie de castillo medieval en donde la gente es protegida de inseguridad ante sí mismo esperando ser complacidos de cualquier manera en estos centros.^[1]

Escudero Gómez en cambio involucra a los centros comerciales dentro del estudio de una ciencia social, y señala el autor, el término centro comercial presenta dentro de los estudios de la materia, dos posibles significados que, según se mire, harían referencia a realidades no sólo distintas, sino incluso hasta, en cierto modo, antagónicas. Por un lado, centro comercial puede significar el área comercial clásica de una ciudad, que generalmente coincide o ha coincidido con su centro histórico y donde aparecen un elevado número de establecimientos y tiendas. Por otro, por centros comerciales pueden entenderse aquellos nuevos espacios surgidos en la periferia urbana, los conocidos de forma genérica en la literatura anglosajona como malls. Espacios que, en su mayoría, son el resultado de actuaciones planificadas sobre el territorio, no sin olvidar, como nexo común a todas éstas, una nueva lógica distributiva de las funciones económicas en la era postfordista (Énfasis en los tipos de consumidor, en contraste con el previo énfasis en las clases sociales) o era de la información.^[2]

Desde la aparición de los centros comerciales se observa como fue incrementando la codicia de la sociedad, ver que la pasión y el idealismo pueden fundirse bajo el mismo techo. Un individuo cuando ingresa al centro comercial se siente en la necesidad de complacer gustos que le vienen al momento de ver algo que le llama la atención, mas no porque en verdad lo necesite, podemos definir a esto como la compra impulsiva que nace en ellos, el aire, la comodidad, los espacios de compra pueden tener gran influencia a todo esto.

Estos nuevos sitios de compra desde que se implementaron en el mundo del comercio han sido una gran desventaja para la vida económica de las comunidades, ya que estos han absorbido varias actividades, tanto económicas como sociales en un mismo sitio dándole facilidad al consumidor en obtener algo.

Para un centro comercial la clave del éxito ha venido, en esencia, por la combinación de la compra y el entretenimiento: Ocio y consumo son indisociables, pues el uno encierra al otro, para recrearse se consume y para consumir se pasa un rato agradable, por otro lado, estos sitios se han configurado como “catedrales del consumo” pues es la elevada concentración de bienes y servicios y, especialmente, su alta variedad, lo que facilita su venta y atrae a más usuarios, así con esto es lo que les ayuda ser más competitivos, actuando como el espacio donde se proyecta con más firmeza la lógica capitalista: oferta y demanda y el CONSUMIDOR: son los que adquieren los bienes y servicios en el mercado para satisfacer sus necesidades.

Para conectar con el usuario se crea un ambiente en el que éste se sienta cómodo y sobre todo persuadido en su deseo de consumir. En este ambiente, los elementos visuales actúan como los principales focos para captar la atención de los clientes, creando estéticas imaginativas y ficticias: en una realidad post-moderna donde la imagen representa el todo y donde la sociedad se deja llevar por una imagen creado por ofertas o simplemente moda.

Actualmente la sociedad para estar siempre al tanto del desarrollo, se ha involucrado tanto en el modernismo, que ahora desde muy pequeños conocen este mundo del comercio y crecen con la mentalidad de que en un centro comercial pueden encontrar diversidad de cosas que pueden complacerlos inmediatamente, dejando a un lado el ser social fuera de un mundo virtual, lleno de fantasías y necesidades que no son obligatoriamente necesarias, sino más bien son atraídas por el momento, dejan a un lado el poder salir a un parque o un sitio diferente y la juventud empiezan a tomar en cuenta únicamente esos sitios para el encuentro con otras personas, se alejan de la sociedad, dando más importancia a un mundo ficticio, trasladan toda su vida social al interior de estos centros, celebrando eventos de cumpleaños, festividades, entre muchos otros, se perdió la vida de barrio, de salir a la cuadra, de conocerse con el vecino, de tener espacios abiertos que propicien e incentiven encuentros ciudadanos, hoy día casi no existen planes de ocio que no involucren estos encuentros en lugares netamente comerciales donde las personas se encierran creyendo que salen a disfrutar un entorno urbano.

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