El bien personal

El bien personal.

Laura Vanessa Delgan Piña 0442120010.

Jesús David Díaz García 04421200038.

Vanesa García Jaraba 0442120031.

John Elías Hernández Guerrero 0442120040.

        Camila Andrea Ramos García 0442120007.        

Evergisto Marques Barrera.

Universidad de Cartagena.

Facultad de Ciencias Económicas.

Programa de administración de Empresas.

Cartagena de Indias D. T. y C.

Marzo 2022.

1. Describe, en síntesis, en qué consiste ser persona y vivir como tal, a través de sus dimensiones.

Interioridad.

Nuestra vida a diferencia de los animales, está dotada de profundidad que nos permite ser consciente tanto de nuestros actos como de nuestro propio ser. No somos cosas u objetos que solo están ahí, sin más, somos sujetos dotados de vida que nos invita a recogernos y renovarnos internamente. El hombre no puede vivir perdido ni distraído entre cosas, ya que su propia existencia seria inauténtica.

La perfección de la vida personal crece a medida que el hombre se despoja de la necesidad de tener cosas, y vive más a través de su propio ser y no de lo que posee. El hombre debe buscar su vocación la cual es un foco de orientación personal que va descubriendo a medida de nuevas experiencias y exigencias. para alcanzar la perfección humana se debe salir del anonimato, dejar de llevarse por el que dirán de las sociedades, cultivar el ser autentico, el autodominio propio y alimentar una vida interior fuerte.

Corporeidad.

A través del cuerpo la persona se encuentra expuesta a la naturaleza, a las demás personas y a sí misma. El hombre no es puro espíritu ni un puro cuerpo, es un ser vivo corpóreo animado por la razón, que le confiere una nueva dimensión de vida consciente y transformadora de todo ser corporal.

Nuestro cuerpo es el sostén natural de todas nuestras ponteciacilidades humanas. Cuando satisfacemos las necesidades corporales estamos impulsando el desarrollo de nuestro cuerpo, el hombre alcanza su perfección apoyándose o, algunas veces, enfrentándose en los medios que le brinda la naturaleza.

Nuestra vida corporal es sagrada, debemos tener autodeterminación, decisión, impulso; para así lograr una mayor libertad y autodominio, tanto individual como social.

Comunicación.

 La persona humana no se realiza en aislamiento, ya que desde el nacimiento la comunicación constituye una dimensión clave en la existencia humana, esta no solo es un intercambio o relación, sino la capacidad y actitud básica en el ser del hombre.

Desde los tiempos más remotos los hombres vivían enfrentados unos a otros, esto es lo negativo del vivir en sociedad. Ya que el odio surge de la negación de otro, pretendiendo su destrucción. Pero frente a esto existe el amor que busca con afirmación del otro, su perfeccionalismo y felicidad.

El amor, por tanto, es la actitud de lucha en permanente por conseguir lo que es bueno para las personas que se aman. Cuando se establecen relaciones de verdadero amor, surge la comunión, y esta consiste en el estado de unidad dinámica que se logra cuando se adoptan actitudes que ponen a las personas al servicio de otras.

Solo en el amor el hombre puede alcanzar su perfección individual y colectiva. El amor no destruye; al contrario de las cualidades de cada persona, acrecienta y desarrolla cualidades en el otro, amándole y ayudándole a ser más y a crecer en el ser individual. El odio destruye y oprime, el amor construye y libera. La comunicación como potencialidad del hombre se desarrolla en el amor. La única fuerza que puede transformar una sociedad es el amor, no el odio.

Libertad.

La libertad es algo vital y objetivo en el hombre, que nos permite hablar de grados en su posición y afirmar que una persona es más libre que otra o más libre hoy que ayer. Esta no crece espontáneamente, se conquista, no nacemos libres sino capaces de ser libres. La libertad del hombre se explica por su racionalidad cuan mayor sea su capacidad crítica o lucidez de juicio, mayor y más eficaz será su libertad.

Esta no es limitada, ya que mi libertad termina donde comienza la liberta de los demás. Tampoco es una cosa o título que aumenta cuantitativamente, es una capacidad y una actitud. Con la libertad personal no debemos olvidar las libertades concretas como las económicas, culturales, etc. La libertad de una persona o pueblo nace en el interior de cada sujeto y se manifiesta nuevas posibilidades de vida y el verdadero hombre libre es el que se compromete y es responsable, de otro modo seria libertinaje.

Afrontamiento.

El hombre vive expuesto frente al mundo, del cual con frecuencia sentimos fuertes hostilidades hacia nosotros, por ello cada uno debe tener la capacidad para expresarse y responder a las provocaciones por el medio, solo aquel hombre que no dio la espalda y siguió adelante alcanza la singularidad de su propia vida, ese esfuerzo por superar las dificultades es lo que hace a cada uno alguien singular.

La persona que carezca de la suficiente fuerza interior o voluntad sucumbirá ante lo que le rodea tarde o temprano. La fuerza de afrontamiento es esa pasión indomable propia del hombre libre, que se opone a la domesticación, a la opresión y al rechazo del envilecimiento.

Transcendencia.

La vida de un sujeto está abierta y dirigida a la transcendencia, año tras años el humano va adquiriendo su identidad como persona, y todas las virtudes propias del ser personal. En un movimiento de autosuperación dirigido por la realidad que es parte de su ser actual. Este movimiento demuestra que una persona no es un ser perfecto sino un ser llamado por su naturaleza.

Aunque hay quienes pretenden negar su existencia por no ser una realidad material objetiva, olvidando que por definición no puede ser material. Son este conjunto de cualidades que forman la perfección del ser en cualquier orden: infinitud, poder, bondad, sabiduría, libertad, etc. Son estas cualidades de perfección las que, al ser anhelado por el hombre, se convierten para él en valores. Podemos decir que el hombre no posee una existencia personal auténtica hasta que encarna en sí mismo un cuadro de valores que les den sentido a sus actos.

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