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EL CAMINO CONTINÚA


Enviado por   •  14 de Marzo de 2016  •  Apuntes  •  1.169 Palabras (5 Páginas)  •  93 Visitas

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EL CAMINO CONTINÚA

Ahora pues, continuamos con este hermoso reconocimiento de lo que es o puede ser investigar, vamos adquiriendo nuevos conceptos, los cuales, llenan nuestras mentes de millones y millones de preguntas sobre lo que estamos haciendo, sobre lo que estamos viviendo, pero sobre todo, sobre lo que estamos pensando, como también – por lo menos yo lo hago – preguntarnos si en realidad existe lo correcto o lo incorrecto… Y es que cada vez que descubro nuevos conceptos sobre investigar, me doy cuenta de que se trata más y más sobre mí, sobre los límites que yo imponga sobre mí – si es que debo ponerlos -  pero también, se trata sobre lo que puedo ver en los demás, y viceversa.

Hemos contado con la oportunidad de descubrir pensamientos hermosos como los de Maffesoli, en donde podemos comprender, que debemos detenernos por lo menos un momento en esta carrera que llevamos por lograr ser mejores – que ahora me pregunto ¿mejor que qué? – para poder descubrir el mundo maravilloso e inadvertido que hay a nuestro rededor; lo cual me parece se complementa muy bien con lo que nos quería mostrar Peter Ramsey en “EL CAMINO DEL GUERRERO”, con todo el proceso a través del cual “Sócrates” lleva a Dan para mostrarle de todo lo que se está perdiendo, y lo que más me llamó la atención es cómo en muchas ocasiones pensamos que nada pasa a nuestro rededor, pero cuando nos detenemos a observar y no solo a mirar,  podemos descubrir mil mundos dentro de un mundo, podemos evidenciar que no somos solo nosotros y nuestro afán por cumplir nuestras metas, y podemos comprender que de un solo instante nos llenamos de las más hermosas y constructivas experiencias en nuestras vidas; experiencias que muchas veces son pasadas por alto como algo más del día, y que si no son tomadas en cuenta, cuando lleguemos al final, quedará un inmenso vacío al no tener nada que contar, al no tener nada que reflexionar, nada que recordar ni nada que aprender.

Ahora bien, si logramos hacer el alto en el camino, podríamos convertirnos (como es mencionado en el texto de Zulema Morresi) en unos artistas, capaces de transmitir, a través de un pequeño fragmento de muestra, un sin número de emociones, de experiencias, de anécdotas, las cuales lamentablemente en ocasiones – por no decir la mayoría de veces – Sólo puede ser comprendida por alguien, que de igual forma tenga esa intuición, esa empatía y esa disposición de escuchar y observar lo que pasa a su rededor; de no ser así, por lo menos se espera tocar una de esas fibras internas y crear esa inquietud de comprender, y que se convierta en una cadena de sensibilización sin fin.

Personalmente el texto de Zulema Morresi me fue un poco más difícil de digerir y comprender, pues prefiero los mensajes con una reflexión y claridad con respecto al pensamiento mucho más directa, mucho más sencilla, sin dejar de ser profunda e interesante; por lo que la película y los fragmentos de Maffesoli me llevaron de una forma inmediata a la reflexión y a una leve comprensión – lo digo porque a pesar de creer que me hizo comprender muchas cosas, de igual forma sé que me falta el triple por comprender – del rumbo que está tomando mi vida, de las decisiones y consecuencias de las mismas de las cuales haré un corto resumen para contextualizar.  Siendo una estudiante de nivel promedio – tendiendo a ser alto – y con una relación a temprana edad (12 años), deje que esta se convirtiera en el centro de mi vida dejando de lado familiares, amigos y experiencias que en mi concepto es necesario experimentar en esta etapa, luego embarcándome en la maternidad a los 19 años fruto de la misma relación la cual ya se había convertido en una experiencia asfixiante y peligrosa tanto emocional como físicamente; y en lo académico no fue muy distinto, puesto que ingresé a una carrera universitaria escogida únicamente porque no tenía otra opción, sin mencionar el poco tiempo que me quedaba para estar con migo misma puesto que también trabajaba; en fin estaba ahogándome entre mis propias decisiones y sus consecuencias hasta que surgió un detonante que me despertó, terminé con esa ahora trágica relación, renuncié al trabajo en el cual parecía un robot, y sin idea alguna de lo que pasaría presenté las pruebas para ingresar a ésta universidad, cosa que suena loca e irresponsable, pero que me hacía falta sentir; ahora, estudio la carrera que siempre quise, estoy con las personas que quiero y me quieren, y cada vez me doy cuenta que fueron las mejores decisiones que he podido tomar.  Ahora con todas estas experiencias reflexivas he podido comprender que el despertar para encontrarme con migo misma, es solo una pequeña parte del trabajo, puesto que no es únicamente la meta a la que se llega, que no se trata solo de cumplir mis sueños, sino también de tomármelo con calma, de disfrutar cada paso que doy, pero saberlos dar de igual forma con sabiduría, que no se trata de dejar de hacer muchas cosas, sino, de tener el equilibrio y el entendimiento de saber cuál es el momento oportuno para hacerlas, pero también saber que, no se trata únicamente de mí, saber que también hay muchos mundos a mi rededor que pueden necesitarme o de los que puedo necesitar, que con cada palabra, con cada observación, con cada contacto puedo tener un número infinito de experiencias enriquecedoras y edificantes las cuales también puedo compartí.

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