Distribucion Tradicional Vs Distribucion Por Procesos

El mundo empresarial ha estado en constante competencia, el cambio de paradigmas se vuelve indispensable ya que podría favorecer el posicionamiento como líder en el mercado o el desaparecer como organización. La facilidad en las comunicaciones, las tecnologías de la información, el intercambio de productos entre países, la facilidad en los transportes etc.… han hecho de la globalización una realidad. Estamos en un mundo cambiante, en el cual las empresas se ven obligadas a competir e innovar para no desaparecer.

Anteriormente, en la revolución industrial, la competencia no era tan agresiva. Pocas empresas empezaron a incursionar y dominaba la que mayor producción tuviera. Principalmente se trataba de producir la mayor cantidad de bienes en el menor tiempo posible, éstas eran las organizaciones que lideraban el mercado.

Antiguamente las organizaciones tomaron una distribución organizacional piramidal, lo cual respondía bien en ese momento a la creciente demanda pues permitía un importante grado de control. Era basada en la jerarquía y la especialización, los mandos de arriba dominaban a los de abajo y el flujo de información fluía de arriba hacia abajo, en el que los niveles inferiores desarrollaban solo las tareas delegadas por los mandos superiores. Este modo de operar se volvió obsoleto, estaba lleno de burocracia la cual en vez de satisfacer al cliente lo hacía con los directivos de la empresa.

Hoy en día la competencia es agresiva, ya no domina la empresa que más produzca, el conocimiento y la innovación son indispensables. El cliente es visto como el factor fundamental del ser empresa, por esto se busca la constante innovación. Los requerimientos del cliente y la satisfacción de sus necesidades es el pilar de las organizaciones.

Las organizaciones más exitosas a nivel mundial se han basado en ocho conceptos llamados “los ocho conceptos fundamentales de la excelencia”, generalmente conocidos como:

1) Orientación hacia los resultados.

2) Orientación hacia los clientes.

3) Liderazgo y constancia en los objetivos.

4) Gestión por procesos y hechos.

5) Desarrollo e implicación de las personas.

6) Aprendizaje, innovación y mejora continua.

7) Desarrollo de alianzas.

8) Responsabilidad social.

Si nos basamos en una estructura organizacional piramidal no podríamos tener un funcionamiento armónico dentro de una organización. La información en la estructura piramidal va de arriba hacia abajo y las operaciones se van realizando de abajo hacia arriba; además separa la empresa por departamentos. Así, la organización tiende a tener objetivos por departamentos, funcionando separadamente para la consecución de objetivos que muchas veces resultan incoherentes desde el punto de vista global de la compañía. Además, por la estructura

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