El Sordo Y Su Lengua
Enviado por GraceR99 • 1 de Mayo de 2015 • 2.072 Palabras (9 Páginas) • 213 Visitas
DIFERENCIA ENTRE PERSONA SORDA Y SORDOMUDA
Las personas sordas son aquellas que tienen una pérdida auditiva (mayor o menor) y encuentran en su vida cotidiana barreras de acceso a la comunicación y la información. Sordomudo es un término antiguo e incorrecto que resulta molesto para este grupo de personas. Y es que tradicionalmente se pensaba que una persona sorda "aparentemente" era incapaz de comunicarse con los demás. No es así ya que pueden comunicarse a través de la lengua de señas y también de la lengua oral (en su modalidad escrita, hablada y cada cual en función de sus habilidades).
La palabra "sordomudo" actualmente sólo se utiliza en los medios por aquellas personas que por desconocimiento o por pereza mental no tienen en cuenta a aquellos de quienes se habla: los sordos. La palabra ¨sordomudo¨ es una palabra creada hace siglos y que ahora contiene cierto sentido peyorativo. Las personas sordas hablan con voz y/o en L.S., no son "mudos". Las cuerdas vocales de las personas sordas están intactas y hablan aunque sea de diferente manera. La persona sorda, hablando únicamente en L.S., nunca se considera muda porque habla en esta lengua con aquellas personas que también lo hablan.
El libro 'Lenguaje de Signos', de Mª Ángeles Rodríguez, que fue la primera tesis doctoral sobre la lengua de signos: "La idea, aún vigente, según la cual una persona que no habla no puede razonar se remonta a la antigüedad griega. Está en relación con el doble significado de lñgoz como 'palabra' y como 'pensamiento'. Por otra parte, la palabra griega 'kofothz' significa 'sordera' y también 'estupidez', 'debilidad de espíritu', y el adjetivo kofoz denota las cualidades de 'sordo' y de 'estúpido'. Tanto para Platón como para Aristóteles, los sordos, privados de la facultad de hablar no podían ser educados. Hipócrates (460-356 a.d.C.) manifiesta que la mudez constituye una enfermedad incurable que, atacando los órganos de fonación, impide discurrir al que la padece, imposibilitándolo para emitir voces articuladas". Más tarde, a través de los siglos, se acuñaría el vocablo 'sordomudo' para designar a las personas que no oían y que, además, no hablaban como ellos, los oyentes.
¿SORDO CON MAYÚSCULA?
Desde hace más de dos décadas se usa la convención de escribir “Sordo”, con mayúscula, para denominar las personas cuya primera lengua es la lengua de señas y que tienen, con ella, peculiaridades culturales, esto es desde el punto de vista del uso de la lengua de señas, por otra parte, La palabra “sordo”, con minúscula, designa las personas que tienen una pérdida auditiva (mayor o menor) y encuentran en su vida cotidiana barreras de acceso a la comunicación y la información.
Según la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) tradicionalmente han existido dos perspectivas sobre las personas sordas que han tomado diferentes formas según las épocas:
Un punto de vista clínico, cuya referencia es el déficit de audición y la intervención rehabilitadora.
Un punto de vista sociocultural, que considera que la sordera da lugar a una forma diferente de percibir y vivir el mundo que ha tenido como consecuencia el desarrollo de las lenguas de signos y la formación de comunidades de personas sordas con una historia y una cultura propias.
1.- Cabe señalar que la literatura especializada denomina ¨Sordo¨ con mayúscula a aquel
grupo que ha desarrollado una identidad sorda y es poseedor de esta cultura. Aunque no
es una categoría esencial, hoy en día está siendo muy utilizada como una manera de
fortalecer el concepto de Sordos como personas diferentes y no deficientes, por lo que de aquí en adelante nos referiremos a Sordos para referirnos a esta población.
2.- Oyentizar significa realizar todos los esfuerzos posibles para convertir al Sordo en
oyente, imponiéndoles una lengua que no les es propia y obligándolos a comportarse con
las normas de la cultura mayoritaria.
‘Sordo’ (en mayúsculas) para referirnos a aquellos que se identifican como miembros de la cultura de los sordos para afirmar que los sordos forman una comunidad lingüística con su propia cultura y lenguaje. El término ‘sordo’ (en minúsculas) se refiere a toda la gente incapacitada para oír, pero que puede o no identificarse con la cultura de sordos. También, preferimos usar el término “Sordo” en vez de “sordomudo”. Aunque todavía la población en general usa mucho la palabra “sordomudo”, no es un término técnicamente correcto y es ofensivo para algunos.
La Comunidad Sorda, como cualquier comunidad, agrupa a un conjunto de personas que comparten circunstancias que les son comunes. En la Comunidad Sorda, la Lengua de Signos ocupa un lugar fundamental en la cohesión del grupo, aunque ello no implica que sólamente esté formada por personas Sordas: en ella, también participa toda persona que sienta afinidad por este grupo y respete su visión del mundo.
Las Lenguas de Signos se han desarrollado según los contextos geográficos y sociales en los que se encuentran las personas Sordas, por lo que la Lengua de Signos no es universal y está inevitablemente unida a unas prácticas sociales y culturales propias, basadas en una concepción visual de su entorno.
En el Estado español conviven dos Lenguas de Signos, la Lengua de Signos Española (LSE) y la Lengua de Signos Catalana (LSC), además de algunas variedades lingüísticas. Las Lenguas de Signos, al igual que las lenguas orales, forman parte de la diversidad lingüística de los seres humanos.
Cultura Sorda
Según estimaciones de la Federación Mundial de Sordos,1 hay en el mundo cerca de 70 millones de personas con deficiencias auditivas. Un porcentaje no determinado de ellas tiene una lengua de señas como su principal medio de comunicación, y con ella, también, una cultura peculiar, que se distingue en el contexto de las comunidades mayoritarias oyentes donde los sordos habitan. Los especialistas que estudian ese fenómeno hablan de cultura Sorda.
Con ese rótulo se pretende definir costumbres y "textos" originados en el seno de comunidades no oyentes que se expresan mediante lenguas de señas. Entre ellos destacan los detalles de una cotidianeidad en la cual se procura prescindir del sonido y manifestaciones artísticas basadas en el potencial estético de las lenguas de señas (teatro sordo, poesía visual, narración señada, etc.).
Porque “Sordo” con mayúscula
Desde hace más de dos décadas se usa en el mundo anglosajón la convención
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