Corporeidad Y Modicidad
Enviado por veronica164 • 4 de Junio de 2014 • 5.589 Palabras (23 Páginas) • 273 Visitas
DESDE LA CORPOREIDAD A LA CULTURA
No es fácil hacer una distinción entre los diversos aspectos de la cultura. Y por otra parte ocurre que todos los productos de la cultura son resultados de los modos compartidos de pensar, sentir y actuar de los seres humanos y no de sus cuerpos ni de sus intelectos independientemente.
En consecuencia la persona posee distintos aspectos: simbólico o intelectual, físico o corporal, anímico o emocional. Entendemos que en las personas la cultura es unitaria, global. De esta manera participa la persona en la cultura. Dentro de esa globalidad podemos entender la faceta deportiva y hablar entonces de cultura deportiva.
La cultura se refiere a las formas pautadas de pensar, sentir y comportarse. A través de la actividad física, el juego y el deporte el ser humano cubre las tres líneas de despliegue de la acción humana, dando lugar a las tres actividades humanas fundamentales: el sentido físico (hacer); el sentido ético (obrar); el sentido filosófico (saber).
Partiendo de una concepción filosófica occidental, podríamos asegurar que para poder analizar los juegos y el deporte habrá que recuperar la doble realidad corporal: cuerpo como realidad personal y cuerpo en acción, generador de movimiento. Partiendo de una concepción filosófica oriental, más bien podríamos asegurar que existo y que soy un microcosmos (individual o personal) y que estoy, y por tanto, vivo en un macrocosmos social.
En definitiva podemos analizar el cuerpo en una doble vertiente: como vehículo de ser corporal, y como vehículo que está en el mundo y se relaciona con él y, consecuentemente, como emisor y transmisor de vivencias (pensamientos, acciones y emociones).
A partir de estas líneas se conforma la realidad humana. Y los dos elementos vitales del ser humano son: el cuerpo (corporeidad) y el movimiento (motricidad).
I. Corporeidad y realidad humana
Se nos hace necesario un breve repaso histórico desde el punto de vista antropológico y filosófico sobre el estudio de la realidad corporal humana:
García Bacca (1987) distingue dos planos: El hombre como tema (El cuerpo como algo definido, estable y permanente) Y El hombre como problema (El cuerpo como evolución, dinamismo y progreso).
Esta distinción entre lo permanente y lo transeúnte es una de las interpretaciones de la realidad del hombre que divide las escuelas filosóficas desde la antigüedad. Dentro de estas realidades se incluye la realidad corporal que da pie a planteamientos pedagógicos y deportivos desde sus distintos enfoques: educativo, recreativo y competitivo.
A partir del concepto que nos brinda García Bacca del hombre como problema, para abordar el análisis cultural del juego, de la actividad física y del deporte, nos surge la necesidad de estudiar la comunicación, la expresión, la creatividad, el movimiento, la motricidad.
Confundir cuerpo con corporeidad (ser corporal) es entender el ser humano simplemente animal. Sin embargo la persona se manifiesta con su cuerpo y a través de su cuerpo. Esas manifestaciones (pensamientos, emociones y sentimientos) son parte de ese cuerpo que vive.
Cuando nos referimos al ser humano podemos definir corporeidad como "la vivenciación del hacer, sentir, pensar y querer" (Zubiri, 1986). La corporeidad se refiere al ser humano, y por tanto, el ser humano es y vive sólo a través de su corporeidad.
Nacemos con un cuerpo que desde el momento del nacimiento, a través de la acción, del movimiento se adapta, transforma y conforma como corporeidad. Esta conformación viene dada por el movimiento, por la acción y por la percepción sensorial (vista, oído, tacto, gusto, olfato y percepción cinestésica). Ya en el vientre de nuestra madre necesitamos movernos. Todo este proceso se va desarrollando a lo largo de toda nuestra vida, de manera que vamos cambiando y conociéndonos dependiendo de la imagen corporal que tenemos de nosotros mismos y de la imagen que nos hacemos al interpretar el mundo exterior a lo largo del día y de nuestra vida. Este proceso acaba con la muerte: es entonces cuando dejamos nuestra corporeidad, para acabar siendo un cuerpo.
El ser humano se expresa, se comunica, vive con, por y a través de su corporeidad. Podríamos decir que la epifanía del ser humano es su cuerpo y a partir de él desarrollamos la corporeidad (aspecto físico, psíquico y anímico). La reflexión corporal del ser humano pronuncia su primera manifestación usando el cuerpo, creando corporeidad de muchas maneras: desde que está en el vientre de la madre tiene necesitar de moverse; desde recién nacido siente la necesidad de expresarse y su corporeidad es su primera vía de expresión y comunicación con el mundo; desde ese momento utiliza su cuerpo como vehículo para ser, estar, sentir y expresar en el mundo y para el mundo que le rodea; desde ese momento se transparenta, sale a la luz desde su cuerpo frente a sí mismo y frente a los demás; el ser humano vive con y de su apariencia corporal, que puede ser inmóvil (cuerpo, "dokeo" de los presocráticos") y apariencia móvil: apariencia gestual, llena de expresión.
"No sólo los cuerpos ajenos, sino el propio cuerpo del sujeto que reflexiona sobre la corporeidad y trata de atenerse a ella como el único dato fiable, al ser percibido, viene ya filtrado por la corporeidad misma" (Cencillo, 1973).
La corporeidad, entonces, forma parte de la identidad personal y social de cada ser.
II. Corporeidad: realidad y comunicación
Corporeidad es tener conciencia de nuestro cuerpo, es sinónimo de encontrarnos y enfrentarnos a nuestra propia realidad. Tomar conciencia de mi cuerpo es la experiencia de lo que sentimos a través de él, y la experiencia de lo que percibimos a partir de ese cuerpo al tiempo que lo asumimos como realidad eficaz de comunicación.
La corporeidad es realidad y origen de la comunicación, a través de ella se puede perfilar nuestra imagen. Así los demás comprenden y se relacionan con la persona; tanto la revelación de nuestra intimida como la revelación de nuestra disponibilidad. Cuando la persona reconoce, asume y aprueba su cuerpo es cuando tiene conocimiento de él, toma conciencia de su corporeidad y es capaz de comunicarse a partir de él. A esto se refiere Gurméndez (1981) cuando nos indica que no hay una separación tajante entre el cuerpo, lleno y capaz de sensibilidad, y el mundo. Afirma de esa sensibilidad a flor de piel se constituye el adentro y las personas comienzan a sentirse, a percibirse como una realidad presente: un cuerpo con posibilidad de comunicación.
III. Corporeidad como sentir de la realidad
El cuerpo es el sentimiento de la realidad y tener cuerpo es tener mundo, hacer posible
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