EMPRENDIMIENTO

ESCUELA DE RECURSOS NATURALES.

Fertilidad de hortaliza

Profesor: Samuel Valdivia

Integrantes: Diego Maldonado - Diego Fuentes - José Poblete

19/03/2013

Introducción

Para tener éxito en un cultivo que se desea trabajar bajo invernadero es de suma importancia entregar a la planta una correcta nutrición. Esto se logra en base al rendimiento esperado de cada hortaliza. Para esto es necesario llevar un control de las condiciones edafoclimaticas optimas para el cultivo bajo invernadero. Los micro y macro elementos deben estar en cantidades adecuadas para cada etapa del cultivo, también se debe evitar el exceso a causa de que también puede provocar daños a las plantas.

Las 5 hortalizas más cultivadas bajo invernadero en nuestro país son: Tomate, pepino de ensalada, pimiento, ají y lechuga. Daremos una referencia del tipo de fertilización bajo invernadero sobre ellos con la finalidad de obtener plantas más productivas y también lograr tener cosechas fuera de temporada.

En nuestro país, esta técnica de cultivar es un nicho que va en auge, debido a las altas producciones que se pueden obtener en comparación al mismo cultivo a campo abierto, otras ventajas son que no se necesitan suelos muy ricos en nutrientes y también que se pueden adaptar las condiciones edafoclimaticas para poder cosechar cultivos fuera de temporada.

Desarrollo

Fertilización del tomate en invernadero:

La fertilización representa uno de los factores que tiene más influencia en la cantidad y calidad de la producción de tomate. En cultivos intensivos, especialmente bajo condiciones protegidas, las aportaciones de fertilizantes suelen reforzarse bastante con el fin de incrementar las cosechas, corriendo el riesgo de salinización del terreno. Frente a la alternativa de una aportación tradicional de fertilizantes, se está poniendo en los últimos años una aportación continuada de los mismos por medio de los sistemas de fertirrigación, con una distribución equilibrada de los elementos minerales en función Del estado de desarrollo de la planta.

En relación al primer punto, se combina una aportación de fondo con una fertilización de cobertera equivalente a las extracciones estimadas de cultivo según la producción. El abonado de fondo suele comprender las aplicaciones de un abono orgánico con la afinidad de mejorar el contenido de materia orgánica en el suelo. (2,5 a 3%) a una dosis en función del análisis de suelo. Estas aportaciones se completa con la adicción de NPK mineral de forma localizada de:

-Sulfato Amoniaco: 200 -400 kg/ha

-Superfosfato de cal: 500-800 kg/ha

-sulfato potásico: 200-400 kg/ha

La cantidad de aportar en la fertilización de cobertura dependerá de la duración del ciclo de cultivo y principalmente de la producción esperada.

Las aplicaciones de los fertilizantes, en los cultivos del tomate se realiza aportando al principio del cultivo Fosforo y Nitrógeno, y después del cuajado del 2º ramillete, se inicia la aportación de potasio. Una vez que la planta ha alcanzado el pleno desarrollo se reducen las aportaciones de Fosforo hasta suprimirlo, continuando con las aportaciones de Nitrógeno y Potasio hasta finalizar el cultivo.

Cuando se presentan anomalía en las plantas, se debe recurrir al análisis foliar para comprobar el contenido de nutrientes, y en base al análisis corregir el programa de fertilización.

Los nutrientes en el análisis de la hoja vienen expresado los macro- micros nutrientes en tanto por ciento y los micronutrientes en ppm.

Fertilización del pepino de ensalada en invernadero:

Las características de fertilidad suelen no tener demasiada importancia, pues la formula de la fertilización a usar, mejoran cualquier tipo de suelo; siendo imprescindible observar una buena política nutricional para asegurar un buen éxito del cultivo. Es de importancia no olvidar que este cultivo bajo invernadero tiene un comportamiento de un 50% más precoz que a campo libre, Además de producir un rendimiento diez veces mayor. Todos los puntos mencionados obligan a que las condiciones de fertilización sean excelentes.

La fertilización que se aplica en pepinos de invernaderos es el guano de gallina en dosis altas, todo esto reforzado con urea, fosfatos y potasio.

Los métodos de aplicación de fertilizante es por medio de una ruptura se suelo incorporando Fosforo, Potasio y 1/3 de Urea. El resto de Urea se va aplicando a contar de la primera cosecha, al voleo después del riego y en forma fraccionada, con la finalidad de mantener una fuente constante de nitrógeno en el suelo.

Fertilización de lechuga en invernadero

La lechuga presenta su mejor desarrollo en suelos franco-arenoso con suficiente contenido de materia orgánica y buen drenaje.

Está clasificada como una hortaliza ligeramente tolerante a la acidez, siendo su rango de PH 6,8 a 6,0.

La calidad y rendimiento son afectados por una fertilización deficiente en nitrógeno, debido a que causa plantas pequeñas y con coloración amarillenta, siendo poco suculentas; por otro lado dosis altas de nitrógeno provocan un rápido crecimiento de las plantas, esto causa en lechugas de cabeza (var. capita) que se retrase la formación de la cabeza, quedando suelta y liviana.

Nitrógeno (N): Se recomienda aplicar 60 kg/ha al momento de trasplante y otra cantidad similar aproximadamente

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