El Infortunio De La Indecisión

Es cómico pensar en el por qué de las cosas. La vida nos pone enfrente situaciones en que quedamos cómo palomas recién golpeadas con un vidrio templado y caliente.

¡Qué coincidencia! Estos meses he pasado por un proceso de decisiones que hasta el momento no se si han sido las correctas. Me valgo de explicaciones racionales – no pasionales – para poder llevarlas a cabo, una por una. No sé quién o qué tiene la razón precisa. Tal vez sea mi perro, al que tanto quiero… O lo que sea. Sin embargo, lo importante de todo este embrollo es tratar de utilizar la simpleza de las palabras para poder definir este embrollo. Nota: Si quieres seguir leyendo, ¡enhorabuena! Sino entonces ponte a escuchar música.

Vamos. Sí, VAMOS a trazar una línea que definirá nuestro proceder entre cada idea. Podría sonar muy confuso. Sin embargo, con la ayuda de nuestra inteligencia lograremos darle sentido a todo lo que plantea el texto, así que comencemos:

Primera idea: situación cliché. ¿Qué harías si se quema tu casa? ¿Llamas a los bomberos o intentas apagar el fuego por tu cuenta? – imagínese que está en la situación, y como todo ser pendejumano no sabe qué hacer -.

“La peor decisión es la indecisión.” Benjamín Franklin.

Dejemos algo claro: ¡NO DUDES DEL FUEGO, TE VAS A QUEMAR! Sin embargo, es interesante analizar la conducta humana en este tipo de contextos. Viktor Frankl nos propone actuar - cuando todo se nos viene encima - desde la fragilidad, la cual consiste en reconocer a qué nos enfrentamos y cómo salir de la mejor forma del problema. Pero no nos acostumbramos a ello. El crecimiento cómo personas necesita someterse – siempre - a un acoplamiento de las reacciones que con el tiempo controlamos con mucha mayor tranquilidad. Así que amigo o amiga, si tienes 14 o 15 años, no te preocupes si tu casa queda hecha pedazos. Preocúpate principalmente en lo siguiente: ¿quedaste hecho pedazos al no poder hacer nada?

Bueno, hasta la gente adulta suele ser más pasiva cuando encaran este tipo de situaciones (yo tengo 16).

Después del ajetreo vienen los resultados NO deseados: problemas psicológicos, traumas, no querer encender la estufa, en fin. NO le des entrada a este tipo de “enigmas”. Que aunque son difíciles, son tontos a la vez. La medida justa se encuentra en cómo queremos que suceda, así crecemos proporcionalmente con nuestras decisiones. No es fácil, pero se ajusta a cada quién (como un pantalón ajustable -#WHAAAA).

Segunda idea: otra situación cliché. ¿Qué sucedería si “pisaras en falso” en una discusión con tus padres? – imagínese que está en la situación, y como todo ser pendejumano no sabe qué hacer a causa de la impotencia -.

“Nuestra rabia es más denigrante para nosotros mismos que las situaciones que la producen.” Marco Aurelio.

Esta es otra de las grandes adversidades que la cotidianidad nos propone. ¿Qué imaginamos cuando nos sentimos presionados? Cuando tenemos cuatro ojos bien abiertos ante nosotros y cuatro manos dispuestas a fregarnos físicamente… En

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