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EL SHOCK DEL FUTURO


Enviado por   •  19 de Diciembre de 2013  •  5.105 Palabras (21 Páginas)  •  346 Visitas

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Alvin Toffler: “EL SHOCK DEL FUTURO”

Primera parte: Muerte de la permanencia

Capítulo l

Durante los últimos 300 años, la sociedad occidental se ha visto azotada por el cambio, y parece estar adquiriendo nueva fuerza.

La aceleración del cambio no afecta sólo a las industrias o naciones, sino al hombre, enfrentándolo al “shock del futuro”.

El “shock cultural” es el experimentado por el visitante no preparado al verse inmerso en una cultura extraña. Es lo que ocurre cuando los conocidos procedimientos psicológicos que ayudan al individuo a comportarse en sociedad son retirados de pronto y sustituidos por otros nuevos, extraños e incomprensibles.

El “shock del futuro” es la desorientación producida por la llegada prematura del futuro. Es un fenómeno de tiempo, un producto del ritmo enormemente acelerado del cambio en la sociedad. Nace de la superposición de una nueva cultura sobre la cultura antigua. Es un “shock cultural” dentro de uno mismo.

Lo que está ocurriendo ahora es más grande y profundo que la revolución industrial. El momento actual es el segundo hito crucial de la historia humana sólo comparable con el paso de la barbarie a la civilización.

Ya no son los recursos los que limitan las decisiones. Es la decisión la que hace los recursos. Éste es el cambio revolucionario fundamental, y se ha producido en ésta, la “800º generación”.

En nuestro lapso actual, las fronteras han saltado en pedazos; la red de lazos sociales es tan tupida que las consecuencias de los sucesos contemporáneos son instantáneamente conocidas en todo el mundo. También los efectos de sucesos pasados asumen otro grado de importancia; nos vemos atrapados en el “rebote del tiempo”: todo lo que en el pasado les ocurrió a algunos hombres, afecta virtualmente a todos los hombres de hoy.

Toda la historia se hecha sobre nosotros y paradójicamente, esta misma diferencia subraya nuestra ruptura con el pasado. Así se altera fundamentalmente el alcance del cambio. A través del espacio y del tiempo, el cambio tiene en ésta 800º generación, una fuerza y un alcance como nunca tuvo.

Al cambiar nuestra relación con los recursos que nos rodean, ampliando violentamente el alcance del cambio y acelerando su ritmo, hemos roto irreparablemente con el pasado.

Capítulo ll

Las sociedades de alta tecnología experimentan el cambio con una velocidad mucho mayor que la normal.

No existe un modo absoluto de medir el cambio, ya que se producen simultáneamente un número infinito de corrientes de cambio.

Todos estos son procesos, no hay un punto estático para poder medir el cambio. Por lo tanto, el cambio es necesariamente relativo.

También es desigual. Si todos los procesos se desarrollaran a la misma velocidad, o incluso si se acelerasen y frenasen el mismo tiempo, sería imposible observar el cambio. Pero el futuro invade el presente a distintas velocidades, y así se hace posible comparar la rapidez de los distintos procesos a medida que se desarrollan: el patrón para esta comparación es, entonces, el tiempo.

La tecnología es una de las fuerzas más importantes que promueven el impulso acelerador. Las nuevas ideas se ponen en práctica mucho mas rápido que en tiempos pasados. El lapso entre la concepción original y su empleo práctico, se ha reducido de un modo radical. También se requiere menos tiempo para difundirla en la sociedad.

Asimismo, cada nueva máquina o técnica es una nueva fuente de ideas: se generan combinaciones con máquinas y técnicas preexistentes, formando nuevas “supermáquinas”. Pero lo realmente importante de los desarrollos tecnológicos pasa por la posibilidad de resolver problemas con un método diferente; sugieren nuevas soluciones a problemas sociales, filosóficos e incluso personales. Alteran todo el medio intelectual del hombre, su manera de pensar y de ver el mundo.

La tecnología es el motor, un acelerador, y el conocimiento es el “carburante”.

El almacenamiento de conocimientos del hombre ha aumentado a través de la historia, desde antes de la escritura, pasando por la imprenta hasta llegar a la computadora.

El conocimiento es poder, pero también es cambio, y la adquisición acelerada de conocimientos, que alimenta al gran motor de la tecnología, implica la aceleración del cambio.

Hay una reacción en cadena del cambio: descubrimiento - aplicación - impacto - descubrimiento...en definitiva es la aceleración del desarrollo social humano.

La aceleración del cambio es también una fuerza psicológica. La aceleración externa produce una aceleración interna, perturbando nuestro equilibrio interior.

También abrevia la duración de muchas situaciones. Altera radicalmente el equilibrio entre las situaciones nuevas y las conocidas. Así, los grados crecientes de cambio nos obligan a enfrentarnos con un número creciente y acelerado de situaciones a las que no puede aplicarse la experiencia personal anterior.

Para enfrentarse al cambio y evitar el “shock del futuro”, el individuo debe convertirse en un ser infinitamente más adaptable y sagaz que en cualquier tiempo anterior.

Capítulo lll

Los hombres no sólo se dividen por raza, religión etc., también lo hacen por su posición en el tiempo. Así, algunos siguen viviendo como miles de años atrás; son gente del pasado (tal vez un 70% de los seres humanos actuales).

Otros, un 25%, constituyen las sociedades industrializadas; son gente del presente.

El resto de las personas vive ya la vida del futuro: son más ricos, mejor educados y se mueven más que el resto de las personas. Ya se adaptaron al acelerado ritmo de la vida.

Algunos se adaptan y otros rechazan el cambio. Esto es más notorio en personas mayores, quienes rechazan la acumulación de más situaciones generadoras de experiencias.

Muchos conflictos de otro modo incomprensibles, pueden derivarse de reacciones diferentes a la aceleración del cambio. Lo dicho es aplicable tanto a individuos como sociedades enteras (choques entre culturas).

La percepción del tiempo por parte del hombre está relacionada con sus ritmos internos, pero sus reacciones al tiempo están culturalmente condicionadas. Desde chicos se nos infunde cierta perspectiva en cuanto a la duración de acontecimientos, procesos o relaciones. En el comportamiento adulto todo lo que hacemos se funda en presunciones de duración.

Todas estas presunciones de duración se ven trastornadas cuando se acelera el ritmo de vida. El fracaso en captar este principio se debe a la incompetencia educativa y psicológica en preparar a la gente para representar papeles fructíferos en una sociedad superindustrial.

La transitoriedad es la nueva “temporalidad” de la vida cotidiana. Siempre ha sido

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