Discurso Del Padrino
Enviado por Jhenavi • 18 de Noviembre de 2012 • 1.191 Palabras (5 Páginas) • 4.397 Visitas
Discurso del padrino, Acto de graduación
Excmo. Sr. Vicerrector, Autoridades Académicas del Master de Familia, estimados profesores y amigos, queridísimos alumnos (de la II promoción; también de la I y de la III, pues aquí tenemos representantes de las tres).
He de advertir, en primer lugar -con la sencillez que me caracteriza-, que no me sé ni un chiste... ¡Lo siento! No espero tampoco haceros llorar de sentimiento con mis pobres palabras, entre otras cosas porque no me he traído clinex...Aunque podría ser que alguien llore..., porque se me dan fatal los discursitos... Pero prometo no pasarme de los 5 minutos que me han asignado. En cualquier caso, os agradezco mucho vuestra confianza que me permite a partir de hoy vivir un nuevo estado civil: el de padrino, (no en el sentido de la mafia italiana...), pues hasta el momento no lo era ni siquiera de mis sobrinos...
Comienzo con un recuerdo: el verano pasado, al presentarme ante vosotros personalmente, lo primero que escuché de viva voz fue esta exclamación: “¡es más joven de lo que parecía!” Al parecer los alumnos consideraban que la seriedad del manual de antropología requería de un profesor anciano, circunspecto, serio en exceso, etc. Me parece que os respondí que: “por dentro todavía soy más joven”, y hoy, más que uno de esos niños que corretean por aquí. ¿Cuál es el secreto de la juventud? Tal vez a las damas les interese: la Antropología que os he intentado transmitir rejuvenece... De modo que ¡no la dejéis empolvar! Que os sirva para vuestra vida, para vuestros estudios posteriores (tal vez de doctorado...), y que tengáis la seguridad de que podéis contar mi ayuda (siempre estaré al otro lado del mail).
Os agradezco mucho también vuestra presencia aquí. Falta la de un alumno de 1º,
Jesús Amador, a quien ayer operaron de urgencia en la Clínica, pero que está bien y ahora nos acordamos de él. Sé que vuestro desplazamiento es heroico por vuestra parte (por el gasto económico, la venida desde lugares tan lejanos, la separación en algunos casos de vuestros conyuges e hijos, etc.), pero en el Master hemos aprendido a vivir muchas exigencias heroicas con alegría y de modo ordinario. A partir de mañana comienza una nueva etapa para vosotros, no menos heroica que la precedente: la de llevar a la vida ordinaria lo aprendido vitalmente en el Master. Por ello, quería daros un consejo que repercutirá en el bien de vuestras familias, a saber, que vuestro heroísmo cotidiano, a distinción del vivido en estos dos años pasados, no os robe tiempo al sueño y al descanso de fin de semana. Que sepáis descansar, porque el para del trabajo es el descanso: ¡que juguéis! (ya sabéis que el jugar es una de las mejores expresiones del amor personal).
El pasado mes de enero conmemoramos el 50 aniversario de la Universidad de
Navarra. Como broche de oro para cerrar los actos conmemorativos tuvimos la suerte de tener entre nosotros de tertulia al Gran Canciller. En ese multitudinario encuentro el Profesor Escrivá explicó al Prelado del Opus Dei que la puesta en marcha del Master de Matrimonio y Familia había requerido toda una lección de audacia (tanta que -como se ha visto- ha resquebrajado en parte la salud de su Director. Pero no hay mal que por bien no venga, porque hace ejercicio, ha dejado de fumar, etc., aunque a mí eso de fumar -ahora que tanto se critica- me parece una virtud y una habilidad...).
Bueno, a lo que íbamos, ante la confidencia del Profesor Escrivá, Mñor.
Javier Echevarría no sólo le dio la enhorabuena (que se hace extensible a todos vosotros) sino que también nos recordó algo muy
...