El Mestro Ignorante
Enviado por nubisbarros • 11 de Abril de 2014 • 3.921 Palabras (16 Páginas) • 235 Visitas
Eje Experiencial de la Obra dede J. Rancière
El autor renueva las ideas de Joseph Jacotot, un pensador del siglo XlX que viene a proponernos un planteo tan radical como desabrido, para sus contemporáneos como para los que lo abordamos en la actualidad.
Ranciere narra la experiencia de Jacotot en lo que el denomina “una voz única” “una experiencia intelectual”. Jacotot -afirma el autor- se puso a enseñar lo que el ignoraba y a proclamar la emancipación intelectual; se puede aprender sin maestro explicador: la instrucción es como la libertad, no se da, se toma. Y de este modo Jacotot lleva a cabo una experiencia con una grupo de alumnos que tenían otro idioma y querían aprender de él, pero el no explica ni enseña, les ofrece un diccionario bilingüe. Y así sus seguidores aprenden.
Conceptos claves de la obrael “Maestro Ignorante”
1) Igualdad: concepto que debe ser explicado en un determinado contexto. Es indudable que las definiciones ideológicas establecidas en general por las clases hegemónicas, se manifiestan sobre las esferas de las clases sociales convirtiéndolas en explicaciones naturalalizadas a todos los estamentos de la estructura social en el sentido de Gramsci.
En Francia, después de la Revolución, se consideraban a sí mismos los propulsores de haber acuñado toda una serie de ideales que sustentaron en el plano de las ideas, las políticas desarrolladas para la construcción del Estado y de la sociedad, y una de las preocupaciones centrales giraba en torno a la realidad del nuevo ciudadano en un orden social que pretendía serdemocrático.
La igualdad entonces significaba en ese contexto post-revolucionario, que cada ciudadano tenía que adaptarse pacíficamente a un orden social que estaba en plena transformación, teniendo que cumplir con determinados derechos y obligaciones propios del estado de derecho.
2) Desigualdad: entendiéndolo como una situación injusta, ... pero¿a quiénes se considera como desiguales? ¿Quién queda afuera y dentro de esa categoría? ¿Quién lo determina?
No consideramos ingenuas las preguntas planteadas y afirmamos que podemos hablar de igualar la desigualdad pero ¿para quiénes?. ¿O acaso no se han cometido crímenes de lesa humanidad en nombre de la desigualdad?
Los burócratas responsables de la educación en Francia en 1830, suponían que la escuela era la forma que suprimiría la diferencia que existía entre los sujetos en sus capacidades, conocimientos y habilidades, siempre teniendo en cuenta el objetivo principal de integrar ordenadamente a estos individuos a las sociedades. Así, la desigualdad se convertía en el punto de partida de toda propuesta que implicara la instrucción, dejando a muchos afuera de este proceso, y la igualdad se convertía en el objetivo preciado a ser conseguido: como ciudadanos responsables en el mundo.
Los dichos de Jacotot cobran sentido en este contexto: él considera que nunca se debe partir de una situación de desigualdad, al contrario, cree que dicha acción tendrá un efecto opuesto al esperado, porque la igualdad debe ser el punto de partida. Es así que Rancière plantea que la escuela gestada para achicar la brecha entre el afuera y adentro, no hace más que reafirmar y consolidar esa distancia, es decir contribuye a la desigualdad.
3) Embrutecimiento: el acto de explicar a otro es un acto de desigualdad, o mejor dicho, un acto de embrutecimiento, Jacotot considera que la educación así concebida no hace otra cosa que confirmar la incapacidad en la misma medida en que intenta superarla “(...) hay embrutecimiento cuando una inteligencia está subordinada a otra inteligencia”.[1]
La función de la instrucción es confirmar una incapacidad por el propio acto que pretende reducirla. El embrutecimiento que la escuela genera en nombre de la igualdad, no hace más que perpetuar la desigualdad.
“Yo no sé si estoy equivocado. Es difícil en una discusión no adoptar un tono afirmativo a veces. Pero recuerden que todas mis afirmaciones sólo son razones para la duda. Busquen la verdad por ustedes mismos”
Jacques Rosseau
4) Emancipación: opone la educación entre el embrutecimiento y la emancipación. Entre un esquema generador de libertad o un sistema reproductor de las capacidades y habilidades reconocidas por la sociedad y la cultura. En ese marco de reconocimiento social y cultural se justifica al maestro que embrutece, porque es necesario que el niño atraviese determinados circuitos para ser un “hombre adaptado socialmente” y la escuela garantiza esos circuitos en su afán moderno por el progreso social dentro de los esquemas culturalesestablecidos.
Vemos con claridad en este último punto como Rancière ataca la nervadura: el “hombre adaptado socialmente” se garantizaba a través de ciertas instituciones principalmente la escuela.
Jacotot plantea que educador-educando deberían partir del conocimiento y de la ignorancia, y demuestra que el educador –a partir de la experiencia de Jacotot- también puede aprender de ellos. Y es en ese contexto que Jacotot descubre que la explicación no tiene sentido, pero esta lógica tenía / tiene como postulado la igualdad, descubriendo amargamente que la explicación no logra otra cosa que su opuesto “explicarle una cosa a alguien es, antes que nada, demostrarle que no puede comprenderla por sí solo”[2], demostrarle que es un ignorante.
Dijimos que esto era “un callejón sin salida”, pues entonces hacia ese lugar nos dirigimos. Ya que nos situamos en un proceso dentro del marco de la filosofía de la educación que plantea Kohan[3] como un campo minado de polémicas.
¿Qué es la filosofía de la educación sino hacernos la pregunta?
Rancière al reflexionar sobre la experiencia de Jacotot tuvo la capacidad de hacer filosofía de la educación: sintetizar todas las situaciones críticas de la educación resumió la nervadura como es la institución escolar. Problematiza y hacer filosofía-traer el problema es hacer filosofía de la educación, porque es tomar conciencia de algo. Y no hacer oscurantismo escolar con tecnicismos indescifrables.
Para esto es necesario asumir una nueva postura de modo urgente frente a la educación y al sistema educativo en particular, caso contrario seguiremos construyendo escuelas y reproduciendo maestros atontadores.
Para los que decidan ingresar al callejón podríamos pensar en la alternativa.
No será tarea fácil por eso asumimos como propias las palabras de Nietzsche, para enfrentar este desafío:
Hemos abandonado tierra firme, nos hemos embarcado.
Hemos dejado el puente atrás, rompimos vínculo con tierra firme.
!!Ehh, Barquita...!! !Tené cuidado! A tu lado está el océano, no
siempre brama, y a veces parece
...