Creatividad

Según el Diccionario de la Real Academia Española, Creatividad se define como: 1. f. Facultad de crear; 2. f. Capacidad de creación.

En nuestra primera clase presencial, al abordar este tema se comentó que todos los individuos somos “creativos” en cuanto tenemos la capacidad o facultad para crear. El acto mismo de desarrollar un pensamiento personal de la información que recibimos  basado en nuestro pensamiento crítico y experiencias, es un acto creativo. Es allí donde surge la posibilidad de crear algo nuevo, diferente a lo ya realizado. Por lo tanto, la creatividad tiene que ver con el acto de creación, de originalidad, o de transformar lo ya existente en algo mejor.

En el artículo “Charles Darwin y el desarrollo de la creatividad”, Ximena Miranda Garnier (2010), establece que la creatividad, desde una perspectiva sociocultural, es un proceso por medio del cual un individuo crea una idea, producto o descubrimiento que los expertos del campo o dominio cultural reconoce y validan.  En este contexto, considero que las artes aportan, continuamente, ideas y procesos creativos.

Uno de los artistas contemporáneos más creativos es sin duda Henri Cartier-Bresson (1908 – 2004). Cartier-Bresson fue un fotógrafo francés cuya espontaneidad fotográfica ayudó a establecer el fotoperiodismo como una forma de arte. Su filosofía fotográfica, exaltó lo que él llamaba el “momento decisivo”. Este “momento” es aquel, que el fotógrafo debe descubrir sobre el terreno y en el que capta aquel instante único y significativo, cuando la escena adquiere su máximo sentido expresivo.

Cartier-Bresson cubrió muchos de los eventos más importantes de su época como la Guerra Civil española, las revueltas francesas de 1968, el nacimiento de la Republica Popular China, y su famoso reportaje de la muerte de Ghandi en la revista Life, por lo cual que es considerado como uno de los artistas más importantes del siglo 20. En 1935, Cartier-Bresson pasa un año en México y exhibe su obra, junto con Manuel Álvarez Bravo en el Palacio de Bellas Artes. También expuso en Nueva York (1946 y 1967), Londres (1955), París (1967 y 1969) y Madrid (1983). En 2003, junto con su esposa e hija, crean la Fundación Henri Cartier-Bresson, con sede en París, Francia, para asegurar su legado como artista y por preservar su obra. Henri Cartier-Bresson falleció en Francia, el 3 de agosto de 2004, sólo un par de semanas antes de cumplir 96 años.

¿Qué influencias tuvo Henri Cartier-Bresson para desarrollar su creatividad?

Cartier-Bresson fue el mayor de cinco hermanos dentro de una familia rica, su padre hizo una fortuna como fabricante textil.  Educado en París, Cartier-Bresson desarrolló desde temprana edad una gran inclinación por la literatura y las artes. La creatividad era parte de su ADN ya que su bisabuelo había sido artista y un tío era un notable impresor, así también su padre había incursionado en el dibujo.

El arte se mantuvo siempre en el centro de su vida. En 1927 inició un período de dos años estudiando pintura con el reconocido cubista André Lhote, luego se trasladó a la Universidad de Cambridge para sumergirse aún más en los cursos de arte y literatura. Se instalo en París por un tiempo motivado por la escena del avant-garde, posteriormente viajó a África en 1931 para cazar antílopes y jabalíes, pero África hizo alimentar otro interés en él: la fotografía. Para Cartier-Bresson había paralelismos directos entre su vieja pasión y la nueva.

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