Contrato Social De Jean Jacques Rousseau

CONTRATO SOCIAL DE JEAN JACQUES ROUSSEAU

El Contrato social se basa en la libertad de toda persona, desde el momento de su nacimiento y como contradictoriamente en el instante de comenzar a existir lleva ya varias ataduras, responsabilidades. Un ejemplo vivo que se toma en este libro es la familia. Como organización social forma parte fundamental ya que es la primera para todo individuo pero como anteriormente ya mencionado comienza a implicar responsabilidades desde ese momento, comienzan a regir, con una normatividad, imponiéndote formas de pensar como la religión y en ocasiones hasta el equipo de fútbol, otra cosa que se hereda por la familia, es la clase social, existe movilidad social, pero esto implica estar directamente ligado con la clase social con la que naciste.

Sin embargo, cada ser tiene la capacidad para destituirse de este grupo social primitivo, acabadas las bases para la conservación

Grotio, autor muy mencionado por el creador de este libro, habla de los poderes humanos, y niega que estos hayan surgido para los gobernados.

Otro gran escritor mencionado para este libro es Aristóteles, que señala “todos somos iguales y por consiguiente podríamos tener las mismas oportunidades”, es totalmente equivoco, porque no es así, uno nace para ordenar y otro nace para cumplir estas órdenes.

Es simple desde los tiempos del Antiguo Testamento, cito esto ya que por lógica debería de ser diferente, al referirse a una época totalmente gobernada por Dios, ya que todos creían ser instrumentos de predicción, sobre todos los reyes, había reyes que nacían siendo monarcas por obra divina, y sus hijos les seguían. Pienso que a partir de estas épocas es cuando surge esta forma de pensar de la gracia divina.

No se niega que Dios exista pero de allí a que sus decisiones hacia la raza humana sea que el género humano pertenezca a un centenar de hombres hay una larga distancia.

Cabe relatar la importancia del poder, hay derechos claro pero solos los “fuertes” pueden tenerlos, ya que el débil no vale pero hasta nuestras fechas.

Tal vez no se trate solo de fuerza física, aunque creo que entra en este poder, pero también el que tiene mayor puesto en determinado lugar, es mas graciado que uno que es considerado menos.

Tenemos pues que cuando un ser humano obedece un derecho a la fuerza es como si este no se estuviera siguiendo, hasta que este derecho se respete sin necesidad de algún tipo de fuerza.

Todo hombre nace con un don muy preciado llamado libertad, no obstante existe gente a la que se le arrebata. Estas personas son de una determinada forma esclavos.

Tal es el hecho de vender tu libertad, y a cambio recibir la subsistencia, si se renuncia a esta libertad, se pierde la dignidad de hombre, a pesar de que uno tiene la libertad de exigirle este sustento sin necesidad de entregar la libertad, por consiguiente esto resulta contradictorio, ya que al vender la libertad se pierde es albedrío sobre el exigir sustento.

El hombre pierde toda su libertad natural y el derecho todo cuanto está a su alrededor, y gana su libertad civil y la propiedad de lo que posee.

El hombre tiene derecho a lo que necesite, pero al convertirse dueño de una propiedad pierde el derecho de lo demás.

“Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes”.

Este se podría decir es el fin del libro, su lema principal.

Conviene remarcar a que el autor de este libro utiliza dos términos especiales para nombrar lo que todo el mundo hace con la sociedad, en que vive para seguir las reglas de sus determinados gobernantes, pacto social.

Si descartamos este pacto social entonces nos daría de resultado lo siguiente:

” Cada persona pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, y cada miembro considerado como parte indivisible del todo”

Esto vale decir que es lo que en verdad se espera, que todos, como individuos libres participen directamente en su gobierno, tal vez no siendo todos gobernantes pero si seleccionando a estos, y así mantener esa dignidad de persona, que te da la libertad.

Para que una sociedad exista, es necesario que mantengan un bien común, cual quiera que fuese este.

Para el pueblo, el soberano es único y todo lo que dice se sigue, y este poder jamás podrá ser divisible. Se crean una visión falsa del soberano, se ve como un dios, un ser único y magnífico.

Con el pacto social se da un poder absoluto a todo cuanto hay en el territorio y a todos los seres partes de este pacto.

Todo gobierno llamado República, deberá estar regido por leyes, que el mismo pueblo deberá crear, no exactamente el pueblo en unidad, pero tampoco deberán ser creadas por el gobernante principal ya que aunque estas leyes serán de estos mismos, necesitan a otra persona que observe todo esto con un punto de vista exterior, y se le llamara legislador.

El legislador, deberá ser un hombre que entienda los errores, los problemas de todos, las pasiones pero sin que este caiga en estos sucesos. En otras palabras deberá ser un mil usos, ya que tendrá igualmente una autoridad sin igual para gobernar y determinar estas leyes, aun con su sabiduría encontrará la forma de expresarse con el pueblo, no obligará a alguien a cumplir las leyes ni con la razón ni con el uso de la fuerza, tendrá que acudir a fuerzas superiores.

El creador de las leyes tendrá una tarea bastante difícil ya que no solo deberá escribir y obligar el cumplimiento, observará a todo el pueblo para ver si está funcionando adecuadamente o si es necesario cambiar dichas leyes. Muchas veces sucede que los jóvenes respetan las leyes, o que por lo menos no las corrompen, si desde pequeño se les enseñó lo que se debe de hacer, pero ya de viejos no se consigue nada, imponiendo determinadas normas, esto nos lleva a pensar que la costumbre es primordial para que se respeten o no las leyes impuestas.

Se necesita que no se impongan leyes demasiado duras o al contrario, para obtener un nivel medio y así es como se logrará la paz y felicidad que se busca.

Las naciones, pienso, que puede estar un una proporción considerable, ni muy grandes ni muy pequeñas, se encontrará este término medio. Pero en realidad es absurdo hablar del territorio, primeramente se necesita organizar el gobierno y después basarse en las riquezas del territorio y repartición del mismo.

Existen 2 para apreciarse y medir un pueblo: la primera es su extensión territorial y la cantidad de habitantes. Pero para medir el estado en que se encuentra este, se observa, la cantidad de producto

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