EL PORQUÉ DE LA CALIDAD EDUCATIVA

POR QUÉ LOS DOCENTES DEBEN DE IR EN BUSCA

DE LA CALIDAD

La educación en nuestro país y en el mundo entero es la principal fuente de conocimientos y la responsable de generar los cambios que para bien exige nuestra sociedad. Desde sus orígenes, pasando por todos los procesos y cambios que ha sufrido hasta nuestros días actuales de tecnología, la educación es sinónimo de preparación y de mejora día a día de nuestra sociedad.

A través del tiempo, muchos han sido los intentos por mejorar contenidos y programas educativos, pensando siempre estar en armonía con las necesidades y demandas de la sociedad en turno, por supuesto, lidiando con rotundos fracasos y experimentando logros significativos en algunos momentos.

Hablo de “educación”, porque como ya lo expresé en párrafos anteriores, es la gran ventana que nos brinda la oportunidad de formar a hombres y mujeres de bien para un futuro inmediato a través de prácticas y acciones.

Ahora bien, la educación que hoy se requiere, nos demanda y exige desarrollo de mejores procesos y habilidades, mejor transmisión de conocimientos y la difusión de valores que fortalezcan al ser humano.

Es aquí donde la calidad educativa se convierte en el objetivo y meta de los docentes al convertirse en el fin último de la misma, ello implica por supuesto aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser.

Por supuesto, hablar de calidad educativa conlleva no solamente eso, sino un sinnúmero de factores que intervienen para poder decir con satisfacción que la hemos logrado. Es hablar de mejoras significativas en términos cualitativos y no sólo cuantitativos, desde la buena infraestructura educativa, de materiales disponibles para los alumnos, y sobre todo, de docentes preparados y dispuestos a transmitir de manera eficiente los conocimientos.

Para ello, es necesario equilibrar el esfuerzo de todos los actores que intervienen en el proceso educativo. Es hablar de armonía, equilibrio de ideas, solidaridad, subsidiaridad, unidad, disciplina, y sobre todo, actitud positiva; de tal manera que podamos agrupar todos estos principios sin soslayar a ninguno de ellos, para poder decir el día de mañana que vamos por el camino correcto para lograr una educación de calidad que nos brinde plena satisfacción en el desarrollo de personas y de su contexto en general.

El proceso de educar nunca ha sido fácil y menos si lo queremos hacer con calidad. Educar implica partir de una realidad en la que debamos ser honestos con nosotros mismos, una realidad en la que debamos ser claros y objetivos con lo que pretendemos lograr. Si la sociedad es exigente, lo menos que podemos hacer como docentes, es estar a la altura de las circunstancias y necesidades que la misma demanda.

Si nos preguntamos qué queremos lograr como docentes y formadores

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