Cuento Motor
Enviado por gera18 • 19 de Febrero de 2014 • 988 Palabras (4 Páginas) • 276 Visitas
LA HISTORIA DE LA ARDILLA ZV
Érase una vez una pequeña ardilla llamada ZV, que vivía en un inmenso bosque. Sus árboles eran muy altos (los niños miran hacia arriba) y estaban cargados de sus frutos favoritos: las bellotas. Las miraba siempre sorprendida (cara de asombro) y con ganas de crecer para, así, poder llegar a alcanzarlas algún día.
La ardilla intentó trepar por el árbol (imitar la trepa), cuando una fuerte lluvia le hizo resbalar por el tronco hasta llegar de nuevo al suelo (agacharse hasta el suelo lentamente). Al día siguiente, intentó subir de nuevo y, con gran valentía y esperanza, comenzó a subir por el largo tronco (imitar la trepa). De repente, un pájaro gigante la cogió con su pico (cara de susto y un grito) y la llevó hasta el suelo otra vez (agacharse hasta el suelo lentamente). ZV estaba enfadada (cara de enfado, patadas al aire…) porque el esfuerzo empleado para llegar a las bellotas no se vio recompensado. Se fue a casa… (andar)
A la semana siguiente, corrió otra vez en busca de su alimento favorito.
-¡Esta vez lo conseguiré! (un brazo en alto) –dijo ZV entusiasmada.
Llamó a cuatro amigos para que le ayudaran (hacer gesto con la mano como diciendo “¡venid!”). Su plan era coger una sábana por las cuatro esquinas y montarse en ella mientras sus amigos le lanzaban hacia arriba (simularlo). La impulsaron tres, cuatro, cinco veces… pero cuando había conseguido la suficiente altura, quedó cegada por el radiante sol del verano (manos en los ojos).
Entonces, después de un tiempo sin volver a intentarlo, descubrió que en los árboles ya no había bellotas, ¡ni siquiera hojas! (cara de sorpresa). Todas estaban cubriendo el suelo con una capa amarilla y marrón. ZV lloraba desconsolada sentada en una de las grandes piedras del bosque hasta que alguien oyó su llanto… (Sentarse en el suelo y llorar) Ese alguien se acercaba con una ligera brisa… ¡Era el viento! (soplar)
-¿Qué te ha pasado, pequeña ardilla? –dijo éste.
-¡Nunca podré alcanzar mis preciadas bellotas! –dijo ZV llorando. (llorar)
-Pero, ¿por qué dices eso? –insistió el viento.
-Han desaparecido, ¿no lo ves? Ya no las volveré a probar… ¡ni siquiera a ver! (cara de tristeza)
Entonces, el viento, tomando una bocanada de aire, sopló muy fuerte y… (imitarlo) todas esas hojas secas que cubrían el suelo salieron volando.
A ZV se le iluminó la cara con una sonrisa y dio un gran salto de la piedra (reproducirlo). No podía creer lo que sus ojos estaban viendo (cara de sorpresa). ¡El viento había creado un suelo de bellotas! Corrió hacia ellas, comenzó a tocarlas, a lanzarlas por los aires… (imitarlo)
-¡Gracias, viento! ¡Eres un gran amigo! (felicidad)
-De nada, ZV. Sólo tenías que tener un poco de paciencia…
Y así, ZV vivió feliz con sus bellotas mientras el viento se alejaba por el bosque (decir “adiós” con la mano).
LA CAZA DE LOS INDIOS
Para
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