Emociones
Enviado por tormenta055 • 27 de Agosto de 2011 • 2.253 Palabras (10 Páginas) • 601 Visitas
Dirigiendo el combustible
Las emociones
Las emociones forman parte de la personalidad humana pueden motivar para bien o para mal
Las emociones positivas: producen sentimientos de satisfacción y bienestar, salud mental
Las emociones negativas: causan dolor y angustia, problemas de conductas y de relación, a veces las relaciones dolorosas nos llevan a buscar a Dios como ayuda y apoyo y en otros casos nos lleva a abandonar la fe
2 Samuel 13 Amon y tamar (incesto, lujuria, odio)
El pecado no es permitido por Dios pero a veces parece que no lo recordamos. Si no te dominas a ti mismo cualquier cosa te dominará. Toma el control de tu vida o algo más lo hará. Para lograrlo debes practicar, así como se entrena con el objetivo de ser bueno en cualquier deporte. Esta práctica debe ser diaria e intensa, lee la Biblia, busca tiempo a solas con el Señor y aléjate de las situaciones de tentación. Recuerda que las decisiones de hoy tienen consecuencias en el futuro y tú decides lo es mejor para ti.
Dice en Proverbios 25 28 que “Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse.”
Es impresionante la importancia que este tema tiene en la vida de las personas y que no siempre se le pone la atención que merece. Pero también estoy segura que hay muchos hijos de Dios con esta inquietud y que día a día están librando su propia batalla venciendo tentaciones con la ayuda del Espíritu Santo.
La Palabra de Dios compara a una persona sin dominio propio a una ciudad que está a merced del enemigo y de fortalezas externas que llegan a tener el control de su vida.
Definición de Dominio propio: "virtud de uno que controla sus deseos y pasiones, especialmente sus apetitos sensuales".
Del griego sofronismós; disciplina, control de uno mismo:-dominio propio
Es un don de Dios según vemos en 2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. No obstante los dones y el poder que Dios concede a sus hijos no se fortalecen por sí solos sino como dice Pablo deben ser avivados por la gracia de Dios mediante la fe, oración, obediencia y diligencia.
“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” (2 Pedro 1:5-7)
De allí que la clave para tener control espiritual sobre tus emociones negativas, tus pensamientos y tus actos es la renovación de la mente y que tus pensamientos estén de acuerdo con los de Dios.
En tu mente es donde se levantan argumentos negativos críticos e indisciplinados que te llevan a acciones negativas en contra de la voluntad divina
Normalmente nuestras acciones son dirigidas por nuestra forma de pensar, así que el primer paso para actuar correctamente es tener pensamientos correctos. En otras palabras, amurallar tu ciudad (tu mente) con muros fuertes (pensamiento de Cristo) que no puedan ser derribados por los argumentos del diablo y los deseos de la carne.
Recuerda lo que dice 2 Corintios 10:4-5: “Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.
Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.”
La vida cambia completamente cuando sales del colegio e inicias tus estudios en la universidad. Nadie te dice qué hacer, no te presionarán para asistir a clases ni podrán quejas a tus padres. Pero sólo aquellos que tienen dominio propio decidirán hacer lo bueno para vencer. Si quieres vivir en santidad ordena tu existencia y conviértete en el jefe que te prohíbe obrar mal. Nadie puede instruir a otra persona si no se instruye a sí mismo primero. No tendrás autoridad para educar a tus hijos si no les das ejemplo de dominio y conducta honorable. Los padres deben inspirar a sus hijos desde pequeños. Conviértete en su héroe para que anhelen ser como tú.
Somete para poder dominar, reinar y obtener respeto. Dios le dijo a Adán que debía someter tres cosas: las aves del cielo, los peces del mar y toda bestia de la tierra. Las aves representan los pensamientos que vienen a tu mente; los peces, los que están en tu interior, y las bestias, tus instintos carnales. Domina tu mente en lo profundo y tu cuerpo a todo nivel. A la iglesia no venimos sólo a buscar un pensamiento positivo, sino también una revelación que cambie nuestra vida.
Toda emoción supone reacciones físicas encadenadas que, si bien en un primer momento son normales y hasta necesarias, cuando se prolongan o tienen lugar de forma desproporcionada aumentan los niveles de toxicidad de nuestras células, pudiendo llegar a desencadenar enfermedades orgánicas.
Cada emoción predispone al cuerpo a un tipo de respuesta. La ira: aumenta el flujo sanguíneo hacia las manos, el ritmo cardíaco y los niveles de aquellas hormonas que, como la adrenalina, generan la cantidad de energía necesaria para emprender acciones vigorosas.
La tristeza: tiene la finalidad de ayudarnos a asimilar una pérdida irreparable. Conlleva la disminución de la energía y el entusiasmo con el que acometemos habitualmente las actividades vitales y sociales, y un encierro que nos permite llorar la pérdida, evaluar sus consecuencias y planificar cómo actuaremos cuando retome la energía.
La alegría: aumenta la actividad del centro cerebral encargado de inhibir los sentimientos negativos. Crece el caudal de energía disponible y el organismo experimenta entusiasmo ante cualquier tarea.
El miedo: hace que se retire la sangre del rostro y de otras zonas del cuerpo para llevarla hasta la musculatura de las piernas. De esta forma contamos con el aporte de oxígeno necesario para emprender una posible huida. Al mismo tiempo, el cuerpo se paraliza durante fracciones de segundo que el cuerpo pensante emplea para calibrar la respuesta más adecuada, por ejemplo, esconderse. Las conexiones nerviosas de los centros emocionales del cerebro desencadenan una respuesta hormonal que pone al organismo en estado de alerta general. Todo esto hace que aumente también el ritmo cardíaco y la presión arterial.
El amor, la ternura y la satisfacción sexual: activan el sistema nervioso parasimpático, que es el opuesto fisiológico de las respuestas “huida” o “lucha”, propias del miedo o la ira. La reacción parasimpática está ligada a la respuesta relajación.
...