Código De Etica
Enviado por paujose • 26 de Agosto de 2013 • 2.099 Palabras (9 Páginas) • 228 Visitas
La ética es la parte de la Filosofía, que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. Es la ciencia que de manera rigurosa orienta las actuaciones del individuo para el logro de fines elevados, mediante la recta razón inspirada de la moralidad.
Todo profesional tiene la obligación de considerar los ideales y funciones de su profesión; tiene obligación de considerar el resultado posible de cualquier acción propuesta; tiene obligación de abstenerse de aquellas actividades que quiten mérito a la sana supervivencia de la profesión.
El Relacionista Público como el encargado de crear y mantener las buenas relaciones entre los miembros de la organización, y entre la organización y los demás sectores de la opinión pública, a fin de proyectar una buena imagen de la organización, debe estar siempre sujeto al cumplimiento de las normas éticas y morales para que esa imagen sea siempre favorable.
Deberes Profesionales del Relacionador Público
Cada profesional tiene la ineludible obligación de convertirse en medio ejecutor del imperativo categórico de su investidura. Para ello debe disciplinar sus actuaciones técnicas y científicas, perfeccionar su carácter y fortalecer su conducta dentro de las normas éticas. Este es el medio mas apropiado para realizar una verdadera actuación profesional.
Entre los deberes fundamentales del profesional citaremos los siguientes:
Honradez: La persona decente en todas las actuaciones de la vida, tiene una bandera blanca que levantar para el éxito de su ejercicio profesional. Es la simbolizada por la honradez. Esta cualidad reflexiva, al servicio de toda persona respetuosa de su propia dignidad, tiene como fin principal no engañar ni engañarse. La honradez forma un ingrediente humano que ayuda a mantener la frente en alto, sin temor al agravio del índice acusador de la afrenta. Esta virtud trasciende todos los linderos de las relaciones humanas y vale como fanal luminoso de cualquier tarea en la que están en juego intereses ajenos.
Honestidad: La honestidad es un atributo que refleja el recto proceder del individuo, contentivos de elementos vivos de decencia y decoro; es compostura y urbanidad. La honestidad implica buen comportamiento. Esta cualidad incluye la modestia, como factor de humildad. El individuo honesto siempre será moderado sin las altiveces propias del insensato.
Estudio: El profesional contrae un compromiso con la sociedad que lo mantiene inmerso en la lucha por la superación día tras día. Y para lograr ese valioso objetivo debe dedicarse al estudio, en la búsqueda de los progresos civilizadores que informan los versados. El estudio levanta los niveles intelectuales y prepara al hombre a pasar por la vida conociendo lo útil y provechoso de ella, para el fortalecimiento de las ideas progresistas y el auge de los sistemas modernos.
Investigación: Sistematizar sus conocimientos, mediante la investigación científica, es tarea relevante del profesional. La investigación científica moderna esclarece nuestras ideas, el individuo ligado a tales menesteres queda ligado espiritualmente a los grandes progresos exigidos por la dinámica social. La investigación es una contribución del profesional, con arreglo a su esfuerzo personal y bajo la presión del progreso científico, a colocar a la humanidad en la carrera entusiástica que sus semejantes y colegas llevan como factor importante para un desarrollo ulterior donde no existe.
Cortesía: Las formas afables en el trato social son etiqueta que siempre debe llevar el profesional, para distinguirse de la gente vulgar o tosca, sin que necesariamente tenga que ser un hombre de excepción. La palabra amable, los ademanes moderados y las maneras gentiles, son elementos de cortesía de los que nunca se debe apartar el profesional.
Probidad: Es la conducta considerada como el reflejo de integridad, entereza, hombría de bien, y altura de miras, componentes de la personalidad distinguida. La probidad refleja dignidad y representación. Es la antesala del carácter; mientras más alto sea el grado de probidad en el profesional, más fecundo y perdurable será el recuerdo de moralidad dejado en sus relaciones.
Independencia: En el individuo profesional, la independencia es un grado de autonomía conquistado a base de la liberación lograda por la superación científica y técnica y el espíritu de libertad que lo embargue.
El concepto de independencia debe ir apareado a la condición de profesional por ser disposición de actuar por cuenta propia en la vida social. Ser independiente es ser dueño de su propio destino, sin capitulaciones ni humillaciones. Esa entereza profesional significa un logro, del cual no debemos desertar en bien de nuestra libertad interior, que a su vez se proyecta en la liberación en la libertad ambiental.
Discreción: El hecho de saber guardar silencio de los casos que se ven y se hacen, cuando éstos ameritan secreto, es un rango de altura moral del individuo. La discreción es el seguro refugio que halla el individuo en sus semejantes; es la garantía moral accesoria de la personalidad que inspira el individuo a quien confía el secreto, seguro que sabrá solo responder con el silencio. La discreción, más que una simple actitud, es una verdadera virtud que se caracteriza con la fuerza de voluntad de la prudencia y se distingue por la generosidad del sosegado silencio, no obstante la influencia de fuerzas extrañas que pretendan penetrar el secreto.
Carácter: El conjunto de buenos que forman en el individuo la conducta superior, lo hacen suficientemente apto para afrontar con denuedo las contingencias de la vida y con altura moral decidir lo que debe hacerse rectamente. El carácter es el control de los impulsos primitivos y moderador de la voluntad.
El carácter es la regla que mide y clasifica las características morales del individuo. Un profesional de carácter, representa una garantía para los intereses que maneja en su vida social. El carácter es seriedad, cumplimiento, mando, voluntad definida y temple.
Distribución del tiempo: La distribución inteligente del tiempo en las profesiones como en todas las actividades del quehacer diario, hacen que se aproveche mejor la vida.
Es innegable que para el profesional organizado el tiempo bien distribuido le rinde más, sus aptitudes quedan mejor demostradas y las angustias bien distribuidas y exasperaciones se reducen a la mínima expresión. Hacer el tiempo un elemento útil es favorecedor, porque la vida es corta y perder el tiempo es restarle utilidad a la vida.
Equidad en el cobro de honorarios: Las tarifas profesionales son una guía para el cobro de los honorarios y éstas son
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