Definición e importancia del suelo.
Enviado por alexjulian1993 • 2 de Marzo de 2014 • Tesis • 1.190 Palabras (5 Páginas) • 361 Visitas
Introducción. Definición e importancia del suelo.
En los medios continentales, el suelo es la capa superficial de la corteza terrestre que se forma como resultado de la alteración del sustrato litológico, tanto por la acción de los agentes externos como de los seres vivos. Es, por tanto, la interfase en que confluyen los otros grandes sistemas que forman la tierra: geosfera, hidrosfera, atmósfera y biosfera.
El suelo es la parte esencial del biotopo de los ecosistemas, soporta a los organismos productores y, como consecuencia, y al resto de todas las comunidades vivas. Además, constituye el gran recurso sobre el que se asientan las acciones humanas; conocer cómo funciona, qué riesgos comporta, cómo se puede explotar y cuales son las consecuencias que sobre él tiene nuestra actividad, es asegurar nuestro propio futuro.
El proceso de formación de un suelo es la edafogénesis, y la ciencia que lo estudia es la Edafología o Pedología, que está muy vinculada a la Biología, la Geología o la Agronomía.
Formación de un suelo.
La edafogénesis que es la dinámica física, química y biológica entre los materiales que provienen de la alteración provocada por la meteorización, originándose en su seno una diferenciación vertical en niveles horizontales, los horizontes. En este proceso adquiere gran importancia la actividad biológica y bioquímica de los restos de seres vivos que caen en la superficie del terreno o que viven en el suelo, por lo que no se estudia desde un punto de vista exclusivamente geológico.
Aunque la edafogénesis depende de diversos factores, el desarrollo del proceso es muy similar en la mayoría de las situaciones:
Los procesos que dan lugar a la formación de un suelo son los siguientes:
Meteorización: Es el proceso por el cual los materiales o rocas originales se disgregan o alteran por la acción de los agentes atmosféricos, como los gases del aire, el agua o los cambios de temperatura, quedando los productos resultantes “in situ”. Puede ser mecánica o física y química:
La meteorización mecánica o física es el fraccionamiento de la roca madre sin que cambien sus propiedades, por procesos como la termoclastia, crioclastia, haloclastia o descompresión.
La meteorización química consiste en la alteración de la roca madre cambiando las propiedades intrínsecas de la roca. Los mecanismos mediante los cuales se lleva a cabo este proceso son fundamentalmente la hidratación, la hidrólisis, la oxidación, la disolución y la carbonatación.
Existe un proceso de meteorización biológica, causada por los seres vivos que se superpone a las dos anteriores, denominándose biomecánica o bioquímica.
La acción de la meteorización durante largo tiempo, en zonas donde no se verifican otros fenómenos como la erosión, trae como consecuencia la formación de complejos de intemperismo que gozan de importancia económica pues constituyen yacimientos de minerales explotables. Los más importantes son lateritas y bauxitas, y de menor entidad, incluimos en este apartado los yacimientos de "gossan" y caolín, que son también consecuencia de la meteorización. Las lateritas y bauxitas corresponden en realidad a un tipo particular de suelo, desarrollados en climas tropicales y topografía plana, que favorece la permanencia del agua en el suelo, y retardar los procesos erosivos sobre el mismo.
Factores que condicionan la formación de un suelo.
Los factores que condicionan e intervienen en la formación y evolución de un suelo son los siguientes:
El clima. Es el factor más importante, ya que, además de condicionar el tipo de meteorización de la roca madre, ejerce una vital importancia en su evolución. Entre los componentes climáticos más influyentes destacamos el balance hídrico, que es el equilibrio existente entre las entradas de agua (precipitación) y las salidas (evaporación).
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