El Derecho De Morir

El derecho de morir

Estefanía Socha Montejo

La eutanasia, definiéndola primeramente como el acto de poner fin a la vida de otra persona para evitar su agonía y sufrimiento a causa de una enfermedad terminal o incurable, siempre será motivo de debate en todos los aspectos como sociales, políticos, religiosos, culturales, y demás. Podemos verlo reflejado simplemente en noticias cotidianas, en documentales, en redes sociales y sitios de navegación por internet, la eutanasia es un tema sobre el cual todos opinan y deciden, del que siempre habrán distintas opiniones en contra y a favor, mientras que para algunas personas es una manera de dar muerte digna, para otras es totalmente lo contrario, es faltar a la moral y a la dignidad de la persona , pero realmente ¿Quién tiene derecho sobre la vida de cada uno de nosotros? ¿Quién puede decidir sobre la voluntad de morir?

Remitiéndonos a la definición de eutanasia, esta debe ser aplicada a las personas que tengan una enfermedad irreversible y/o terminal, que ya no hay manera alguna de salvar su vida y que esta quede en condiciones medianamente humanas. Según esto darle la eutanasia a una persona en condiciones como estas hará que su muerte sea digna, que su sufrimiento físico, moral espiritual tenga punto final. La eutanasia debería ser considerada por la justicia no solo colombiana si no en todos los países del mundo, como un derecho, que como tal se le debe reconocer a toda persona que lo solicite y quiera hacer uso de este por su voluntad libre e independiente. Actualmente se habla no solo del derecho de petición si no de la necesidad que se presenta en miles de pacientes terminales como forma de liberación del padecimiento insoportable que con lleva su enfermedad, hablar de libertad también conlleva el derecho y el deber del respeto ante las decisiones de cada persona sobre su vida. La legalización para esta práctica basada en la petición voluntaria del paciente y la correcta aplicación en los enfermos terminales, debe ser considerado únicamente, según mi opinion, cuando es necesaria. Defiendo el derecho de cualquier persona que esté pasando por esta situación, tiene derecho a elegir lo que a su parecer, le convenga y hacer uso de su autonomía para ejercer control sobre su vida y su bienestar. Una persona es libre para actuar y decidir incluso desde el momento de nacer, y se debe respetar hasta la última etapa de su vida.

El texto Hacia una legalización de la eutanasia Voluntaria 1999. es.catholic.net habla explícitamente a partir desde su onceavo párrafo acerca del derecho a morir dignamente, este texto complemente y reafirma mi posición, desde el aspecto de la medicina complementa mencionando los avances que se han generado para prolongar la vida humana, pero con estas vienen las desventajas de la prolongación del sufrimiento y la degradación de la vida humana, el texto presenta también un término diferente, aclarando y/o exponiendo que el derecho a morir dignamente se da con ayuda del médico es decir ”ayudar a morir” al incluir este término se desencadenan con él otros derechos como el de mantener un dialogo con su médico o la persona que lo va a asistir para conocer el procedimiento.

La eutanasia y sus argumentos. escuela.med.puc.cl Para algunos, morir con dignidad significa morir sin dolor por intervención médica directa o suicidio asistido. Sustenta que en muchas ocasiones es mejor otorgar el derecho a la voluntad de morir porque es mejor morir que vivir en esas condiciones de sufrimiento y dolor causado por una enfermedad terminal, harán la vida del enfermo tan difícil de llevar que la muerte parecerá un acto de caridad, y es considerado racional que el médico ayude al suicidio como una forma de morir dignamente. Para el enfermo terminal, el sufrimiento puede ir más allá del dolor como resultado de las condiciones en que se encuentra y estas hacer la vida insoportable, como por ejemplo: la progresiva pérdida de movimiento y actividad, la pérdida de libertad asociada con la dependencia de otros, molestias físicas como náuseas, vómitos o disnea, la incapacidad de tragar o de hablar, el miedo a morir, la incontinencia, la debilidad, la pérdida de la dignidad personal, la demencia. La vida pierde toda calidad y significado, de forma que la muerte es preferible.

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