El Niño Y El Alumno", "El Grupo Y Los Amigos" Y "Resistencia Y Competencia
Enviado por remilia17 • 7 de Septiembre de 2014 • 623 Palabras (3 Páginas) • 252 Visitas
La autoridad del maestro
En muchas ocasiones el maestro pretende imponer su autoridad, pensando que de esta manera podrá manejar mejor las distintas situaciones que se presenten en el aula, considerando que así podrá infundir en los niños el respeto que este se merece como líder, dejando fuera el que los alumnos también comprenden y sienten, que en determinado momento necesitan libertad para trabajar, para analizar y expresar ideas, o simplemente para divertirse.
Lamentablemente muchos docentes se olvidan del propósito de su labor, ya que al imponer esta autoridad tajante, no dejan que los niños dominen el aprendizaje a su ritmo o a su estilo, del modo al que ellos más se acomoden, sino que incluso tratan de cambiar actitudes que no perjudican en nada su enseñanza, tomando decisiones injustas al castigar o demostrando una actitud desfavorable al enseñar, como su mal humor.
Los castigos
En muchas ocasiones, los castigos no son la mejor solución que se pueden presentar ante los diferentes comportamientos de los niños en el aula, ya que en vez de que nos ayuden a corregir una conducta inadecuada, refuerzan futuras acciones de riesgo, sobre todo cuando estos se realizan de manera injusta.
Los castigos más injustos son los castigos colectivos, el maestro cuando no está atento de lo que sucede en su salón, opta por castigar a todos aquellos que al final llegaron a involucrarse en el error cometido, sin intentar por lo menos descubrir quien comenzó todo.
Manejar castigos nos pueden acercar o alejar a nuestros alumnos. Generalmente cuando los niños catalogados como los más tranquilos o mejor portados son castigados injustamente aceptan el castigo sin rezongar, ya que no quieren confrontar al maestro, se acercan a uno por miedo a ser reprendidos y se convierten en vigilantes del comportamiento de sus demás compañeros. En cambio también habrá niños que no desean establecer buenos vínculos con su profeso r y verán estos castigos como injusticias y un motivo más para no apreciarlo.
Las diferencias que los maestros pueden hacer de los alumnos (buenos malos)
Muchas veces los docentes están tan acostumbrados a clasificar a sus alumnos como buenos o malos, rápidos o lentos, trabajadores o flojos, inteligentes o burros, según el desempeño de estos. Sin embargo esta clasificación, obviamente no es la correcta, pues cuando son los maestros los primeros en etiquetar de este modo a los niños, ¿Qué se puede esperar de los demás compañeritos?
En vez de evidenciar a los alumnos, es necesario que se empleen mejores estrategias de enseñanza, adaptándolas a los diferentes estilos de aprendizaje de estos, preguntándonos siempre el motivo por el cual nuestros alumnos se encuentran en estas condiciones y de este modo mejorar nuestro trabajo.
Los amigos
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