Del Estado Dociente A La Sociedad Educadora
Enviado por laraangelr • 5 de Febrero de 2014 • 1.628 Palabras (7 Páginas) • 508 Visitas
Del Estado docente a la sociedad educadora:
¿Un cambio de época?
Alejandro Álvarez Gallego
1. Introducción.
Las más recientes evoluciones educativas suelen ser relacionadas con la revolución tecnológica de las comunicaciones. A pesar de la complejidad de los acontecimientos que conmueven a la educación se propaga la inesperada incursión de las nuevas herramientas y de sus eventos pedagógicos.
Seria simplista asociar de manera unilateral los cambios económicos y políticos con los avances en las comunicaciones. Igualmente, no puede admitirse que los resultados de esos y otros cambios sobre los sistemas educativos puedan exponerse de forma mecánica y lineal como derivados por un solo origen.
Primero, en lo político. Los cambios que se están operando en las estructuras de los Estados obligarían a redefinir el lugar de lo educativo en la sociedad. Segundo, en las formas de organización social que están emergiendo y que producirían modificaciones en las propias prácticas educativas. Tercero, en la cultura de las nuevas formas de comunicación social y de producción del conocimiento, pero sobre todo de los imaginarios desde los que interpretamos dichas prácticas. Último, en la economía, donde se están creando formas de producción e intercambio de bienes y servicios, con la consecuente modificación en las demandas realizadas a los sistemas educativos.
Estamos viviendo una época de transición que marca el paso del Estado docente a la sociedad educadora. La forma como se consolidaron los sistemas de instrucción pública ha impedido que se fortalezca una sociedad civil más protagónica en el ejercicio de la función educativa. Se sospecha que Europa sí ha tenido esa tradición.
2. La Educación antes de la Era Moderna.
Durante muchos siglos las sociedades utilizaron mecanismos diferentes a la escuela para reproducir sus valores y sus maneras de pensar. En Europa, antes del siglo XVI o quizás del XV, la educación era un asunto propio de la Iglesia y se refería fundamentalmente a las prácticas de la fe. En América este fenómeno perduró hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Antes, las culturas llamadas genéricamente precolombinas practicaban otro tipo de rituales muy distintos, relacionados con los papeles diferenciados que los hombres y las mujeres representaban en sus sociedades.
3. La Era del Estado Docente.
La tradición de los Estados modernos es la historia de los sistemas de instrucción pública; desde ahí la educación de la población se convirtió en un asunto estratégico y sus prácticas se escolarizaron. El Estado asumió la función educativa (por eso se llamó Estado docente) y su aparato se fue sofisticando cada vez más en busca de la regulación absoluta de la enseñanza.
La escuela se convirtió en el último eslabón de aquella compleja cadena que terminó llamándose sistema educativo. La estructura vertical que ordenaba este edificio burocrático hizo del maestro un funcionario a quien le correspondía representar la voluntad del Estado en la tarea educadora. El proyecto ilustrado de educar para alcanzar la perfección humana en cada individuo solamente podía hacerse a través de la escuela, pues no existía otro dispositivo de comunicación más eficaz, a no ser la prensa.
El Estado era el responsable de esa tarea civilizadora. La escuela, y por lo tanto el maestro, los edificios, los manuales y los escolares, eran su responsabilidad. Nadie mejor que él podía garantizar la correcta administración de tan delicada misión. Nadie mejor que él para garantizar la unidad de criterios y de contenidos con respecto a lo que la época requería, El Estado era funcional a la escuela y viceversa, gracias a aquel aparato complejo en que se constituyeron los sistemas de instrucción pública. La educación escolarizada, era prácticamente el único medio que se tenía para acceder a lo que entonces se denominó cultura universal o moderna.
La educación escolar era una de las condiciones necesarias para enfrentar y superar la pobreza de las regiones más atrasadas del mundo. Los conocimientos y los valores adquiridos en ella eran suficientes para que una persona sobreviviera el resto de la vida en medio de las exigencias de la sociedad industrial.
4. La Época de la Sociedad Educadora.
Esta época está cambiando, estamos viviendo son apenas signos, huellas y rastros de lo que será quizás una nueva era en las formas como se educa la sociedad. El nombre de sociedad educadora puede perder significado según sea la dirección de los acontecimientos que apenas comenzamos a vislumbrar alguna manera las diversas tendencias que alinean las fuerzas en pugna por redefinir la tarea de la educación.
En este apartado queremos insinuar cuáles son algunas de esas tendencias. Las presentaremos como huellas o rastros que van dejando las pugnas en las que se mueven. Ninguna es homogénea, todas son contradictorias entre sí y resultado de su enfrentamiento con las demás; pero para efectos de su presentación las mostraremos como si fueran más o menos coherentes.
Alguna manera todas estas huellas están dibujando la “sociedad educadora” que está emergiendo, no como evolución o mejoramiento del pasado, sino como quiebra y fractura; en todo caso, como una nueva realidad a la que tenemos que seguir enfrentándonos con criterios de justicia y equidad, tarea siempre inconclusa.
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