EL MUNDO DE LA VIDA COTIDIANA

El mundo de la vida cotidiana, se origina en las acciones y pensamientos de los miembros de una sociedad y no solo se establece como realidad por el comportamiento subjetivamente significativo de sus vidas (Berger y Luckman 1968) . Los especialistas en las ciencias sociales han considerado que los procesos que otros hombres hacen conscientemente, son construcciones del conocimiento que se van realizando mediante tipificaciones y son elegidas según su significación volviéndose inherentes a la realidad. Es así como me cuestiono ¿en que punto las relaciones “cara a cara” específicamente, las relaciones de pareja (el amor), forman parte de una realidad social en el mundo de la vida cotidiana?

El “mundo de la vida” según el concepto de Schutz, es el que se comparte socialmente, que para interpretar y explicar la acción del pensamiento humano es preciso hacer una descripción y un análisis de las estructuras fundamentales de lo pre-científico y de la realidad que parece evidente para los hombres. Esta realidad evidente es el mundo de la vida, mundo en el cual el hombre participa continuamente, en formas inevitables y pautadas.

Las relaciones de pareja forman inevitablemente parte de la vida cotidiana de todos los hombres y por consiguiente de su realidad social, a pesar de ser el amor una vivencia de la individualidad y la intimidad de los hombres y aunque tenga una connotación psicológica debe quedar remarcado que, fuera de la sociedad humana no hay amor. El amor es una relación que se construye en sociedad y como todas las relaciones que rodean al hombre entran en un mundo compartido con los semejantes y que contiene un dominio de la realidad social. Como bien lo menciona William James (1890)2 el mundo la vida cotidiana y la realidad que de esta se desprende es un conjunto de relaciones entre nuestra vida activa y emocional, y en donde el mundo físico solo es perceptible por medio de los sentidos. De esta forma el “amor” va formando parte de una realidad a medida que los procesos de conciencia directa o indirecta se van estructurando, existen regiones de la realidad que no son accesibles a la experiencia directa, por ejemplo, el hombre que no ha vivido “algo” tiene conocimiento de “ese algo” debido a su mundo inmediato, un ejemplo más específico lo encontramos cuando un hombre que nunca ha vivido un fracaso amoroso dice: <el amor es malo>, este hombre, en su experiencia directa nunca ha vivido un “mal amor”, sin embargo, las experiencias de su mundo inmediato le hacen predeterminarlo. El mundo de mis predecesores, o sea, el mundo de otros influye directamente en el conocimiento de la vida del hombre, puesto que no nos es posible hablar con nuestros antepasados, generalmente es mas difícil librarse sus interpretaciones erróneas que de las que se elaboran en nuestra misma vida, es así como el hombre esta renuente a entablar una relación formal, porque su experiencia indirecta le dice que le causara algún tipo de daño emocional, así como esos “otros” influyen de manera directa al hombre, sin embargo él no puede influir de ninguna forma en esos otros, solo influye en sus sucesores.

Las relaciones de pareja nos hacen experimentar de modo directo con un semejante, debido a que nos formamos el ideal de la persona amada en una determinada sociedad, en un tiempo determinado, dentro de un grupo social establecido y desde, prácticamente, nuestra niñez. Es por esa condicionalidad social que nuestro complemento tan anhelado deberá poseer las características estéticas, morales y de complementariedad sociocultural que buscamos ya que el tiempo a su vez implica una genuina simultaneidad de nuestras dos corrientes de conciencia: mi semejante y yo.

Nacemos en un mundo habitado por otros y ante los cuales nos veremos en situaciones cara a cara, mis experiencias y sus experiencias crearan un vinculo que nos vuelve

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