Criminologia
Enviado por imortals • 5 de Noviembre de 2013 • 8.770 Palabras (36 Páginas) • 246 Visitas
TEORÍAS CRIMINOLÓGICAS
Muchas han sido las teorías realizadas a lo largo de la historia en el campo de la Criminología que han intentado averiguar el origen y las causas de la delincuencia, desde los más diversos enfoques y corrientes científicas. Así encontramos teorías de carácter endógeno y exógeno cuyo fundamento se basa en aspectos psicológicos, biológicos, sociales, etc. Realizadas sobre diferentes estudios e investigaciones empíricas [estadísticas policiales, judiciales y penitenciarias, Informes de autodenuncia (self-reporter studies), encuestas de victimización, comparaciones de grupos, etc].
Para el mejor entendimiento y comprensión se han clasificado las diversas teorías en tres grandes bloques perfectamente diferenciados. El primero, y más numeroso, engloba las teorías de la criminalidad o teorías etiológicas de la criminalidad, que se corresponde con aquellas teorías que ya sea desde una visión biológica, psicológica o sociológica, integran lo que se conoce como la Criminología clásica. En segundo lugar las teorías de la criminalización que son aquellas realizadas bajo los postulados de la Criminología crítica.
Seguidamente se estudiarán las teorías integradoras que, como su propio nombre indica, intentan integrar o armonizar los postulados de la Criminología clásica con los de la Criminología crítica.
TEORÍAS DE LA CRIMINALIDAD.
LA CRIMINOLOGÍA CLÁSICA
1. Teorías psicobiológicas.
Tratan de explicar el comportamiento criminal en función de anomalías o disfunciones orgánicas, en la creencia de que son factores endógenos o internos del individuo, los que al concurrir en algunas personas les llevan a una predisposición congénita para la comisión de actos antisociales o delictivos. Del estudio de los rasgos biológicos o del estudio psicológico de la personalidad criminal tratan de obtener aquellos factores que predisponen a algunas personas al delito.
La tesis de LOMBROSO. La Escuela positivista italiana (FERRI y GAROFALO).
Cesare LOMBROSO (1835-1909), quien fundamentalmente en su famosísima obra L’Uomo delinquente, desarrolló su teoría sobre el “delincuente nato” o “criminal atávico”.
En base a sus estudios biológicos y antropomórficos, mencionaba que: el delincuente era una especie de ser atávico “que reproduce en su persona los instintos feroces de la humanidad primitiva y los animales inferiores”, degenerado, marcado por una serie de anomalías corporales y cerebrales fácilmente reconocibles.
El delincuente nato se caracterizaba por los siguientes rasgos psicológicos:
- Insensibilidad moral.
- Precocidad antisocial.
- Vanidad.
- Imprevisión.
- Incorregibilidad
La conclusión a la que llegaba no podía ser otra que la existencia de individuos que debían ser considerados delincuentes desde su nacimiento, ya que estaban fuertemente predestinados al delito.
Raffaele Garofalo:
En la misma línea (positivismo), GAROFALO dice que “existe una clase de criminales que tienen anomalías psíquicas, y muy frecuentemente anomalías anatómicas, no patológicas, pero con carácter degenerativo o regresivo, y a veces atípico, que carecen, en fin, de todo sentimiento altruista y obran únicamente bajo el imperio de sus deseos. Estos son los que cometen asesinatos por motivos puramente egoístas, sin influencia alguna de prejuicios, sin la complicidad indirecta del medio social”.
Pero existen ADEMÁS para GAROFALO DOS SUBCLASES de delincuentes, en los que SE OBSERVA LA INFLUENCIA DEL MEDIO SOCIAL en la delincuencia. Al respecto dice:
) que afecta, generalmente, a las formas menos violentas de la criminal“Individualizada la PRIMERA por el escaso sentimiento de piedad. En su virtud pueden perpetrar acciones antisociales y de GRAN TRASCENDENCIA bajo el influjo de estímulos sociales, políticos o religiosos. La SEGUNDA queda integrada por individuos carentes del sentimiento de probidad (sea por atavismo o herencia, potenciados con mensajes del medio socialidad”.
A partir de esta concepción, FERRI estableció su Ley de saturación criminal, según la cual “el nivel de la criminalidad viene determinado cada año por las diferentes condiciones del medio físico y social, combinados con las tendencias congénitas y con los impulsos ocasionales de los individuos”.
La defensa de estas ideas fue lo que originó que los autores de esta escuela fundamentaran sus teorías en el concepto acuñado por GAROFALO de temibilidad o peligrosidad social.
Las tesis psiquiátricas. Tipologías sobre la personalidad criminal
Estas teorías basan gran parte de sus investigaciones en intentar ESTABLECEN una relación entre delincuencia y la forma del cuerpo humano. Los PRECURSORES en este campo fueron Ernst KRETSCHMER y William SHELDON, alcanzando su mayor auge con las investigaciones sobre la personalidad criminal de Hans EYSENCK.
Ernst KRETSCHMER fue el primero en desarrollar una teoría en la que intentaba ESTABLECE una correlación psicosomática entre los tipos constitucionales, identificándolos en cuatro tipos con diferentes características corporales:
leptosomático o asténico,
atlético,
pícnico y
un tipo mixto.
Por otra parte, distingue dos tipos somáticos: el ciclotípico y el esquizotípico. Los esquizotípicos eran personas fuertes y musculadas, y tenían más posibilidades de delinquir que los ciclotípicos, que eran débiles y delgados.
William SHELDON
Desarrollando los trabajos anteriores de Kretschmer, SHELDON distinguió tres tipos somáticos a los que les correspondía un temperamento particular:
El endomorfo (de constitución suave y grueso) que son personas lentas, cómodas, sociables y extrovertidas;
El mesomorfo (de constitución sólida, muscular y atlética) que son agresivos y activos; y
Los ectomorfos (de constitución frágil y delgada) que tienen un carácter moderado e introvertido.
Todas las personas poseen estas características en mayor o menor grado. SHELDON realizó un sistema para medir cada una de estas características en una escala de 1 a 7. El mejor balance individual se correspondía con un resultado de 4-4-4 mientras que, por ejemplo, una persona con un resultado de 4-2-7 sería fuertemente ectomorfo, con una cantidad media de características endomórficas y pocas características mesomórficas.
De estos tres tipos somáticos, señalaba el autor, en base a una investigación realizada sobre 200 delincuentes juveniles con edades comprendidas entre 15 y 24 años, que fueron comparados con 4.000 estudiantes, que cada tipo incluía una personalidad diferente y favorecía una manera diferente de actividad delictiva.
Los endomorfos
...