El Tacto Pedagógico Resumen

EL TACTO PEDAGÓGICO

La primer pregunta que el autor propone es ¿cómo se manifiesta el tacto pedagógico para lo cual responde o sugiere que puede aparecer en varias formas, por ejemplo evitando la intervención, es decir, tener una sensibilidad de cuándo dejar pasar algo, cuándo evitar hablar, cuándo no intervenir o cuándo hacer como que no nos damos cuenta. Aclarando que sería un error pasarlo todo por alto, negarse a intervenir cuando se necesita la responsabilidad activa del adulto.

Otra de las formas en que se manifiesta es siendo receptivos a las experiencias del niño, o sea, significa que hay que evitar tratar las situaciones de una manera estándar y convencional. También se manifiesta siendo sensibles a la subjetividad de tal manera que el educador tiene que darse cuenta de que es él el que tiene que ir a la búsqueda del niño para guiarlo y no éste intentar llegar a donde el educador se encuentra.

Cuando se le influencia a niño de una manera sutil se logra demostrar tacto pedagógico y es importante recordar que siempre hay formas de tocar a alumnos que otros pueden haber dado por perdidos. La seguridad del educador es otra manifestación del tacto pedagógico y, un profesor que generalmente actúa con tacto ha aprendido a confiar en sí mismo en situaciones y circunstancias siempre cambiantes y lo que es más importante, este tipo de profesores sabe comunicar esta seguridad a sus alumnos. Por último, tener la capacidad de improvisar es otra manera de demostrar que se tiene tacto pedagógico.

Algunos de los logros del tacto pedagógico son: preservar un espacio para el niño, o sea, retirarse cuando sea posible pero mantenerse disponible para cuando las situaciones se vuelvan problemáticas. Al retirarse se crea el espacio para que el joven se le permita tomar decisiones y actuar por sí mismo y a su manera. Proteger lo vulnerable siendo capaz de discernir las cualidades de un niño que son positivas pero que al principio puede parecer debilidades.

Evitar que se haga daño, recomponer lo que se ha roto, reforzar lo que es bueno, resaltar lo que es único y favorecer el crecimiento personal son otros de los logros del tacto pedagógico.

El tacto pedagógico logra conseguir objetivos gracias al discurso que se maneja en el aula, al silencio como mediador para que se establezca la relación educador y alumno, con la mirada ya que a través de ella se observa el alma, a través del gesto pues éstos se convierten en realidades, en el ambiente que debe crear el educador y que debe adecuarse a las condiciones del grupo y, por último, con el ejemplo mostrándoles a los alumnos el propio esfuerzo del educador.

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