ENTREVISTA CON FRANCESCO TONUCCI: Desarrollo, aprendizaje y evaluación en la escuela infantil

ENTREVISTA CON FRANCESCO TONUCCI: Desarrollo, aprendizaje y evaluación en la escuela infantil

¿Qué es lo que los niños deben obtener en la escuela infantil?

Durante los primeros años de vida tienen lugar en el niño un esfuerzo evolutivo de una dimensión tal que no tendría igual en toda su vida posterior. Es en estos años cuando se construyen los fundamentos en que se apoyara todo el desarrollo cognitivo, social, afectivo de toda la vida.

Durante este tiempo el niño deberá entrar en el sentido de temporalidad, comprender lo espacial, extender sus relaciones, desenvolver sus afectos, delinear su carácter, dar nacimiento a su curiosidad. Si estos fundamentos no se construyen en los primero años, difícilmente se podrán desenvolver después las competencias previstas por la educación familiar, por las normas sociales o por los programas escolares.

El enorme esfuerzo infantil requiere de condiciones familiares y ambientales favorables y eso significa afecto, alimentos suficientes, higiene, riqueza de estímulos. La realidad nos dice que muchos niños en nuestros países carecen de esas garantías mínimas y que el desarrollo que deberíamos promover durante los primeros años está en riesgo.

Es por esto que la escuela debe de hacerse cargo de proporcionar las bases culturales necesarias para el  desenvolvimiento fundamental de su personalidad.

 Sería importante que estos tres años fundamentales vinieran a dedicarse a preparar los aprendizajes posteriores con actividades de ´pre-escritura, pre lectura y pre-calculo, deberían aprender a estar juntos, a convivir con sus compañeros, a compartir experiencias y emociones, a expresarse por medio del mensaje que cada uno prefiera, a observar la realidad, a asombrarse frente las cosas nuevas.  Es sobre esas cosas que deberíamos empeñarnos en valorar o evaluar, pero esta sería una valoración sobre la escuela, los maestros, los instrumentos y los ambientes que hemos creado.

Somos nosotros quien debemos encontrar mejores soluciones.

El sentido de la evaluación.

El riesgo más grande de la evaluación es el restringir nuestra tención a unas cuantas formas de lenguaje y competencias. Se piensa que la escuela infantil debe preparar para la escuela primaria de ahí se desprende su alta valoración.

Y por otro lado se considera que es muy difícil evaluar competencias más profundas como las creativas o las corporales. Pero actuando así se castiga a los niños que han tenido predisposición por los lenguajes expresivos, emotivos o motrices los cuales encontraran mayor dificultad para adaptarse a las propuestas escolares y serian condenados al fracaso

La evaluación: la lectura de una experiencia compartida.

La evaluación no es un proceso de medición del aprendizaje individual, sino un proceso de lectura de una experiencia compartida. Partiendo de que el niño llegue al aula como un recipiente vacío y que la tarea de la maestra es llenarlo progresivamente en este caso sería coherente pensar en la evaluación como la medida en la cual el recipiente vacío se ha llenado.

Sin embargo, si la experiencia escolar adquiere el valor fundamental antes señalado y la trayectoria educativa es vista como la construcción de competencias y se beneficia en un ambiente rico y estimulante, entonces la evaluación será una importante experiencia de la lectura de la vivencia escolar para que esta sea comprensible y modificable por parte de todos los actores educativos. Para que esto suceda se necesita adoptar instrumentos adecuados.

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