Derecho y legislacion ambiental

1- Introducción

Ambiente y cultura: una construcción integrada.

La problemática ambiental (un problema multivalente).

La construcción de la representación (un problema antropológico).

El lenguaje y el discurso.

Los mitos y los ritos.

Configuraciones culturales y contextos ideológicos.

Modos de relación “hombre-ambiente”

“los pocos malos, o los muchos buenos”.

La complejidad del objeto (un problema epistemológico y de gestión).

Complejidades y Sistemas.

Los "modelos" como marcos necesarios de comprensión.

Introducción General

Le damos nuevamente la bienvenida a esta materia que se organiza a partir de los conceptos fundamentales del Derecho. Para comenzar, realizaremos una descripción del marco socio-natural en el que se producen las situaciones que comprenderemos como problemas ambientales. Aquí añadiremos aspectos del Derecho General con incidencia en la gestión del ambiente, para terminar con un abordaje, algo más detallado, de cuestiones genéricas de Derecho Ambiental propiamente dicho. Tal como usted podrá advertir a medida que avancemos en la asignatura, los contenidos de cada módulo son de lectura sencilla y tienen por objetivo ayudarlo a comprender la estructura básica necesaria para abordar e interpretar los aspectos jurídicos de los problemas ambientales que trabajaremos en detalle en Derecho y Legislación Ambiental II.

Unidad 1: Ambiente y cultura: una construcción integrada

El medioambiente representa una estructura de relaciones que abarca a los procesos naturales y culturales, integrándolos de manera inescindible. Por ello, debemos evitar reducirlo a sus aspectos naturalistas y biológicos ya que esto nos impediría comprender su complejidad e intervenir en su gestión. Para comenzar el desarrollo de esta primera unidad le proponemos estudiar, de manera integrada, cada uno de los puntos que ya han sido enunciados en el programa de la materia.

1. La problemática ambiental: un problema multivalente

Cuando hablamos de problemática ambiental nos estamos refiriendo a situaciones configuradas de manera compleja, donde se relacionan los modos de comprender y de explicar el mundo, los hechos de la cultura y de la vida social y productiva, y los modos históricos de sobrevivir. De esta manera se van conformando los elementos que utilizan los seres humanos en su vida diaria. Ejemplo de ello son las tecnologías que se fueron descubriendo, desarrollando y aplicando a lo largo de milenios, permitiendo ampliar el nicho ecológico ocupado por los seres humanos. Sin ellas, la cantidad de personas que hoy poblamos el planeta, jamás hubiéramos podido llegar a convivir

2. La construcción de la representación: un problema antropológico

Más allá de las diferencias genéticas que, a lo largo de millones de años, nos fueron separando de otras especies -en especial de los primates-, fueron los modos de construir la representación del mundo, es decir, de hacer coherentes las percepciones que recibíamos por medio de nuestros sentidos, lo que nos fue diferenciando en pueblos y culturas.

El lenguaje y el discurso

El conjunto de signos que nuestros milenarios ancestros usaban para comunicarse, se fue organizando en lenguajes consistentes, por medio de los cuales pudimos nombrar tanto a objetos, como a sentires e ideas abstractas.

Cuando la evolución de generaciones permitió la producción de matices y argumentos, nació el discurso. Sobre tales matices y argumentos se desarrollan el pensamiento y la cultura.

Los mitos y los ritos

Cada pueblo configura, y se configura a sí mismo, en modalidades propias de la cultura, en la medida en que organiza de diferentes maneras, sus percepciones y las maneras de expresarlas. Así, cristaliza creencias comunes al grupo, ofreciendo aparentes razones de sus orígenes y trasmitiendo su historia de generación en generación, y da nacimiento a sus “mitos”. La reiteración de procedimientos conductuales simbólicos actúa como modo de afirmación de su identidad y pertenencia al grupo, constituyendo los “ritos”.

Configuraciones culturales y contextos ideológicos

La complejización de la vida social enriquece a la vida comunitaria, estimulando la afirmación de matices distintos en las miradas de los miembros de una misma cultura. De esta manera, se da lugar al desarrollo de “ideologías”, es decir, razonamientos ordenados en función de intereses de un sector o de creencias de subgrupos menores dentro de cada grupo, aportando motivos de identidad y pertenencia, lo que permite ser, simultáneamente, miembro del mismo grupo cultural y expresar diferentes ideologías.

Modos de relación “hombre-ambiente”

Los desarrollos culturales producidos durante milenios y las posiciones que cada persona ocupa en la trama social, determinan múltiples formas de relación del hombre y su ambiente. Estas formas no siempre fueron exitosas a lo largo del tiempo. Es importante remarcar esto, porque muchos pueblos primitivos, en distintas épocas, se extinguían por su inadecuación con el propio entorno, lo que determinó que sólo sobrevivieran hasta la actualidad aquellos que adoptaron modos más acordes a sus circunstancias ambientales. Entonces, nosotros podríamos considerarnos entre los pueblos exitosos. Sin embargo, la repetición de los éxitos que nos han permitido a los seres humanos sobrevivir hasta el presente, con nuestros desarrollos técnicos y producciones industriales, no parece ser el modo más aconsejable de proyectarse al futuro y esto es sobre lo que debemos comenzar a pensar y actuar.

En lo que se refiere a la actualidad, cabe resaltar que, en el marco de los discursos públicos, se sostiene que los problemas ambientales son producidos por algunas personas que incumplen la ley, es decir por “los pocos malos”. De ese modo, bastaría con aplicar la ley de manera más estricta para que los problemas ambientales cesaran. Podríamos considerar que esa es una afirmación falsa, porque los problemas del ambiente son consecuencia de modos culturales de producción y consumo y, como tal, producidos por “los muchos buenos”. Por lo tanto, su solución no pasa sólo por la aplicación enérgica de la ley a algunos remisos, sino por una buena gestión que, necesariamente, debe abarcar muchos otros aspectos además de los estrictamente legales.

La complejidad del objeto: un problema epistemológico y de gestión

El ambiente, como resultado de la interacción incesante de variables naturales y sociales, no puede ser comprendido desde

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