El Progreso O El Retroceso
Enviado por vicmanuel • 8 de Noviembre de 2012 • 1.973 Palabras (8 Páginas) • 572 Visitas
¿PROGRESO O RETROCESO?
Una Nueva Política De Progreso
En décadas recientes, los grupos de la protesta social han llamado la atención hacia la discriminación y las actitudes cerradas, y han declarado que la injusticia es mutable, y las cosas no tienen por qué ser así. Afroamericanos, feministas, hispanos, nativos americanos y padres de niños minusválidos entraron en la arena de la política educativa y abrieron por la fuerza el sistema cerrado de su gobierno.
Estos grupos unieron sus fuerzas en movimientos de protesta social en gran escala y llevaron las cuestiones de la igualdad a los titulares de los periódicos, a los noticieros de televisión y a las agendas de tribunales, legislaturas y juntas escolares.
Desarrollaron un nuevo estilo de reforma activista, y a ellos puede dárseles gran parte del crédito por la desegregación en el sur, nuevas atención a los hijos de inmigrantes, ataques a las prácticas de discriminación entre los géneros y mejor educación a los niños con necesidades educativas especiales.
Los jueces sostuvieron que es dudoso que pueda esperarse razonablemente que cualquier niño triunfe en la vida si se le niega la oportunidad de recibir una educación.
Los grupos de protesta que exigían equidad para los de afuera con frecuencia consideraron que el conflicto social era esencial para el avance educativo.
Llevaron a la acción de clase a los tribunales y cabildearon en favor de una legislación y regulaciones administrativas a los ámbitos estatal y nacional.
Muchos de los grupos que buscaban mayores oportunidades educativas se esforzaron por obtener mayor acceso a la corriente principal, para compartir los mismos recursos, para gozar de la igualdad de oportunidad dictada por el credo estadounidense, y por participar en la forma de progreso que ya gozaban las partes más favorecidas de la sociedad.
Los defensores de los niños minusválidos sostuvieron que una educación apropiada para los inválidos era un derecho, no una limosna. Trataron de introducir a los niños con necesidades educativas especiales en aulas en toda forma, en el ambiente menos restrictivo que fuese posible para ellos.
Los niños con necesidades educativas especiales ya no debían ser pasados por alto u ocultados. Las feministas trataron de abolir todas las distinciones de género en las políticas y prácticas estatales, de modo que muchachos y muchachas tuviesen las mismas oportunidades y no se viesen restringidos por segregación a las clases vocacionales o de educación física.
Por medio del título I de la Ley de Educación Elemental y Secundaria, de 1965, los reformadores asignaron fondos a los estudiantes de familias de bajos ingresos para impedir que la pobreza restringiera sus oportunidades escolares y su relación académica.
Esta atención a la igualdad en los dos decenios que siguieron a la decisión del caso Brown produjo un progreso que pareció rápido e impresionante si se le comparaba con el ritmo glacial de la igualación en décadas anteriores.
En 1976, después de un decenio en que la proporción de los negros que asistían al college se había más que duplicado, casi un tercio de los estudiantes negros graduados en high school se inscribía en alguna forma de educación superior: un nivel parecido al de los blancos.
Aunque la guerra a la pobreza, de Johnson se basaba marcadamente en las escuelas como agentes de reforma, la redistribución real de recursos educativos se guía muy atrás de lo necesario, pues persistían las “bárbaras desigualdades”, particularmente en las escuelas urbanas y rurales en que se inscribían los pobres y la gente de color.
Los hispanos dijeron que los hijos de emigrantes tropezaban con un imperialismo cultural que rechazaba su lenguaje y su herencia. Las feministas se quejaron de que las muchachas tenían que luchar contra una institución sexista y dominada por los hombres.
Por la continuada resistencia a la desegregación, y viendo que los cambios demográficos en las ciudades estaban convirtiendo a 2inorias” en mayorías conforme las familias blancas emigraban a los suburbios, empezaron a pensar que el control de las escuelas en sus propias comunidades les ofrecía un instrumento de avance más poderoso que la desegregación.
En lugar de tratar de igualar las escuelas coeducativas, unas cuantas feministas pidieron escuelas de un solo sexo para las niñas. Algunos dirigentes hispanos pensaron que la educación bilingüe – bicultural debía tratar de conservar los idiomas y las herencias de los emigrantes y no simplemente servir como transición a la lengua inglesa y aun programa escolar dominado por los anglos.
La Trampa Universal
La educación es una función natural de la comunidad que se da inevitablemente, ya que los jóvenes van creciendo a partir de los conocimientos de sus mayores, hacia sus actividades y dentro de sus instituciones; los mayores enseñan, entrenan, explotan o abusan del joven.
La escolaridad foral es un auxiliar razonable de este proceso inevitable, siempre que aprenda bien una actividad, poniéndole atención especial por parte de una persona especializada que la enseña.
Debemos tener en mente la forma en que un gran sistema escolar puede no tener nada que ver con la educación.
El diseño fundamental de tal sistema es antiguo; sin embargo, no ha sido alterado aunque las operaciones actuales son muy distintas, por ejemplo, en 1990 6% de los alumnos de 17 años se graduaban de preparatoria y menos del medio por ciento iba a la universidad.
En el plan organizativo, las escuelas juegan un papel educativo y uno no educativo. Este último es muy importante. Las escuelas son una especie de guardería que sirve a las familias de tipo tradicional que pasan por un periodo de colapso de las viejas formas de organización familiar y también por una fase de urbanización extrema y movilización interurbana.
Las escuelas públicas de Estados Unidos han ejercido una fuerza poderosa y benigna para democratizar a una enorme población heterogénea.
Cuando las condiciones han cambiado se vuelven una trapa universal y la democracia comienza a parecer regimentación.
Cuando Jefferson y Madison concibieron las escuelas obligatorias, a la incompatibilidad hubiera sido impensable. Ellos se apoyaron en las ideas de la ilustración y
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