EFECTOS VISUALES E ILUSIONES OPTICAS

INTRODUCCION: La percepción de lo tridimensional (3d o tres dimensiones) en una imagen bidimensional (2d o dos dimensiones) o sea, un engaño a la percepción basado en lo que nosotros percibimos como de 3 dimensiones, plasmado en una imagen de 2 dimensiones, estas imágenes crean un efecto visual que contrasta con lo cotidiano, lo que uno podría catalogar como imágenes muy extrañas. Variadas imágenes que tienen como fin engañar a nuestros sentidos.

La mente es responsable de la mayoría de los efectos, aunque no de todos. Éstos, no solamente engañan la vista sino que también de alguna manera engañan nuestra mente.

Hay tres familias de efectos ópticos diferentes:

Podemos distinguir entre los efectos ópticos debidos a la fisiología humana, los debidos a la naturaleza y al comportamiento de la luz, y los producidos por lentes.

Por ejemplo, para que un color se muestre al ojo de una cierta manera, hay que tener en cuenta siempre los otros colores que lo rodean, e incluso sucede a veces que la proximidad de un color complementario “estropea” el conjunto visual. También la distancia a un objeto coloreado afecta a la percepción del color y la luz, ya que todos hemos visto camisas de rayas rojas y blancas que llegan a verse rosadas cuando se está lo suficientemente lejos. Otro caso, muy conocido, es el que se muestra cuando miramos con los ojos entrecerrados a un fondo luminoso.

Creemos ver pequeñas partículas que “flotan” en el interior de nuestro globo ocular. De hecho, estas partículas existen, pero lo que vemos es un patrón de difracción de ellas. A este efecto se le llama “optovisión”. Igualmente hay efectos debidos a la interferencia de las ondas lumínicas, como la que produce franjas de colores en la superficie de las pompas de jabón. Cuando hablamos de colores, a veces obviamos un hecho fundamental y propio a ellos. Las cosas, más que un color, tienen una capacidad de reflejar o transmitir luz de ciertas longitudes de onda. Esto provoca que existan casos en que los objetos parecen cambiar de color según la luz que incida en ellos, como los rayos del sol durante su recorrido diurno. Por la noche, lo que sucede es que la escasez de luz hace percibir todo de un tono grisáceo. Como suele decirse, “de noche todos los gatos son pardos”. Tampoco hay que olvidar que, cuando vemos una película, el movimiento no es más que una ilusión creada en nuestro cerebro por la velocidad en que se suceden las imágenes. Las lentes producen deformaciones entre las que podemos contar la aberración esférica, el efecto de coma, curvaturas y distorsiones que limitan la nitidez de las imágenes, o la aberración cromática.

En definitiva, podemos decir que un efecto óptico es la manipulación a conciencia de una imagen, para así crear una confusión en el observador y lo haga dudar sobre lo que está viendo.

Todo lo que vemos es una ilusión óptica, ya que la mente reconstruye lo que ve. El cerebro, compara todo lo que ve con su conocimiento innato y luego saca sus conclusiones, pero a veces, puede sacar conclusiones falsas, y es ahí cuando se producen las ilusiones ópticas. No es que el cerebro cometa forzosamente un error si no que los datos visuales que el cerebro procesó, eran equívocos

Identificar la realidad por las impresiones que se producen en nuestros sentidos es una de las más firmes evidencias de la misteriosa perfección de la mente humana. La diferencia entre las sensaciones recibidas y la realidad del mundo físico que nos rodea, la explica la sicología, aunque están implicadas otras muchas ciencias, como la geometría, la física o la biología.

Dentro de los fenómenos de la percepción visual, las llamadas ilusiones ópticas conquistan su independencia, adquiriendo valor propio y formando capítulo aparte.

Las ilusiones ópticas son percepciones reales pero adulteradas y deformadas por el sujeto que las recibe. Es decir, en la ilusión, el objeto de la percepción sirve para que él se construya uno nuevo, merced a la elaboración que nuestra mente realiza sobre la realidad dada.

Estos efectos no tienen su origen en las interpretaciones o diferentes lecturas que puedan hacerse de las formas, por lo que no están sometidos a un acto de voluntad o de aprendizaje por parte del sujeto, sino que actúan directa y misteriosamente sobre el mecanismo visual que lo impresiona inicialmente como un señal erróneo, que entra en conflicto y contradicción con la realidad objetiva. Se realizan estas ilusiones en el primer nivel de la visión, por lo que la información que se remite al cerebro es ya una información equívoca, y un conocimiento posterior del hecho no las modifica. Se trata, pues, de una percepción de figuras distorsionadas, que ocurre muchas veces en el campo de los estímulos y las sensaciones.

Las ilusiones ópticas no sólo engañan la vista, es decir, los sentidos, sino también la mente. Los ojos envían la información al cerebro, que no sabe cómo actuar. Ello se debe a que la información es contradictoria. Cuando, por ejemplo, vemos un paisaje en una galería de arte, estamos siendo engañados; el uso que hace el artista de la perspectiva nos lleva a creer que estamos viendo una escena tridimensional.

A veces los artistas hacen trampa, de manera que no podemos decidir si lo que vemos en una pintura tiene una u otra forma. En un principio, quizá veamos la pintura de un modo y de golpe observamos otro aspecto. Una vez que ocurre, el cerebro verifica una y otra vez, en un esfuerzo por resolver el problema.

Las ilusiones afectan no sólo lo que vemos. Nuestras reacciones suelen estar determinadas por lo que esperamos; por ejemplo, al pensar que una maleta vacía esta llena, aplicamos la fuerza suficiente para cargarla.

Los psicólogos afirman que nuestras reacciones frente a las ilusiones son sanas e inofensivas. Cuando se nos presentan posibilidades opuestas, buscamos una solución. Resolver los problemas con rapidez, como es necesario hacer muchas veces al día, es esencial para nuestra seguridad y supervivencia.

En conclusión, las ilusiones ópticas son el resultado de la interpretación que hace el cerebro de las imágenes percibidas por los ojos.

Las ilusiones ópticas son cualquier tipo de ilusión que se genera en el sentido de la vista, que hace que percibamos la realidad erróneamente. Son imágenes, ya sean fotos o dibujos, que engañan la percepción visual, el sentido de lo real, o lo cotidiano.

Todo lo que el hombre sabe de la realidad de los hechos, a la escala de las situaciones ordinarias, es captado por sus cinco sentidos; el tacto, el olfato,

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