ECONOMIA SOCIAL Y DERECHO ENDOGENO
Enviado por jehancarlos1 • 4 de Mayo de 2014 • 1.908 Palabras (8 Páginas) • 281 Visitas
Economía social y desarrollo endógeno .
Es importante comenzar con el concepto de economía del desarrollo para luego enfocarlo a la economía del desarrollo social, entonces tenemos que economía del desarrollo es “es una rama de la economía que se ocupa de los aspectos económicos de los procesos de desarrollos en países de bajos ingresos. Aplica técnicas modernas de análisis macroeconómico y microeconómico para el estudio de los problemas económicos, sociales, medioambientales e institucionales que enfrentan los países en desarrollo”.
Como es evidente en el concepto este modelo se interesa en el estudio de los determinantes de la pobreza y del subdesarrollo, así como en las políticas necesarias de aplicar para que los países salgan de su subdesarrollo. La economía del desarrollo se centra no solo en los métodos para promover el crecimiento económico y el cambio estructural, sino también en mejorar el potencial para las masas, por ejemplo, por medio de mejores condiciones sanitarias, educativas y laborales, sea a través de canales públicos o privados.
En cuanto a la economía social, La economía social designa a una parte de la realidad social diferenciada tanto del ámbito de la economía estatal del sector público como de la economía privada de naturaleza capitalista. No siempre ha tenido como contenido conceptual a aquella realidad social y económica 'situada entre la economía pública y la economía privada capitalista'. A principios del siglo XIX, autores como León Walras, Ramón de la Sagra, Friedrich von Wieser y Gunnar Myrdal, dieron otras concepciones a esta locución. Más recientemente, el sistema económico alemán de la postguerra se autocalificó de 'economía social de mercado', con un significado muy alejado a la definición más aceptada de economía social.
Ahora bien en Venezuela a partir de 1999 se plantea una economía de desarrollo social participativa que tiene su base en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela del mismo año, esta carta magna desarrolla la idea de la riqueza colectiva en oposición a las nociones de acumulación bienes, competitividad y darwinismo social, que en muchos casos sirven de sustento teórico para justifica la pobreza de un sector de la población. Respetando la diversidad de expectativas y modos de vida, la revolución bolivariana apuesta por las posibilidades de acción equilibran tés e inclusivas del Estado. Economía social para la derrota de la pobreza y la exclusión.
Así se demuestra incluyendo una serie de artículos que le dan legalidad y herramientas para lograr este objetivo. Esto lo hace otorgando deberes, derechos y obligaciones dándole reconocimiento para ejercer como ciudadano y que tengan acceso a los beneficios del estado así participar y entre todos mejorar las condiciones del país.
Estaríamos hablando entonces, de una economía social, de una economía solidaria que rescata el carácter humanista de cualquier campo disciplinar, sujetándolos a su incidencia en el centro de la actividad territorial: el hombre y su medio ambiente. Es decir, el interés en este desarrollo de la economía no está centrado en las formas mediante las cuales una minoría se apropia de la riqueza de las mayorías, sino en cómo estas últimas alcanzan mayores niveles de desarrollo auto determinado que imbricados a expresiones de felicidad y bienestar.
En esa perspectiva, la derrota de la pobreza deja de ser un tema estrictamente económico, permeando los aspectos culturales, sociológicos, antropológicos, espirituales y de diversa índole que rodean a toda actividad humana. Es decir, se avanza hacia nuevas formas de valoración y logro, construidas desde referentes intersubjetivos los cuales son mediados por redimensionadas premisas culturales.
Así, la economía social adquiere la significación de herramienta para la derrota de la pobreza no sólo económica, sino también cultural, política, ideológica; para la revisión de las formas de vida y el rescate de concepciones de progreso, bienestar, desarrollo y progreso fundadas en la propia historia nacional. Es decir, la economía social se constituye en estrategia articuladora de las corrientes emancipadoras nacionales y la concepción revolucionaria de un Estado que defiende la perspectiva local ante el avasallante imperio de lo global.
Un modelo económico de ese tipo, de carácter solidario y compromiso social, no sólo permite derrotar la pobreza cultural, política, educativa, de modos de vida y económica, sino que garantiza la inclusión de todos y todas los venezolanos y venezolanas en la construcción de la patria Bolivariana.
En esa perspectiva, la derrota de la pobreza deja de ser un tema estrictamente económico, permeando los aspectos culturales, sociológicos, antropológicos, espirituales y de diversa índole que rodean a toda actividad humana. Es decir, se avanza hacia nuevas formas de valoración y logro, construidas desde referentes intersubjetivos los cuales son mediados por redimensionadas premisas culturales.
Así, la economía social adquiere la significación de herramienta para la derrota de la pobreza no sólo económica, sino también cultural, política, ideológica; para la revisión de las formas de vida y el rescate de concepciones de progreso, bienestar, desarrollo y progreso fundadas en la propia historia nacional. Es decir, la economía social se constituye en estrategia articuladora de la corriente emancipadora nacional y la concepción revolucionaria de un Estado que defiende la perspectiva local ante el avasallante imperio de lo global.
Un modelo económico de ese tipo, de carácter solidario y compromiso social, no sólo permite derrotar la pobreza cultural, política, educativa, de modos de vida y económica, sino que garantiza la inclusión de todos y todas los(as) venezolanos y venezolanas en la construcción de la patria Bolivariana. Por ello, se considera que las tareas de primer orden para el impulso de la economía social residen en la derrota de:
1. El determinismo capitalista neoliberal.
2. La visión reduccionista que limita las posibilidades de rompimiento con la economía global a la experiencia del llamado "socialismo real", que resultó incapaz de desarrollar todas las posibilidades del ideario socialista.
3. El desconocimiento de los saberes que emergen de las experiencias de distintas y variadas corrientes históricas por e cambio. Carácter nacional y popular
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