EL CURRÍCULO COMO PROCESO COGNITIVO
Enviado por stephanytais • 26 de Noviembre de 2012 • 7.735 Palabras (31 Páginas) • 616 Visitas
1. TÍTULO
EL CURRÍCULO COMO PROCESO COGNITIVO
2. PROBLEMA
Desconocimiento del proceso cognitivo del currículo dentro del marco educativo de la educación inicial
3. OBJETIVOS
- Conocer el proceso cognitivo de la educación inicial
4. TEORÍA
1.- EL CURRÍCULUM COMO SELECCIÓN CULTURAL Y SUS ELEMENTOS BÁSICOS
Para hablar de procesos cognitivos y afectivos en el contexto del currículum es necesario partir de una adecuada definición del mismo, en un sentido amplio y abarcador, que dé respuestas idóneas, en el marco de paradigma socio – cognitivo (más allá de modelos conductistas y sus pseudoproductos). Consideramos que en la escuela son importantes el actor y el escenario del aprendizaje. Y desde esta perspectiva afirmamos que tanto los niños y jóvenes como las organizaciones y los adultos aprenden (y si no lo hacen envejecen y psicológicamente mueren). Por lo tanto el aprendizaje es individual (actor) y social (escenario). Un escenario sin actores resulta empobrecido y unos actores sin escenario son etéreos. Recordemos que la escuela es una importante agencia de socialización y enculturación como una forma de integración socio – cultural de las nuevas generaciones de niños y jóvenes en el escenario social.
Los elementos básicos del currículum aparecen recogidos siempre en los Diseños Curriculares oficiales, entendidos éstos como una selección de la cultura social (a veces impuesta y a veces participada). Y estos elementos suelen ser estos cuatro: capacidades (herramientas mentales) y valores (tonalidades afectivas), contenidos (formas de saber) y métodos / procedimientos (formas de hacer). No obstante hemos de reconocer que la articulación interna de los mismos suele ser diferente. De este modo podemos afirmar, ya en una primera aproximación, que currículum es una selección cultural que integra las capacidades y valores, los contenidos y métodos / procedimientos que los adultos queremos que se aprendan en la escuela. Pero esta definición amplia de currículum puede concretarse (así se ha hecho históricamente) en al menos estas tres versiones:
a.- Métodos / actividades para aprender contenidos (formas de saber):
Esto es lo que ocurre en la Escuela Tradicional o Clásica (sigue vigente todavía) que surge en el siglo VIII con el trivium y el cuadrivium. En este contexto los contenidos actúan de hecho como objetivos, por más que se formulen por capacidades. El currículum explícito está constituido por contenidos (formas de saber) y métodos / procedimientos (formas de hacer). El currículum oculto estaría formado por capacidades y valores. Los profesores, desde esta perspectiva, realizarían actividades de aula para aprender contenidos (cada vez más) y de paso desarrollarían (con sentido común) capacidades y valores. El aprender a aprender se reduce a aprender ´trucos o artificios´, para aprender contenidos (técnicas de estudio). Recordemos que este concepto de aprender a aprender surge en el siglo XVI en el marco de la Ratio Studiorum jesuítica (1599), como modernización del currículum medieval.
En este contexto (ayer y hoy) los alumnos capaces de aprender (poseen capacidades para 2aprender) aprenden y al resto se les jubila anticipadamente por incapaces o simplemente se les recomienda que repitan para que aprendan.
Con la llegada de conductismo y su imperio curricular esta situación se complica mucho más, debido a que se establece una profunda división entre la cultura institucional (humanista) y el diseño curricular en las aulas (positivista) donde el desarrollo de valores y capacidades se reduce de hecho a actividades extracurriculares (no tienen espacio en las planificaciones de aula basadas en los objetivos operativos). Este planteamiento sigue vigente en las reformas educativas actuales y se pone de manifiesto en los objetivos transversales (valores) del currículum y en los objetivos por capacidades (muy a menudo son pura retórica curricular, con muchos contenidos y apenas capacidades), procedimientos para aprender contenidos (como objetivos), evaluación por objetivos o capacidades (es imposible cuando se realizan actividades para aprender contenidos),...
Los valores son objetivos transversales y las capacidades objetivos verticales, ¿pero por qué razones?. En la práctica no hay más que una razón: los valores son transversales ya que no han sabido ponerse en los Diseños Curriculares oficiales como verticales (son de hecho extracurriculares). Simplificando, diremos que capacidades y valores son a la vez transversales y verticales, las primeras como objetivos cognitivos y los segundos como objetivos afectivos. Hablar, desde esta perspectiva de procesos cognitivos y afectivos, es pura retórica o un mero eufemismo modernizador, donde nuevos conceptos se meten en un viejo desván curricular con mucho polvo y numerosas goteras, sin poner orden el mismo. De este modo podemos hablar, no sin exagerar, de ´Arca de Noé curricular´ (con todo tipo de animales dentro). Los contaminantes y colorantes conductistas siguen presentes en las Reformas Educativas actuales, como una relectura superficial de la Escuela Tradicional.
b.- Actividades para aprender métodos / procedimientos (formas de hacer):
En el siglo XIX surge una profunda rebelión frente a la Escuela Clásica, debido a que las clases populares acceden a una educación básica, obligatoria y gratuita que continúa centrada en contenidos, desde el modelo curricular de los jesuitas, copiado por la Revolución
Francesa, válido para los intereses de clases altas (para nobles, burgueses, clérigos,... aunque no todos), pero no para el acceso masivo a la escuela de las clases populares, donde todos tienen el derecho y el deber de escolarizarse.
Esta rebelión facilita el nacimiento de la Escuela Activa que se centra en actividades para aprender métodos o formas de hacer con algunos contenidos. Se insiste en el aprendizaje funcional y preparatorio para la vida, en el hacer con las manos (aprender haciendo), más que en el pensar con la cabeza. En 1889 Decroly en Bruselas, Montessori en Roma y Manjón en Granada generan y amplían el modelo de Escuela Activa donde lo importante es aprender formas de hacer y el aprendizaje se centra en la acción, sin diferenciar si es acción mental o simple acción mecánica (externa a la mente). El currículum explícito consiste en actividades para aprender métodos con algunos contenidos, constituyendo el currículum oculto gran parte de los contenidos, las capacidades y los valores. Posteriormente este planteamiento recibe diversos desarrollos en el marco del aprender haciendo: la Escuela Democrática y Funcionalista en Dewey, los Métodos de Proyectos, la Escuela Moderna de Freinet, la Educación Individualizada y Socializada... la Educación
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