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El Proceso De La Hegemonia


Enviado por   •  7 de Octubre de 2012  •  3.878 Palabras (16 Páginas)  •  446 Visitas

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I. Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo situar a la Escuela pública entre, por una lado, el proceso de hegemonía que se manifiesta al interior de las aulas; y, por otro lado, la Educación Popular, ésta vista justamente como una resistencia a ésta hegemonía, es decir, como una educación liberadora, contrahegemónica.

Lo que éste trabajo desarrollará a lo largo de cinco apartados es la posibilidad -necesaria por cierto- de asumir una práctica político-pedagógica dentro de la escuela, revalorizando su carácter de pública y popular.Como mencioné anteriormente, el trabajo está dividido en cinco apartados: el primero, desarrollará la noción gramsciana de hegemonía, sus funciones en la sociedad y la constitución del sentido común y el "núcleo del buen sentido" en las clases subalternas; en el segundo, se analizaré el rol del Estado y de la Sociedad Civil, en este punto, también trabajaré con las nociones gramscianas de Estado Ampliado y Sociedad Civil, haciendo una diferenciación en esta última de la noción difundida por algunos teóricos neoliberales; en el tercero, situaré a la escuela pública dentro de la Sociedad Civil y su función como aparato de hegemonía; en el cuarto, plantearé la posibilidad de que la Educación Popular, de inspiración Freireana, se pueda llevar a la práctica dentro de la escuela pública vista ésta como una contrahegemonía; y por último, en el quinto apartado, los límites y desafíos que se le pueden plantear a los educadores que quieran emprender la tarea de educadores populares.

II. El proceso de la Hegemonía

Es preciso señalar que la hegemonía, en la concepción gramsciana del término, no es igual a dominio, entendiendo a éste último como "la coerción directa o efectiva, que se expresa en forma política y en tiempos de crisis". (1) Para Gramsci, la hegemonía que ejerce la clase dominante no sólo se hace través de la coerción, sino además, a través del consenso, logrando imponer su visión del mundo, una filosofía, costumbres, un sentido común que favorecen el reconocimiento de su dominación por las clases dominadas."La hegemonía no es igual a la ideología, no se reduce la conciencia a las formaciones de la clase dominante, sino que comprende las relaciones de dominación y subordinación, según sus configuraciones asumidas como conciencia práctica, como una saturación efectiva del proceso de la vida en su totalidad (...) la hegemonía constituye todo un cuerpo de prácticas y expectativas en relación con la totalidad de la vida. Nuestros sentidos y dosis de energía, las percepciones definidas que tenemos de nosotros mismos y de nuestro mundo. Es un vívido sistema de significados y valores que en la medida en que son experimentados como prácticas parecen confirmarse recíprocamente. Es un sentido de la realidad para la mayoría de las gentes de la sociedad (...)".(2)Esta clara definición de Raymond Williams me pareció más que apropiada para exponer una clara definición de los constituyentes del proceso de hegemonía, el cual, en Gramsci, aparecerá definido también como "la dirección moral e intelectual de la clase dominante" o como "consenso + coerción".Sintetizando, podemos decir entonces, que la hegemonía actúa "saturando" nuestra misma conciencia, de modo que el mundo que vemos, con el que interactuamos y las interpretaciones que de él hacemos, es el "único mundo"; la hegemonía es un conjunto organizado de significados y prácticas, valores y acciones que son vividas. En este sentido, la cultura cumple una función social indispensable para el mantenimiento y reproducción del sistema hegemónico.Los grupos dominantes ejercen la función de dirección cultural de trasmisión ideológica a través de un conjunto de organizaciones o aparatos de hegemonía.

La hegemonía cumple en las distintas sociedades dos funciones fundamentales:

Su función como proceso social: tiene la función de reproducción y consolidación del consenso activo de las masas; ajustando y adaptando el discurso hegemónico y las prácticas correspondientes a las necesidades del mantenimiento y desarrollo del sistema en las distintas esferas (política, económica e ideológica) y que éste discurso debe ser actualizado en la medida que haya que enfrentar resistencias o contrahegemonías.

De esta manera, la hegemonía actuará como constituyente de subjetividades, al internalizar valores, normas, actitudes, representaciones del mundo, etc. a través de sus aparatos de hegemonía, como por ejemplo, la escuela, que actuarán en la organización cotidiana de ciertas prácticas de dominación que a su vez generan hábitos, disposiciones, esquemas de percepción y comprensión del mundo.

La hegemonía que ejerce la clase dominante, su concepción de mundo, debe difundirse en toda la sociedad, constituyendo nuevas subjetividades, pero éstas no serán homogéneas, no será la misma concepción de mundo la que elaboren las clases dirigentes (mucho más elaborada), a la que Gramsci llamará Filosofía, que la concepción de mundo que elaborarán las clases subalternas (disgregada y fragmentada), que Gramsci llamará Sentido Común.Éste como "la concepción más difundida de la vida y la moral" es una unidad mas o menos contradictoria en constante movimiento y que se transforma continuamente.Mientras que en la filosofía predominan "los caracteres de la elaboración individual del pensamiento", en el sentido común se trata esencialmente de los "caracteres difusos y dispersos de un pensamiento genérico de cierta época y de cierto ambiente popular". El sentido común aparece como una amalgama de diversas ideologías tradicionales y de la ideología de la clase dirigente: el buen sentido.Para las clases subalternas, su experiencia de vida (explotación, discriminación, etc.) constituirán el Núcleo del Buen Sentido que tiene que ver con esta identidad de clase que establece los límites o la separación con las otras clases y una identificación dentro de las mismas clases subalternas.Para cerrar este apartado, cabe destacar la función que Gramsci le asigna a los intelectuales, que actúan "como funcionarios de la superestructura, y que cimentan la unidad de la estructura y la superestructura, constituyendo un bloque histórico determinado, mediante la elaboración y difusión de la ideología de la clase dominante dando lugar a su hegemonía (...) la educación desempeña una función esencial en la formación de los intelectuales, tanto del bloque emergente como en el bloque dominante".(3)

III. Estado y Sociedad Civil

En este segundo apartado analizaré el rol del Estado (sin ahondar demasiado en los extensos debates que se generaron en la corriente marxista sobre este tema) y la Sociedad Civil,

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