Educación preescolar con carácter transformador

EDUCACION PREESCOLAR CON CARÁCTER TRANSFORMADOR

(GRADO TRANSICION)

LAURA WALKER MARTINEZ

DORIS RODRIGUEZ

SEMESTRE I-B

CORPORACION UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

APARTADO ANTIOQUIA

2011

INTRODUCCIÓN

La educación en Preescolar es la base de toda consigna moral, social, profesional, espiritual,…; es allí donde se afirman los lineamientos del ser, pero también es allí donde la vida de un niño se puede dividir en dos: el antes y después de la escuela.  Un niño llega al aula de preescolar para ser orientado, para ser lleno de herramientas, que le permitan enfrentarse de la mejor manera a un mundo lleno de conocimiento, y depende del cómo se moldeen y adapten estos aspectos y se le dé vía a las necesidades y exigencias que este expresa como individuo necesitado de respuestas, para pronosticar éxito en la etapa escolar y en la vida misma.

EDUCACIÓN PREESCOLAR  CON CARÁCTER TRANSFORMADOR

“Educar a los niños y las niñas para la vida, para formar ciudadanos libres, democráticos y especialmente para ser niños…”

Los más pequeños concentran la mirada de los grandes pensadores, políticos, juristas y pedagogos; ya que son ellos; los que pueden pronosticar éxito o fracaso en los procesos de desarrollo de una nación.

Pensar en los niños como potencial altamente sensible e inestable, es reflexionar sobre los procesos ejecutados hasta ahora y no solo como aspectos pedagógicos o educativos de intervención en las aulas, los cuales deben ser revisados;  sino además en políticas claras y generosas por parte del estado, que permitan tomarles en serio, ponerlos como el centro del desarrollo, que requieren excesivo cuidado y atención; evitando con esto las grandes frustraciones que se dejan ver hoy en los grandes líderes y organizaciones educativas. Es pensar que la primera infancia obliga a satisfacer sus necesidades básicas relacionadas con la viabilidad de la vida y la supervivencia en condiciones óptimas de salud, nutrición y protección, al igual que oportunidades equitativas de educación.

Reflexionar sobre la educación de estos niños, implica adentrarse en el proceso sociocultural que vive el país, es partir de los fundamentos y relaciones familiares del niño, teniendo en cuenta que estos se desarrollan integralmente y que este desarrollo está condicionado y/o favorecido por las condiciones culturales, económicas, espirituales y sociales,  que observa en su entorno.

Generalmente se toma el preescolar, como esa modelación de actitudes y aptitudes, para preparar y adaptar al niño a la escolaridad, pero más que eso debe ser un escenario de  desarrollo integral que implique orientar ese bagaje de saberes que trae el niño, esa motivación, esa imaginación, esa curiosidad; y encaminarla hacia la autonomía de aprender.

Esta transición debe orientarse a enseñarle al niño  aprender a conocer, como mecanismo para comprender el mundo que lo rodea, preparándolo para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás; orientarse hacia el aprender a hacer, mediante el desarrollo de competencias para que este ser humano en mención, sea capaz de hacer frente a diversas situaciones y problemas que se le presenten en su desenvolvimiento social. También debe  aprender a vivir junto a otros y con otros, desarrollando el conocimiento de sí mismo y del otro, para saber quién es; intentando con esto ponerse en el lugar de los demás y comprender sus reacciones; y por último, se debe orientar hacia el aprender a ser, que es la base de la educación, ya que la exploración del mundo, las competencias y las relaciones convergen para formar personas, para formar un ser. De  nada sirve desarrollar individuos altamente calificados en labores y profesiones, si antes no se orienta esa parte humana, ese crecer del yo, ese yo moral, ético, estético, espiritual, …

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