ETICA EN LA TOMA DE DECISIONES

Ética en la toma de decisiones

El libro Ética en las organizaciones de Manuel Guillén Parra analiza con detalle, en el capítulo 3, el papel que desempeña la ética en los procesos de toma de decisiones en el ámbito de las organizaciones.

La ética se define como una disciplina que estudia lo que es correcto o incorrecto y pretende orientar la acción humana en un sentido racional; esto es, permite pensar antes de tomar una decisión, de manera que ésta sea la más adecuada posible.

Dentro de la ética puede distinguirse como disciplina específica la ética en la toma de decisiones gerenciales. Por consiguiente, la ética en el ámbito de las organizaciones representa el sistema de valores que caracteriza la forma de actuar de una empresa. Así como la física, la ética tiene leyes y no por desconocerlas dejan de producir sus efectos en las organizaciones y en los servicios de éstas.

La ética en las organizaciones

Cuando se habla de organización humana se refiere a un grupo de personas que persiguen objetivos comunes, apoyadas en medios tangibles o intangibles. Las organizaciones son creadas con un propósito (misión), con objetivos y metas claras para que sus miembros tengan un sentido de dirección compartido.

Indicado lo anterior, existen organizaciones más o menos eficaces, en la medida que logren sus objetivos. Asimismo, toda organización cuenta con medios para alcanzar esas metas, por lo que pueden ser más o menos eficientes al conseguir mejores resultados con menos medios. Por último, una organización está constituida por personas, de ellas surgen organizaciones más o menos éticas.

Guillén (2008) considera la ética, la eficacia y la eficiencia como la triple «e» en la naturaleza de las organizaciones. El mismo autor habla de una «racionalidad científico-técnica» que concierne a la eficiencia y la eficacia, y de una «racionalidad ética», relacionada al comportamiento humano. Ésta última («racionalidad ética») es distinta de la primera («racionalidad científico-técnica») pero no es menos importante. Sin embargo, las decisiones que se toman no siempre tienen en cuenta la racionalidad ética.

Eficacia, eficiencia y ética: la triple «e» en la naturaleza de la organización

Guillén (2008) conceptualiza la eficacia y la eficiencia bajo la racionalidad científico-técnica. La primera, como una comparación de los objetivos establecidos con los resultados finalmente logrados. Y, la segunda como la relación entre los inputs (entrada de recursos) y los outputs (resultados).

En otras palabras, el autor quiere decir que la eficacia se refiere a la capacidad para lograr lo que nos proponemos; mientras que la eficiencia es la relación entre los recursos utilizados y los logros conseguidos con los mismos. Se entiende que la eficiencia se da cuando se utilizan

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