EL ALFABETO EMOCIONAL
Enviado por EUROPACOACHING • 22 de Diciembre de 2011 • 982 Palabras (4 Páginas) • 930 Visitas
Acabando el año es la hora de recapitulaciones y análisis, y también de nuevos proyectos y objetivos para lo que se nos viene, 2012.
De cara a ese nuevo reto, debes de ser consciente de que somos capaces de transformar nuestra vida con lo que hacemos, con lo que pensamos y con lo que sentimos.
Con la actividad diaria, creamos nuevas células y neuronas, los ejercicios físicos preservan la salud cardiovascular y los cognitivos la mental, pero nuestras emociones son las que nos conducen al éxito o al fracaso.
Si queremos ser sabios con los años, debemos reformatearnos continuamente y no anclarnos. La alegría y el trabajo nos mantienen saludables y prolongan nuestra vida, mientras que el estrés libera hormonas y sustancias biológicas tóxicas.
Todo señala que para crear el cuerpo y la mente que necesitamos tener, la clave es la inteligencia emocional. La depresión ataca al sistema inmunológico, la serenidad lo fortifica. Para 2020, la Organización Mundial de la Salud prevé que la depresión será la segunda causa de muerte.
Sufrir en la vida.
El sufrimiento forma parte de la existencia pero su influencia difiere según como se lo vive, de cómo se lo interpreta, se procesa, se metaboliza y en muchas ocasiones se somatiza.
No existen hechos, sino interpretaciones. Al capturar los datos uno mismo los convierte en fuentes de placer o de dolor. Así expandimos la alegría o la tristeza por el cuerpo, alteramos el tipo de neurotransmisores que produce, el nivel de las hormonas varía, el ciclo del sueño se interrumpe, la piel se modifica, las plaquetas sanguíneas cambian y hasta nuestras lágrimas contienen trazos químicos diferentes.
Sentirse bien y estar mal.
El alcohólico se auto engaña, su euforia es una enfermedad. Un estudiante puede creer que sabe y ser aplazado, alguien puede sentirse bien comprando cosas que luego no usa.
Cuando el comportamiento es dirigido por emociones falsas, al llegar el desengaño queda en evidencia el fracaso de la percepción. La razón podría ayudar pero también los pensamientos están dominados.
El sistema emocional decide rápidamente sin que las decisiones pasen por la lentitud del intelecto. Cuando la brújula emocional funciona, una emoción negativa sirve para detectar un peligro. Sentirse bien o mal no alcanza, lo que importa es la armonía entre la emoción y la realidad.
Educación emocional.
El aprendizaje emocional enseña a reconocer los engaños y cambiar a tiempo. Poder estar solos nos permite pensar en silencio. El terror al vacío y a la soledad nos hace dependientes y lo pagamos con la desorientación y la inacción.
Sentirse bien es algo subjetivo, porque la felicidad va y viene. Para algunos consiste en alcanzar metas: graduarse, formar una familia, ganar dinero. Pero lo que importa es poder sentir el estado de bienestar. No podemos cambiar el pasado ni a los demás, lo que podemos y debemos hacer es cambiarnos a nosotros mismos.
Aceptemos que lo que pasó no fue lo que quisimos y démosle su justo valor. Si no, el pasado nos acosa, nos llena de dudas, nos somete y condiciona. Sentirse bien es perdonarse, saber que hicimos lo posible. La manera en que pensamos nos conduce, hagamos inteligente la pasión. Sin aprender a pensar nunca lograremos el cambio.
Las actividades rutinarias
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