El curriculum como elemento indisoluble de la práctica docente.

GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA VERACRUZANA

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN BÁSICA

CURRICULUM DE LA EDUCACIÓN BÁSICA

Ensayo (Avances): El curriculum como elemento indisoluble de la práctica docente.

ALUMNA:

ASESORA:

7 DE AGOSTO DE 2011.

El curriculum como elemento indisoluble de la práctica docente.

Introducción

****(Pendiente, hasta terminar el escrito para poder dar un panorama general del contenido del texto). *****

1. La esencia del curriculum

El Curriculum tiene valor por el simple hecho de existir como tal, sin embargo éste es relativo, dependiendo en gran medida de quien se lo otorgué y el por qué, pues es bien sabido que en distintas ocasiones existen circunstancias ante las cuales se puede o no estar de acuerdo debido a su complejidad. Pero aún con ello, lo fundamental del asunto es reconocer su funcionalidad, principalmente porque será en torno a este que se gire el proceso de enseñanza aprendizaje.

Menciono lo anterior a fin de recordar su función principal: “El Curriculum es una selección regulada de los contenidos a enseñar y aprender que, a su vez, regulará la práctica didáctica que se desarrolla durante la escolaridad” (Gimeno, 2010). Es decir, marca la pauta a seguir para que los docentes se apropien de su contenido y puedan transmitirlo a sus alumnos de la manera que les sea posible, adecuando las estrategias, instrumentos y demás elementos propios del mismo.

Es por ello que considero el valor de su esencia, la cual, desde mi perspectiva más allá de una crítica hecha al vapor me invita a realizar un análisis a través del cual podré vislumbrar un panorama más amplio lleno de oportunidades para enriquecer mi labor. Dado que si bien es cierto que en este momento existen grandes confusiones e incluso rechazos al Curriculum vigente en educación básica, también es cierto que más allá del trasfondo que pudiese tener, será siempre un elemento sustancial dentro de mi práctica docente, así que qué mejor que la realización de una reflexión y estudio minucioso de los detalles del Curriculum.

1.1 Distintas perspectivas hacia un mismo objetivo: el Curriculum

Hablar del Curriculum es involucrar una serie de situaciones propias de su naturaleza como parte de la sociedad, en este caso de una sociedad que por sus cambios constantes y acelerados, requiere al Curriculum como un elemento que responda y se adapte a sus necesidades de la época. Es por ello, que más allá de una moda, la necesidad de este se remonta a un viaje a través de la historia, donde sin lugar a dudas se surgieron diversas posturas, mismas que a través del tiempo han dado margen a lo que es actualmente.

Considerando la importancia de su definición mencionar que la palabra Curriculum es tiene su origen en el latín “cursus currere”, así mismo en Roma, donde es llamado “Cursus honorum”, todo ello como significado de carrera, es decir, de la manera en que contribuía al orden y recorrido de ésta. Por otro lado hacia la Edad Media se realiza una organización en cuanto a asignaturas en “trívium” (instrumentales) y “cuadrivium” (aplicables), de igual manera dicha organización fue parte de la cultura anglosajona, hasta llegar hasta nuestros tiempos donde en español tiene dos significados, referidas por una parte a todo aquello que ordena lo que los alumnos habrán de aprender y por otro, utilizado desde Cicerón como “Curriculum vitae” , es decir los logros obtenidos en la vida.

Con lo cual es necesario destacar que durante este recorrido se mantuvo en vigente en todo momento la idea del Curriculum como una selección de contenidos, misma que determinará sin lugar a dudas la medida en que se regule y organice la práctica didáctica de manera progresiva. Ante la cual se ven involucrados todos y cada uno de los agentes escolares al determinar funciones, distribución de tiempos, especializaciones, orden del aprendizaje y demás elementos que giran en torno a él.

De ello que se deriven una serie de especulaciones en cuanto la postura del Curriculum como parte de la política, poder y control, así como la encrucijada sobre si su presencia dentro de ello es activa o pasiva, pero que sin duda lo realmente cierto es esa conexión que retoma Beltrán donde dice:

El Curriculum pasa de tal modo, desde un proceso de producción de efectos de verdad –como Foucault (1999) los llamaría, retomando la herencia nietzscheana- hasta ser considerado un campo o arena de conflictos, un espacio en el cual se juegan políticamente acciones de poder bajo reglas que dictan el control sobre el curso de desarrollo y velan por la licitud de los procedimientos (Beltrán, 2010).

Con base en lo anterior y de acuerdo a un  análisis previo ante dicha situación considero que el Curriculum posee cierta complejidad que no es fácil comprender y por ende cambiar, puesto que tomar una postura sería realmente arriesgado. Principalmente al determinar si es un sujeto u objeto que como parte de una política pretende conservar o ganar poder para enfrentar sus intereses, convirtiéndose en instrumento de un individuo o grupo que hace su voluntad pese a la resistencia de otros mediante un conjunto de acciones de poder para ejercer una dominación.

Así que lo principal ante dicha situación es valorarlo en su conjunto como tal y adaptarlo de la mejor manera posible tomando en cuenta que estará presente con todo y sus particularidades y que será la reflexión docente la que contribuya a un desarrollo pertinente. Dejando de lado ese “campo o arena de conflictos” en el que con frecuencia nos vemos inmersos al crear enemistades innecesarias ante su existencia, misma que no ha de ser una moda pasajera sino un “bien o mal” necesario, tal como he tratado de mencionarlo a lo largo de este apartado.

1. El curriculum dentro de la escuela

Con anterioridad he mencionado que el Curriculum va más allá de una moda, todo a fin de hacer hincapié en su trayectoria como parte del sistema educativo de cada época desde sus inicios, donde determinaba el orden progresivo de aquello que los alumnos debían aprender. De tal manera que en mi principiante práctica educativa he podido observar algunos de los cambios que ha sufrido a fin de responder a necesidades que exige el contexto en el que se encuentra inmerso.

Sin embargo reconozco también que aún cuando se busca determinar aquellos contenidos apropiados para el aprendizaje de los alumnos a fin de lograr una unificación en el sistema educativo, así como la progresión de los mismos, esto dependerá definitivamente de la participación y responsabilidad con que sea recibido por los agentes escolares al adentrarse en las instituciones educativas. Luego entonces, al estar dentro de la escuela debe responder principalmente a delimitar lo potencialmente enseñable y lo posiblemente aprendible, a través de la coherencia vertical, que se verá reflejada en lo que se enseña y la manera en que se enseña dentro de cada grado.

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