El Pagare
Enviado por joseguaje1 • 15 de Marzo de 2015 • 18.345 Palabras (74 Páginas) • 175 Visitas
EL PAGARE
HISTORIA
El origen del pagaré, al igual que la letra de cambio, se remonta a la edad media y también más o menos paralelo al nacimiento de aquélla. Para algunos su origen se debió al desaparecimiento de la sanción por cobro de intereses en los préstamos, hecho que permitió a los deudores a obligarse cambiariamente en el pago de sumas de dinero a fechas determinadas, lo cual no 'hacía necesaria la utilización de letras sino de pagarés, o mejor de vales, expresión con la cual se conoció inicialmente. Para otros, esta figura obedeció a las dificultades que presentaba la letra de cambio en cuanto a su uso, dada la necesaria intervención de un tercero en el cambio trayecticio. Cuando el negocio se iba a realizar entre dos personas ya no era adecuada la letra, entonces aparece el pagaré como título capaz de superar esa dificultad, pues éste sólo exige la presencia de un otorgante, de la persona que lo suscribe o que lo emite, y del beneficiario. Pero, además, la letra presentaba otra exigencia, cual era que debía haber separación, distancia, trayecticio o locci, como se le denominaba en la doctrina, entre el lugar en que se emitía y el sitio en donde debía cumplirse la orden de pago.
A raíz de la internacionalización de los mercados nace la LETRA DE CAMBIO y los PAGARÉS, con el fin de unificar las formas de comercialización entre los distintos países.
La historia de los títulos valores tiene como antecedentes tres (3) escuelas bien definidas:
• GINEBRA (LEY MERCANTIL): Todos los países que firman el convenio se comprometen a legislar para consolidar la letra de cambio y el pagaré.
• COMMON LAW: Se crea un derecho uniforme para los E.E.U.U y Gran Bretaña; totalmente opuesto a los postulados de Ginebra.
• PROYECTO DEL INTAL: Intenta unificar los postulados de las dos grandes escuelas en materia comercial y crear una legislación para los países de América Latina. Con este proyecto se busca tener una interrelación entre los países de esta parte del mundo en materia comercial unificando los títulos valores. Colombia acoge el proyecto pero legisla siguiendo la corriente filosófica que le imponían las dos grandes escuelas (Ginebra y Common law).
La ONU intervino en la discusión y trató de unificar los criterios de los títulos valores y la legislación comercial para estar acorde con la globalización, es allí donde aparecen los tratados de libre comercio. Colombia se acoge a la normativa de la ONU, pero sigue conservando su familiaridad con las otras dos escuelas del derecho mercantil.
La historia remota de los títulos valores se puede ubicar desde la misma aparición del hombre, cuando aparece la solidaridad y la ayuda mutua para subsistir. La primera fuente de subsistencia que tuvo el ser humano se lo proporcionó la misma naturaleza.
La especie humana empieza a expandirse, al necesitar de territorio se trasladaron para conseguir su alimento. Más tarde se asentaron en un solo territorio formando familia, tribus y clanes, apareciendo la propiedad privada y las autoridades que regulaban la convivencia (caciques, consejo de ancianos, etc.).
Hubo asentamientos en la sabana, en la montaña, páramo, a nivel del mar, etc.; es decir, en diferentes climas donde se cultivan diferentes productos. Empezó el intercambio de productos entre las diferentes familias es lo que se llamó TRUEQUE (prestación y contraprestación). Crearon una normatividad consistente en que se reunirían en un lugar y época determinada para realizar dicho “negocio
Comercial”. Llegó una época en que algunas tribus empezaron a escasear con sus productos y por ende fallaban cuando tenían que intercambiar, lo que empezó a crear una especie de crédito, donde quien faltaba con el producto podía recibir del otro lo que necesitaba comprometiéndose a traer el doble de producto en la próxima reunión que se llevara a cabo. Cuando llegó la ocasión de que algunas tribus no tenían cómo producir, llegaron al acuerdo que aquel que no tuviese productos para intercambiar podía llevar el producto que necesitase y a cambio se quedaba trabajando en la tierra de quien le entregó el producto; aparece la explotación del hombre por el hombre. La historia de los títulos valores va muy ligada a la historia del derecho comercial, pero remontándonos al origen de los títulos valores propiamente dicho, debemos ubicarnos en la antigua Roma, que aunque fue una civilización que no practicaba el comercio (su génesis fue de carácter guerrero, conquistador) si legisló para regularlo.
Los negocios jurídicos se realizaban entre individuos de la misma clase social (patricios o plebeyos); la garantía para su pago era la PROPIA VIDA, a quien no cumplía con sus obligaciones se le podía dar muerte más allá del TIBER, porque sangre romana no podía manchar territorio romano; al presentarse tantas muertes se estaba reduciendo el número de habitantes lo que no era conveniente para la naturaleza guerrera de dicha civilización; viene entonces lo que se conoce como la MANUS INIECTIO o INJECTIONEM, por esta acción se facultaba al acreedor para capturar al deudor y llevarlo a un juicio ante el pretor, si el deudor era condenado porque se demostraba la deuda o porque confesaba; el acreedor quedaba facultado para colocar su mano encima del hombro del deudor y pronunciar la frase “tú te haces mío”, inmediatamente quedaba constituido un vínculo jurídico (nexum) entre deudor y acreedor, este llevaba prisionero a aquel a su domicilio donde permanecía trabajando durante sesenta (60) días. Al entenderse que esto en lugar de ser un beneficio para el acreedor, se convertía en una carga; se pasó al procedimiento de la EXHIBICIÓN PERSONAL, que consistía en mostrar al deudor en la plaza pública durante TRES VECES, con dos finalidades: la primera, EL PERDÓN Y PIEDAD, que consistía en que alguien (un vindex o fiador) se apiadara del exhibido y pagara la deuda; si esto no sucedía el acreedor quedaba facultado para venderlo como esclavo o matarlo si nadie lo compraba, pudiendo incluso ser despedazado cuando eran varios los acreedores. Al crearse una crisis con este procedimiento, se crearon dos leyes que empiezan a originar una idea aproximada del patrimonio como garantía de las obligaciones y aparece la premisa de que “es tan responsable quien presta a quien no tiene, como quien no paga”:
1. LEX POETELIA PAPIRIA I: Donde el patrimonio era prenda general para el cumplimiento de las obligaciones y el acreedor podía desapoderar de sus bienes al deudor; no existía una reciprocidad entre lo debido y lo pagado, pues el deudor era desposesionado de todos sus bienes, y el acreedor aumentaba su patrimonio de una manera injustificada.
2. LEX POETELIA PAPIRIA
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