EL JUEGO COMO PARTE DEL DESARROLLO HUMANO

UNIVERSIDAD SAN CARLOS

EL JUEGO COMO PARTE DEL DESARROLLO HUMANO

MAESTRANTE: NIDIA ROSARIO CRUZ PADILLA

MAESTRÍA EN FORMACIÓN DOCENTE

PRIMER CUATRIMESTRE

DESARROLLO HUMANO

M.C.E. BERNARDO PÉREZ PRADO

ECATEPEC, MÉXICO, 28 DE OCTUBRE DE 2006.

¿CÓMO RETOMAR EL JUEGO EN EL APRENDIZAJE?

En la labor educativa, como en cualquier otro ámbito existen distintos tipos de profesores, pero creo que el error que muchos cometemos es pensar que el aprendizaje de los alumnos está desligado al juego y cuando el padre de familia llega a preguntar “cómo va su hijo” le decimos, “pues bien, pero juega mucho”, entonces ¿qué hemos entendido del juego mismo?, o ¿qué hacemos para que el niño encamine esas muestras de juego a un aprendizaje significativo? y además ¿cuántas veces al día jugamos con los niños que están tan ansiosos de divertirse?.

Y no sólo es concepción del docente, sino de la sociedad en general, pues el juego se asocia con frecuencia a la infancia, cuando los adultos observan a los niños mientras juegan acostumbran a pensar que son meros pasatiempos, que, con el paso de los años, serán sustituidos por actividades más “útiles”.

Pues bien, Friedrich Froebel fue uno de los primeros psicólogos en estudiar el juego, lo concibió como “la más alta expresión del desarrollo humano en la infancia, la libre expresión de lo que es el alma infantil”, además intentó identificar el juego como instrumento y auxilio oportuno de la educación.

Una revisión de los estudios dedicados al juego indica que los psicólogos y profesores actuales lo conciben como un importante determinante de la personalidad, de la estabilidad emocional, del desarrollo social, de la creatividad y de la formación intelectual. Se concibe el juego como una actividad de construcción del lenguaje, en la que los niños aprenden si esfuerzo las reglas gramaticales y léxicas que son el fundamento de su lengua, se considera asimismo como un ejercicio que desarrolla la fuerza física, la coordinación y la agilidad, por si esto fuera poco, muchos teóricos ven en el juego un proceso de gran ayuda para desarrollar la capacidad infantil de concentración y la tendencia a explorar y crear.

Ahora bien, ¿por qué los profesores no apoyamos el proceso de aprendizaje en el juego?, seguramente porque no lo conocemos, porque no hemos investigado sus grandes ventajas, porque no planeamos ni llevamos a cabo actividades que inmiscuyan el juego, además por el hecho de que durante el recreo no convivimos con los niños, no observamos qué juegan, con quién juegan, cómo juegan, preferimos calificar trabajos, comer encerrados en el aula u otro espacio o incluso platicar con el compañero.

Es por ello que es necesario reconocer las seis categorías de participación en el jeugo según Mildred Parten:

- Juego vacío: los niños juegan realmente, miran alrededor y se involucran en actividades al azar.

- Juego solitario: los niños juegan solos con juguetes, no hacen esfuerzos por relacionarse con otros niños.

- Juego de espectador: los niños ven jugar a otros y hablan con ellos, pero no se unen al juego.

- Juego paralelo: los niños juegan al lado de otros, pero no juegan con ellos, aunque imitan su conducta.

- Juego asociativo: los niños interactúan con otros, pidiendo juguetes o prestándolos, siguiendo o dirigiendo actividades similares.

- Juego cooperativo: grupos organizados de niños que participan en el juego, como en un pasatiempo.

Además también puede clasificarse de acuerdo con el tipo de actividad:

a) Juego sensorial: juego que conlleva experiencias sensoriales como salpicar agua, excavar en

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