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El Profesor Militar


Enviado por   •  7 de Mayo de 2012  •  2.629 Palabras (11 Páginas)  •  1.934 Visitas

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profesor militar:

Un profesor militar es un docente que además de cumplir con las normas y capacidades de un docente civil, tiene que cumplir el lineamiento militar e impartirlos a sus estudiantes.

Un profesor civil cumple ciertas características como los son:

1. En lo interpersonal:

• Debe ayudar a sus estudiantes a crecer personal y profesionalmente

• Debe ser cálido, abierto: respetar a sus estudiantes y se interesa por ellos

• Sirve de modelo a sus estudiantes.

2. En lo profesional:

• Domina su área de trabajo

• Se mantiene actualizado

• Tiene conciencia de la responsabilidad

• Tiene capacidad profesional

Todo esto debe ser cumplido tanto por el profesor civil como por el profesor militar además de esas características un profesor militar debe cumplir con las siguientes aspectos:

• Debe fomentar orden, disciplina y respeto

• Debe tener conciencia ciudadana y crearla en sus estudiante

• Debe tener carácter

• Cumple con los reglamentos establecido y hace que sus estudiante lo cumplan

• Crea el sentido de la responsabilidad a sus estudiantes

• Tiene una gran capacidad de mando, que cuando es necesario la usa y logra ser oído y respetado como el líder que representa.

PRINCIPIOS DE LA INSTRUCCIÓN

Una de las muchas ramas de la Psicología es la que se aplica a como nuestro cuerpo y nuestra mente reacciona a nuevos estímulos, nuevas a enseñanzas, nuevos a problemas.

Dentro de todo ello nos encontramos a nosotros mismos tanto como alumno o como profesor, en cualquier caso los principios a aplicar son los mismos.

Estos principios no son algo nuevo, ni exclusivo de alguien de nuestra profesión. Estos principios son aplicables tanto para aprender la más complicada táctica de asalto, como la más díficil de las katas, como la más sencilla sencilla de las coreografías de aerobic o de ballet clásico.

Son principios que están en nosotros mismos, en nuestra forma de existir y reaccionar con el entorno. Sin ellos el hombre prehistórico no hubiera podido sobrevivir.Pero mientras hasta hace muy poco tiempo pensabamos que las cosas son así por que sí, hoy en día hemos logrado compartimentar nuestro sistema interior de aprendizaje y mejorarlo según nuestras capacidades o de nuestro alumno.

Vayamos por partes. Cualquier conductor veterano realiza una serie de acciones automáticas durante la conducción que no necesitan del pensamiento consciente. Por ejemplo, en el recorrido habitual de casa al trabajo llegamos a cambiar de marcha una gran cantidad de veces, de forma natural y sin pararnos a pensar en ello, pudiendo ir conversando con alguien a nuestro lado sin que disminuya nuestra capacidad.

Ahora bien, ¿y ese mismo gesto de cambiar de marcha cuando eramos conductores noveles? ¿Era tan sencillo? No ¿Verdad?

Primero pensabamos en cambiar de marcha, si era necesario o no, si reduciamos o acelerábamos, que marcha metíamos, cual era el movimiento de muñeca necesario, y todo esto intentando mantener nuestro vehículo en la parte asfaltada de nuestros respectivos paises.

¿Exagero? Por lo menos en mi caso, no.

Ahora apliquemos ese mismo razonamiento a nuestro aprendizaje táctico y/ con armas. Los problemas son los mismos.

Para entender la forma en la que aprendemos y sacarle el mayor rendimiento posible, nuestro entrenamiento-aprendizaje debe basarse en cinco principios elementales.

- Principio de la Unidad.

- Principio de la Generalidad.

- Principio de la Especialidad.

- Principio de la Proporción.

- Principio de la Individualidad.

Veámoslos uno a uno.

- Principio de la Unidad.

“El organismo reacciona como un todo, si falla cualquier sistema, esto se reflejará en su óptimo rendimiento”

Recuerdan aquello tan antiguo de “mens sana in corpore sano”.

Este principio no solo es de aplicación a nosotros como ente individual, nuestro entrenamiento jamás debe fraccionarse de tal manera que algo recien aprendido no se apoye en algo sólidamente aprendido y retenido. Si no lo hicieramos así nos encontraríamos con técnicas y/o reacciones correctas pero sin continuidad y sin principio.

Si sabemos disparar un arma, encarar, alinear, etc., pero no incluimos un técnica correcta de desenfunde rápido para llegar a lo anterior, ¿que hemos hecho?, un buen tirador deportivo, pero no un buen operador.

- Principio de la Generalidad.

Con este principio debemos conseguir un desarrollo armónico de todas las cualidades básicas, para con ello conseguir el desarrollo de las cualidades específicas.

Volviendo al ejemplo anterior, todas las cuestiones a un desenfunde táctico deben tener el mismo nivel para poder unirlas de forma homogénea. No podemos desenfundar muy bien, encarar de forma mediocre y disparar con prisas.

- Principio de la Especialidad.

Una vez cumplidos los dos principios básicos anteriores, nuestro entrenamiento se dirigirá a las cualidades específicas a desarrollar.

Veamos de nuevo nuestro ejemplo. Una vez hemos aprendido a desenfundar, encarar y disparar de forma correcta, y en unas circunstancias sencillas, pasaremos a unas condiciones cada vez más difíciles, sentado, andando, corriendo, de espaldas, caido, con personal en el entorno, etc. Especializando y convirtiendola en algo instintivo y natural.

- Principio de la Proporción.

Nuestros periodos de trabajo-entrenamiento deben ser proporcionales a los de descanso. Si no lo hacemos así nuestro rendimiento y aprendizaje real baja, es cuando surgen los denominados “vicios”, difíciles de erradicar cuanto más avancemos en nuestro entrenamiento.

Es en esta fase cuando aparecen los problemas, somos tan buenos tan “divinos”, que no cometemos errores ni fallos ¿¡!?.

Cuidado, el “Síndrome del Virguero” que todos pedecemos en algún momento de nuestra vida, y muy fácil de alimentar con entrenamientos excesivos. Cuando empecemos a notar fallos graves, debemos parar y evaluar, tras lo cual lo dejamos hasta mañana, hasta dentro de un rato, o hasta que humildemente reconozco mi fallo.

- Principio de la Individualidad.

“Cada persona es único y sin igual, sus capacidades de adaptación y aprendizaje son únicas”.

En base a este principio debemos fijar nuestro entrenamiento, siempre con caracter individual y único. No todos pueden aprender igual de bien o igual de rápido. Cada uno de nosotros necesita unos tiempos, estos pueden variar tanto de individua a otro, como en uno mismo de un día a otro.

Todos hemos tenido un mal día, nada sale bien, todo parece más difícil,

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