El Valor De Una Sonrisa
Enviado por JSanluis • 4 de Mayo de 2015 • 778 Palabras (4 Páginas) • 202 Visitas
El valor de una sonrisa
No cuesta nada, pero crea mucho.
Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan.
Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.
Nadie es tan rico que no la necesite y nadie tan pobre que no pueda enriquecerse por sus beneficios.
Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie, a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.
Y si esta Navidad encuentras a alguien que esté demasiado triste o cansado para darte una sonrisa, bríndale una de las tuyas; porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquél a quien ya no le queda ninguna que dar.
Si todos los caminos llegan a Roma,
¿cómo se sale de Roma?
A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Mi abuelo siempre decía, que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.
Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí, y mañana, mañana no lo sé. Así que quería decirte que si alguna vez quieres algo, si quieres algo de verdad, ve por ello sin mirar atrás, mirando al miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando el niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la Luna por tocar una estrella. Así que no sé qué será de mi mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo. Que los amigos son la familia que elegimos, y yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, y apuesto fuerte por todos estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así porque si, sin venir a cuento ni tener porque celebrar algo.
Y es que en este tiempo me he dado cuenta,
de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas.
Que tú has hecho infinito mi límite. Así que te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo. Por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaces de pelear contra un millón de tsunamis. Así que no, no sé dónde estaremos dentro de 10 años, ni se cómo se sale de Roma. No te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la
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