EL CONCEPTO DE COMPETENCIAS

EL CONCEPTO DE COMEPTENCIAS

Dentro del sistema educativo mexicano han sido muchos los enfoques pedagógicos que se han empleado para mejorar la educación de nuestro país. Que van desde el conductismos, constructivismo, entre otros más.

Fue en la década de los 90´s cuando en México se empezó a hablar de competencias, quedando meramente como solo un discurso ante la novedad de implementar un nuevo enfoque; este concepto cobro mucha importancia en el ámbito educativo, ya que, era una nueva forma de incursionar en la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje y la formación académica de la educación básica y superior. “Las competencias se presenta como una opción alternativa en el terreno de la educación, con la promesa de que permitirá realizar mejores procesos de formación académica.” (Díaz Barriga, Á.; 2006 p.8)  

Es de suma importancia conocer y comprender el origen etimológico y los elementos que lo integran para que a partir de ello se comprenda y se aplique de la mejor forma, y no sólo se quede como un concepto. Aunque las competencias tienen su origen en el mundo laboral. Es en el ámbito educativo en donde más recae la funcionalidad del enfoque por competencias, en el que las habilidades y aptitudes son los elementos esenciales para su desarrollo. “El enfoque de las competencias radica en una puntualización minuciosa de los aspectos en los cuales se debe concentrar “el entrenamiento” o “la enseñanza.” (Díaz Barriga, Á.; 2006 p.15)  

Para poder efectuar múltiples logros y acciones dentro del sistema educativo aplicando el enfoque por competencias, es necesario renovar los planes y programas de estudio, de tal forma que se considera en la articulación de estos la adquisición de conocimientos y el desempeño en el contexto en el que él alumno se desenvuelve. De esta forma se logra justificar cuáles son las aportaciones de las competencias en la educación y la condición en que se interrelacionan distintas disciplinas. Como lo menciona Perrenaud: “el enfoque por competencias remite al debate entre los paradigmas de la didáctica, esto es aquellos que plantean la importancia del orden de cada uno de los temas de una disciplina, la necesidad de “estudiar” todos los contenidos que conforman esos saberes, distanciando el momento de su estudio o aprendizaje de otro momento siguiente en que pueden ser aplicados; la función de la escuela en esta perspectiva es preparar para la vida.” (Díaz Barriga, Á.; 2006 p.17)

Otro de los puntos relevantes de las competencias en la educación es que exista una movilización de la información en los procesos de enseñanza-aprendizaje, retomando a Piaget en todo ello debe existir la relación entre la integración de los proyectos de acciones y la adquisición de aprendizajes aplicables en el medio en que las personas se desarrollan, y Perrenaud reafirmar que es necesario la movilización  de la información en el proceso de aprendizaje.

Diferentes autores que se han dedicado al estudio de las competencias han realizado diferentes aportes a la definición de competencias, valiéndose de diversos campos cognoscitivos, incluso del ámbito laboral; concluyen en su gran mayoría que existen tres elementos de total importancia para la definición del concepto, en los que se encuentran la información, el desarrollo de habilidades y la puesta de acciones. Con base en ello realizan una clasificación de competencias desde el ámbito educativo y en específico dentro de los programas de estudio. Entre estas competencias se encuentran: Las Competencias Genéricas: empleadas en Educación Básica y en Educación Superior, para la vida social y personal, así como la académica. Las Competencias Disciplinares o Transversales: Desarrollan conocimientos y habilidades vinculados con una disciplina, y las que comprenden los procesos en los que se debe incluir un conjunto de asignaturas.

Para que se puedan integrar los planes de estudio es de suma importancia la integración de la información y las distintas habilidades, aptitudes, destrezas, capacidades,  a desarrollar. “Roe sostiene que éste es un modelo que puede incorporar la perspectiva de una formación en competencias, respetando un proceso de aprendizaje básico, centrado en el conocimiento de diversas disciplinas que posteriormente permitirán la integración de la información en varias subcompetencias y competencias profesionales.”  (Díaz Barriga, Á.; 2006. p. 32)

A este nuevo enfoque por competencias adoptado en el sistema educativo lo han denominado paradigma educativo, y busca hacer que la educación mejore para enfrentar los retos de las sociedades modernas del conocimiento. Todo ello por la necesidad de enfrentar de forma eficaz los nuevos retos del nuevo siglo XXI, que van desde cambios tecnológicos, científicos, informativos y de comunicación; y que involucran a docentes, jóvenes y niños, de una forma en que ellos analicen, critiquen, comparen y seleccionen información.

Las competencias según Frade se presentan desde el ámbito educativo y laboral. En ambas definiciones se encuentra un término significativo, ser competente; refiriéndose a ser responsable y al saber hacer. Aunque en educación se fue introduciendo por las exigencias del mercado laboral, ante tal situación se tuvo la necesidad de reformular los currículos; iniciándose en educación superior y concluyendo en educación básica específicamente en el nivel preescolar. De tal forma que lo que el alumno aprendiera en el aula de clases, lo aplicara en las situaciones de la vida cotidiana. “La escuela debería lograr que el alumno fuera capaz de trasladar los aprendizajes adquiridos a situaciones nuevas, complejas e imprevisibles lo cual, desde su punto de vista, pasa por la reflexión, la toma de decisiones y la acción del individuo sobre su ambiente.” (Frade, Rubio L.; 2007 p. 19)

El enfoque por competencias según Frade, se resume en los siguientes enunciados: el maestro es un facilitador de la construcción del conocimiento, ya no es el que todo lo sabe y se encarga solo de transmitir los conocimientos; se encarga de diseñar situaciones didácticas de aprendizaje, permitiendo que el alumno argumente y explique de manera autónoma; se busca que el alumno obtenga y analice información que le permita construir su conocimiento; el alumno habla, argumenta, propone, dispone y el maestro cuestiona como una forma de retroalimentación; el alumno encuentra sus aciertos y errores, ya no existe una evaluación por parte del maestro; el alumno y el maestro corrigen sus errores. Con cada una de estas actividades, el nuevo paradigma educativo por competencias busca un desarrollo en los estudiantes y en la educación que responda a las necesidades reales.

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