ETIOLOGÍA DE LAS MALOCLUSIONES.
Enviado por oskarito199010bm • 27 de Marzo de 2014 • Ensayo • 1.687 Palabras (7 Páginas) • 512 Visitas
ETIOLOGÍA DE LAS MALOCLUSIONES. FACTORES GENÉTICOS.
La mayoría de maloclusiones no tienen una causa específica, conocida, sino que son variaciones más o menos acentuadas del crecimiento y desarrollo del individuo. Proffit (11) y Vig (17) coinciden en señalar la necesidad de que, para prevenir, antes de han de conocer e identificar mejor la etiología de las maloclusiones, en especial la influencia de los factores ambientales.
La prevalencia de maloclusiones indica que aproximadamente un tercio de la población tiene una oclusión que puede considerarse como "normal" o casi, mientras que unos dos tercios tienen algún grado de maloclusión. De estos últimos, solo un pequeño grupo (un 5% según Proffit (12)) tiene una maloclusión atribuible a una causa específica, conocida, como por ejemplo un déficit mandibular por una fractura del cóndilo mandibular, una maloclusión característica que acompaña a un síndrome genético u otras causas conocidas. Por contra, la mayoría de individuos con maloclusiones son el resultado de una combinación compleja y todavía mal comprendida de influencias genéticas y ambientales y no están causadas por un proceso patológico sino por variaciones más o menos moderadas del desarrollo normal.
Desde una perspectiva preventiva es importante aumentar el conocimiento de aquellos factores ambientales que pueden modificar de forma más perjudicial el desarrollo normal (11).
Existen factores externos que pueden afectar la situación de equilibrio en la que se encuentran las estructuras dentales y esqueléticas. El efecto de una fuerza ambiental que rompa esta situación de equilibrio depende fundamentalmente de su duración y no de su intensidad (12). Esto significa que cualquier tipo de fuerza que no actúe de forma constante un mínimo de unas 6 horas (13), sea cual sea la magnitud de la fuerza, no tendrá ninguna implicación sobre la dentición porque no alterará la situación de equilibrio en la que se encuentran los dientes.
Al nivel dental, las fuerzas en reposo de la lengua por un lado y de las mejillas y labios por el otro, junto al papel estabilizador del ligamento periodontal mantienen el equilibrio (13). Los cambios en la intensidad de la fuerza muscular producidos al masticar, deglutir o hablar, aunque pueden ser de gran magnitud son de muy corta duración y no afectan al equilibrio dental. Parece que, aunque el efecto de la duración de la fuerza no está tan claro en los maxilares como lo es en los dientes, se puede aplicar el mismo principio, es decir, que la duración de la fuerza es más importante que su magnitud (12).
El posible efecto que el ambiente ha tenido sobre el sistema estomatognático con el paso del tiempo parece evidenciarse cuando se comparan la prevalencia de maloclusiones en la actualidad con la de poblaciones primitivas o contemporáneas sin un estilo de vida de sociedad urbana industrializada. Diversos estudios observan una mayor prevalencia de maloclusiones en la sociedad actual (3, 16, 18, 19). Estos autores consideran que la rápida transición en la prevalencia de maloclusiones se debe al cambio de vida experimentado por nuestra sociedad, en concreto, a los cambios en la dieta y a la reducción en la demanda funcional sobre los maxilares que provocan un menor desarrollo de las arcadas. Así se aceleraría la tendencia evolutiva normal hacia la reducción del tamaño de los maxilares y se favorecería, junto a otros factores ambientales, situaciones como el incremento en la prevalencia del apiñamiento de las últimas generaciones.
Una de las causas ambientales de maloclusión la constituyen los hábitos de larga duración que pueden alterar la función y equilibrio normales de dientes y maxilares. A continuación se revisan brevemente algunas posibles influencias de tipo ambiental.
Posición lingual
La protrusión lingual que realizan los niños en la deglución forma parte de la fase transicional a una deglución más madura. Pero la lengua puede ser un factor etiológico en el desarrollo de una maloclusión si la posición de reposo no es normal y las presiones de reposo y al tragar están alteradas (12, 15). A pesar de esto, el efecto de la lengua debe verse en perspectiva: A los 6 años el número de niños que tienen una protrusión lingual al tragar es 10 veces mayor que el número de estos niños que tienen una mordida abierta anterior. Por esta razón, no parece que la protrusión lingual al tragar siempre implique una posición de reposo alterada y por tanto que lleve a una maloclusión. En niños con una mordida abierta anterior la posición lingual puede ser un factor de perpetuación, de la maloclusión, pero en la mayoría de casos no es la causa en si misma (12).
Hábitos de succión
El hábito de succión es un reflejo innato que poseen todos los niños y que en mayor o menor medida se presenta en casi todos los lactantes y niños. Esta necesidad se puede satisfacer con la lactancia materna o artificial. Sin embargo en muchas ocasiones queda una necesidad no satisfecha de succión que el niño trata de completar. En las sociedades primitivas el niño obtiene satisfacción mediante la succión no nutritiva del pezón materno. En nuestra sociedad este reflejo se satisface con la succión de chupete o de dedo (9). La prevalencia de hábitos de succión de dedo o de chupete en las sociedades occidentales alcanza el 75-96% (9).
El problema aparece cuando este hábito se prolonga en el tiempo. La aparición de una maloclusión debida
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